De técnico minero a proveedor

Junto a su familia produce y le vende tacos para voladura a la mina Casposo. Egresados de la escuela “Manuel Sabio” hicieron de sus conocimientos una pyme familiar.

“Fui supervisor experto de movimiento de suelos en la otra administración de Casposo durante un tiempo, hoy junto a mi familia pasé de empleado a ser el jefe mi propio proyecto”, resumió Omar Toro sobre su presente actual como proveedor de tacos para voladuras a la mina calingastina.

Sargento retirado de la Policía, Omar es egresado de las primeras camadas de técnicos mineros de la Escuela Técnica General Manuel Savio de Calingasta. Sus hijos Marcio y Sabrina también lo son (promociones 24 y 25 respectivamente), bagaje de conocimientos que permitió a la familia Toro armar este proyecto emprendedor dado a llamar “El Sol de Calingasta Servicios Mineros”. Su esposa Lucía también colabora, así que todos están involucrados.

Según Omar, el proyecto surgió a partir que la nueva administración de Casposo comenzó a realizar pedidos a la Cámara de Servicios Mineros de Calingasta –CASEMICA- de la cual él es secretario. “Expusieron una serie de necesidades y allí vislumbré lo que nosotros podíamos aportar, además la empresa generó un programa para emprendedores. Hicimos una pruebas con Marcio y Sabrina y presentamos una determinada cantidad de material a la empresa; fuimos bien clasificados y a partir de mayo comenzamos a trabajar”, contó.

El retacado o taco es un parámetro del diseño de perforación y voladura de rocas en minería subterránea. Normalmente se rellena con material inerte (puede ser arcilla o piedra chancada fina), para que cumpla la función de retener, dentro del taladro, los gases producto de la explosión. El taco es el relleno de la parte superior del taladro con material estéril. Su misión es la de retener los gases producto de la explosión, durante fracciones de segundos, suficientes para evitar que los gases fuguen por la boca del taladro y de esta manera trabaje por completo en el proceso de la fragmentación de la roca. En Casposo y de acuerdo a los datos de Toro, se utilizan entre 4 mil y 5 mil tacos para voladura por mes de acuerdo a la productividad de una mina que actualmente tiene cuatro voladuras diarias.

Para fabricarlos utilizan arcillas de Barreal y hace poco comenzaron a trabajar con una veta en Villa Corral que queda a diez quilómetros de la mina. Trasladan la materia prima a su lugar de trabajo y allí los hombres de la familia mejoran la calidad de la arcilla con zaranda o con bentonita. Ya con este material trabajado, inicia la tarea de las damas, las encargadas de llenar bolsitas de nylon de 1000 micrones y de 5 centímetros de diámetro. “Mi esposa y mi hija hace el corte y la atadura. Se ponen a trabajar cuando miran la novela “Moisés” y en una hora pueden llegar a conformar 500 bolsitas”, contó Toro.

Actualmente los anhelos de la familia se concentran en dos nuevos objetivos. Por un lado presentaron un proyecto ante el Ministerio de Minería local con el fin de obtener un subsidio para mejorar la infraestructura en donde elaboran los tacos, además de herramientas de trabajo. Por otro, desde la actual administración de Casposo se iniciaron nexos para que los Toro también pudieran ofrecer sus productos a Gualcamayo y su mina subterránea.

 

 

Cuyo Minero

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