El renacimiento del oro: incertidumbre le devuelve brillo en los mercados

En un 2016 lleno de incertidumbres económicas y políticas, el precio del metal ha subido cerca del 25%. Cada vez que los mercados desconfían de sí mismos, acude al rescate. El oro siempre vuelve en épocas de incertidumbre en la economía mundial. Las dudas sobre el crecimiento de China, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, los atentados, la posible llegada de Donald Trump a la Casa Blanca… Cada miedo de un inversor suele traducirse en una subida para el metal más codiciado.

La onza de oro al contado cotiza actualmente en torno a los 1.325 dólares, un 25% por encima de los 1.061 dólares a los que cerró 2015. Registra, por tanto, sus mejores avances desde el 29,5% que se encareció en 2010, y tiene muy cerca la posibilidad de poner fin a tres años consecutivos de caídas. Eso sí, aún está lejos de los máximos históricos que marcó en 2011, cuando llegó a superar los 1.900 dólares. La remontada comenzó precisamente a primeros de año, justo cuando las bolsas cayeron más. Si no es una relación directa y causal, se le parece bastante.

China, Brexit, los atentados, Trump…

“Es el activo refugio por excelencia, el inversor quiere refugiarse en algún sitio cuando vienen las dudas”

Cada factor externo que golpea a la bolsa empuja a los activos refugio. Y entre ellos brilla el oro. “Es el activo refugio por excelencia, el inversor quiere refugiarse en algún sitio cuando vienen las dudas”, asegura Manuel Pinto, analista de XTB, que apunta a las dudas sobre la economía de China y sus decepcionantes datos macroeconómicos como el primer factor que ha influido en el alza del oro en 2016. Esta incertidumbre sobre si el gigante asiático puede mantener sus tasas de crecimiento lastraron a los mercados a un inicio de año horrendo y catapultaron al metal, que se mueve en zona de máximos de 2014.

Posteriormente, el otro gran evento del año que ha terminado de aupar a máximos de más de dos años fue el referéndum en el Reino Unido por la salida de la Unión Europea. Justo el día después del Brexit, el precio del oro se disparó casi el 5%. “Más allá de sus efectos para Europa, el Brexit supuso la incertidumbre de no saber qué va a pasar, por lo que el inversor antes que estar expuestos a renta variable o bonos prefirió activos como el oro”, asegura Ángel Pérez, analista de Renta 4.

Los analistas también señalan a la serie de atentados vivida durante los últimos meses como otro de los grandes condicionantes de 2016 para las subidas del oro, así como al intento fallido de golpe de Estado en Turquía. Por último, apuntan a una posible victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, como el siguiente acontecimiento que podría generar incertidumbre a nivel mundial, y por tanto hacer subir al metal amarillo.

¿Continuará la escalada?

Los analistas no consiguen ponerse de acuerdo sobre el precio que le espera al oro para los próximos meses

En consonancia con las dudas que reinan en el mercado, los analistas no consiguen ponerse de acuerdo sobre el precio que le espera al oro para los próximos meses, y dudan sobre si el preciado bien continuará con las alzas. De momento, tras el subidón ocasionado por el Brexit, el precio parece moverse entre los 1.300 y los 1.350 dólares por onza. “Creo que el precio objetivo de la renta variable es mayor del que está cotizando”, asevera Pinto, que no le da “mucho recorrido al oro” y espera movimientos de corrección de su precio, por lo que no cree que se alcancen los máximos del año 2011.

Por su parte, Pérez cree que es probable que pueda haber un recorte de los precios del metal, pero que sería para continuar tomando posiciones. “No parece que la incertidumbre vaya a disiparse”, concreta. Unas dudas que mantienen al oro durante todo el verano a niveles de precio similares, a la espera de noticias. Por el momento, los pronósticos más optimistas son los de Bank of America Merrill Lynch y RBC, que ven al oro a final de año en los 1.500 dólares y los 1.450 dólares por onza, respectivamente.

Pendiente de la FED

Otro de los grandes condicionantes del precio del oro es sin duda la política monetaria de los Estados Unidos, ya que la onza de oro está vinculada al dólar y una apreciación del dólar presionaría a la baja sobre dicho precio. Por lo tanto, un posible aumento de los tipos de interés en Estados Unidos en breves haría que el precio del metal precioso cayera.

Durante la celebración del Simposio Económico de Jackson Hole, la presidenta de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Janet Yellen, aseguró que el caso para un aumento de los tipos de interés «se ha fortalecido en los últimos meses», gracias al «sólido comportamiento del mercado laboral» y a sus previsiones para la actividad económica y la inflación en el país.

Yellen, por tanto, preparó el terreno para subir los tipos en una de las reuniones que queda en 2016. Sin embargo, tampoco manifestó demasiada urgencia, con lo que el mercado sigue pensando que elevará el precio del dinero en diciembre. Como era lo previsto, el oro se mantuvo en torno a los 1.330 dólares en los que ya se movía.

“Siempre y cuando continúe la incertidumbre respecto a la política monetaria de la Fed, es probable que el oro siga siendo el instrumento favorito de los inversores”, asegura ETF Securities en su último informe sobre materias primas. No obstante, observa cómo el patrón “de precio oscilante continúa predominando”.

Pinto, de XTB, cree por su parte que la Fed “tarde o temprano va a subir los tipos”, ya que la economía en Estados Unidos está fluyendo y los datos de empleo están siendo bastante buenos, aunque no ve que de momento esta subida vaya a producirse debido a que aún existe cierta incertidumbre. La apreciación del dólar tras una subida de tipos “tirará para abajo” del precio del oro.

 

 

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