Las principales mineras peruanas incrementaron su utilidad neta en el 2016

 

Los mayores precios de metales y la reducción de costos llevaron a un mejor año para Southern Copper, Buenaventura, Minsur, Milpo y Volcan.

En el 2016 cambió el panorama para las mineras peruanas. A inicios del año, los precios de los metales, sobre todo del oro y del cobre, seguían cayendo y las mineras estaban en “modo supervivencia”: la consigna en el sector era reducir las inversiones y los costos de producción lo más posible, y en el caso de las cupríferas, aumentar la producción para contrarrestar la caída del precio.

De manera sorprendente, a finales de enero la tendencia en los precios comenzó a revertirse, primero por la mayor cautela de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) para subir su tasa de interés de referencia, seguido por la mayor demanda por metales desde China, la reducción de la oferta disponible de zinc a nivel mundial y el brexit. El oro y el zinc comenzaron a subir, y finalmente el cobre fue impulsado por la victoria inesperada de Donald Trump.

La combinación de estos dos factores, mayores precios y menores costos, permitió que para el tercer trimestre del año, las principales mineras en el país — Buenaventura, Volcan, Milpo y Minsur — registraran un incremento interanual en sus márgenes ebitda y sus márgenes netos.

LOS MENORES COSTOS PAGAN

De esta forma, incluso aquellas mineras con pérdidas neta en el 2015, como Buenaventura y Minsur, lograron mejoras: pasaron de una pérdida neta acumulada en el tercer trimestre del 2015 de US$30.3 millones y US$60.2 millones, a una utilidad neta acumulada de US$49.3 millones y US$81.4 millones en el tercer trimestre del 2016, respectivamente.

Buenaventura redujo sus costos de producción en 20% en los primeros 9 meses del año. En el caso de Minsur, las eficiencias operativas implementadas en el año más el incremento del precio del estaño generaron que la calificadora de riesgo Moody’s cambie la perspectiva de la empresa de negativa a positiva. Volcan logró un costo operativo por libra de zinc de US$0.64, “con lo cual en el [tercer] trimestre se generó un margen ebitda de 38.7%”, indica Sebastián Cruz, analista de Kallpa SAB.

Milpo mantuvo sus costos estables, pero tuvieron menores descuentos comerciales, añade el analista.

Southern Copper también logró incrementar su ebitda en 11.7% pese al bajo precio del cobre, gracias a su plan de expansión iniciado años antes y que permitió una mayor producción en su mina Buenavista en México.

EL CIERRE DEL AÑO

La evolución del precio en la última parte del año será clave para determinar qué tanto se consolidan las mejoras de los primeros tres trimestres. Para las mineras de oro el panorama ya no es tan auspicioso. Tras la euforia inicial por la victoria de Donald Trump, el rally del oro sufrió una fuerte caída, debido a las expectativas de que el plan de Trump impulsaría a la economía estadounidense y al dólar, así como por el incremento de la tasa de la Fed durante este mes. Por ello, el precio spot volvió a caer por debajo de los US$1,200/oz y el precio promedio del cuarto trimestre cerrará cerca de US$1,250/oz. Si bien este nivel es superior al US$1,107/oz del cuarto trimestre del 2015, no impulsaría las ventas de las mineras tanto como durante el tercer trimestre del 2016, cuando el precio promedió US$1,335/oz.

 

En cambio, “en el cuarto trimestre del 2016 se verán los precios máximos del zinc y el cobre”, sostiene Cruz. El zinc ha incrementado 73% en un año, llegando a los US$2,900/TM. El cobre en particular logró sobrepasar en varias oportunidades los US$5,900/TM gracias a la expectativa del mercado en torno a los planes de Trump para el gasto en infraestructura en Estados Unidos. Añadido a esto, ahora Goldman Sachs prevé que habrá un déficit en el mercado de cobre en el 2017 debido a la reducción de la oferta mundial de cobre en 0.4%.

LA AGENDA

Hacia el 2017, varios temas quedan pendientes en la agenda minera del país.

Primero, la ausencia de nuevos ‘megaproyectos mineros’ que puedan desarrollarse en los próximos años, más allá de algunos puntuales como la ampliación de Toromocho. La ejecución de varios de los proyectos más importantes está suspendida por factores sociales (como Conga) o económicos (como Quellaveco).

Asociado a ese tema está la caída en la producción de oro, debido a que varias minas están llegando al final de sus vidas. Por ejemplo, la participación de Yanacocha y Barrick en la producción nacional ha caído de 25% en el 2015 a 20% este año. Persiste la preocupación de que no hay nuevas reservas que puedan reponer esa producción.

Otro tema clave es la conflictividad social. En el 2016 hubo conflictos importantes en dos de las operaciones más importantes del país: Las Bambas y Constancia. Queda por verse si el Ejecutivo logra implementar una estrategia de prevención y solución de conflictos que impida otros casos similares y permita retomar proyectos actualmente paralizados.

Semana Económica

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