YPF Tecnología (Y-TEC) sale a buscar interesados en montar una fábrica para la producción de celdas y baterías de litio, considerado «el petróleo del futuro». El gerente General de la firma tecnológica habla de un negocio concreto a mediano plazo y con escala global.
La energía del futuro está acá y es ahora la oportunidad de explotar un negocio que vendrá en crecimiento en los próximos años, según la perspectiva de Y-TEC, la compañía nacida de la alianza entre YPF y el Conicet. Santiago Sacerdote, su gerente General, anticipó a Energías Renovables la intención de iniciar negociaciones para transferir la tecnología a un socio o un consorcio dispuesto a edificar una fábrica de celdas y baterías de litio.
– ¿En qué consiste la propuesta de Y-TEC respecto a la industrialización del litio?
Nuestra intención es convertirnos en líderes del desarrollo tecnológico para el sector energético. Uno de nuestros programas tiene que ver con las tecnologías de acumulación de energía a través de estas baterías, con las que el país tiene la oportunidad de configurar una cadena de valor.
– ¿Qué desafíos encierra este proyecto?
Estamos hablando de hacer una transferencia tecnológica hacia una industria que no existe acá y que es incipiente en el mundo. Si lo hacemos, vamos a poder darle forma e impulsar a una cadena industrial y posicionar al país en una cadena de abastecimiento global.
– ¿Cuál es el modelo de negocios que tiene esta fábrica?
La batería es un ensamblado de celdas de litios, que se elaboran con los materiales activos, principalmente litio hierro fosfato. Y-TEC logró consolidar un determinado paquete tecnológico para transferirle a una empresa que encare el proceso de fabricación de celdas de litio y el posterior ensamblado en baterías.
– ¿Y-TEC no es quien ejecutará el proyecto?
Nosotros no vamos a instalar una fábrica. Lo que ofrecemos es el conocimiento suficiente como para transferir a un actor industrial y emprendedor la posibilidad de producir las celdas en el país. Por eso vamos a convocar a los interesados para que conozcan el proyecto de lo que será un negocio de fabricación de celdas y, potencialmente, de ensamblado de baterías. De recibir manifestaciones de interés, comenzaremos los diálogos uno-a-uno.
– ¿Tuvieron señales de buena recepción?
Ya hay empresas entusiasmadas, porque ven que la posibilidad existe. Para algunas, es un desprendimiento natural de su negocio: las empresas de baterías de plomo podrían iniciar un proceso de inserción en el mercado del litio. También hay autopartistas que están mirando hacia la movilidad eléctrica, o compañías energéticas que saben que la acumulación de energía en baterías tendrá pronto su mercado.
– ¿La planta debe estar en Jujuy, cerca de la materia prima?
La estatal Jujuy Energía y Minería (Jemse) está muy interesada en este proyecto. Podrá ser parte de un consorcio de inversión, pero no creo que sea la desarrolladora del negocio. Que Jemse forme parte es una posibilidad, pero el llamado nuestro es al socio inversor, y es él quien definirá las condiciones.
– ¿Es correcto decir que el proyecto requiere u$s 60 millones?
El número es lineal a la producción, al riesgo y a la visión que uno pueda tener de la planta. Esa cifra es una posibilidad como para tener una escala mínima y reducir el riesgo de un negocio que todavía se tiene que desarrollar.
– ¿Sienten que están mostrando un negocio que pocos ven?
Hoy en día, la tecnología que estamos desarrollando no se consigue en el mercado. Encierra una gran oportunidad. E.M.C.
El Cronista
