¿El precio del oro en 1.900 dólares?

Ya hay firmas que valoran el oro en 1.900 dólares. «¡Lo mejor del oro es que no se puede imprimir!», arguyó Juerg Kiener, presidente ejecutivo de Swiss Asia Capital en una entrevista concedida a CNBC. En su opinión, el comportamiento del metal dorado depende de la producción, que ha descendido en los últimos meses, de los inventarios, que también están cayendo, y de la demanda, que ha aumentado. «El atractivo del oro como activo refugio crece en un contexto en el que las rentabilidades de los principales bonos soberanos, controlados por las instituciones, están en mínimos», argumentó.

La onza de oro se revaloriza cerca de un 30% desde la zona de los 1.050 dólares que tocó en diciembre dadas las incertidumbres que han ensombrecido los activos de riesgo: China, los problemas económicos que atraviesan el resto de economías emergentes, el menor crecimiento de los países más desarrollados y, ahora, el riesgo político, con su máximo exponente en el Brexit.

Tanta es la demanda, que el metal dorado va camino de firmar una racha de subidas semanales histórica. Ha concluido las últimas cinco semanas en positivo y puede hacerlo una sexta. La última vez que protagonizó un rally así fue entre junio y julio de 2014. «Continúa la demanda de activos refugio a medida que la incertidumbre no da tregua», observa el equipo de analistas de ETF Securities, que destaca que «los ETP (productos cotizados) sobre oro registraron 263 millones de dólares en entradas el pasado viernes, lo que representa el mayor volumen diario desde que fueron lanzados». «Esperamos que esta tendencia siga debido a las incertidumbres», concluye la casa de análisis especializada en materias primas.

Pero estos riesgos también han incrementado el apetito de los inversores por los activos renta fija más seguros, llevando la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años a mínimos históricos o la del Bund alemán a terreno negativo. «¿Refugio en la renta fija?», se preguntan desde Andbank. «Sí, pero? curiosamente con TIRes a la baja tanto en el bono alemán, como en el estadounidense, que era lo esperado, pero también en los periféricos, donde el impacto era más incierto, el diferencial de rentabilidad pesa y obliga a buscar activos alternativos», reflexiona la firma.

Por este motivo y por la debilidad a la que parece condenado el dólar ante las menores expectativas de que la Reserva Federal retome las subidas de los tipos de interés en los próximos meses, Juerg Kiener, de Swiss Asia Capital, no ve descabellado que el oro vuelva a atacar sus máximos históricos en el próximo año, los 1.900 dólares por onza a los que llegó a cotizar en el año 2011.

Entre los analistas que conforman el consenso de mercado que recoge Bloomberg, ninguno fija ese objetivo para el oro pero sí las hay que lo ven en 1.600 dólares en 2017, como es el caso de Ronald-Peter Soerferle, de Incrementum, o en 1.469 dólares, como es el de Jeffrey Schenker, de Prestige Economic. Sin embargo, en este momento la media de los expertos lo ve sobrevalorado y creen que se moverá en 1.225 dólares hasta final de año, un 4% por debajo del precio actual.

 

El Economista.es

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