Tomó nuevo impulso la causa de Carba contra la Provincia y el Municipio por el cese de la minería

Aunque reina absoluto hermetismo en el ámbito municipal, en La Plata cobró ritmo la causa caratulada “Carba Saciia contra fisco de la Provincia de Buenos Aires sobre pretensión indemnizatoria”. Se trata de uno de los coletazos de la Ley de Paisaje Protegido, que ordenó el cese definitivo de la explotación de las canteras dentro de la poligonal delimitada por las rutas 30, 226 y 74 del partido de Tandil.

Se sospechaba que el gigante de Carba no se iba a quedar de brazos cruzados. Lo anticipaban los responsables de la empresa en marzo de 2010, cuando se sancionó la normativa provincial, y lo comprueban hoy los peritajes avanzados en el marco de la causa que lleva adelante el Juzgado en lo Contencioso Administrativo 1 de La Plata a cargo del magistrado Luis Federico Arias.

Tras el revés judicial del recurso de amparo con el que, en septiembre de 2011, intentó frenar la entrada en vigencia de la Ley de Paisaje Protegido, dos años más tarde inició un reclamo económico para exigir a la Provincia y el Municipio un resarcimiento por los perjuicios que le ocasionó a la firma el cese de la explotación minera en el predio ubicado en la zona del club Los Cardos.

 

El inicio del proceso

Carba realizó la presentación ante el fuero en lo Contencioso Administrativo de La Plata el 17 de septiembre de 2013, casi dos años después de la implementación de la norma que dispuso la prohibición de la explotación minera dentro de la primera poligonal trazada por el Plan de Ordenamiento Territorial.

Dos días más tarde, el juez Arias hizo lugar a la demanda promovida por la empresa, representada por la doctora Lucía Garay, “a solo efecto de interrumpir la prescripción” del reclamo. En tanto, el 10 de junio de 2014, ordenó correr el traslado a la parte demandada, en principio, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y el Municipio de Tandil.

Una vez que la Fiscalía de la Provincia se puso a derecho y contestó la acción, el 18 de noviembre de 2014 el juez resolvió “dar traslado en los términos del art. 10 del CCA, a la Municipalidad de Tandil a fin de que, en el plazo de veinte días comparezca a tomar la intervención que estime que le corresponda en autos”.

El Municipio se presentó en la causa el 20 de abril de 2015 y solicitó una ampliación del plazo de 20 días que le había otorgado el juez para tomar contacto con las actuaciones. El pedido estuvo fundado en la complejidad fáctica y jurídica de la causa, y a fin de resguardar su derecho a defensa. De ese modo, consiguió otros diez días para responder la demanda.

En tanto, el 15 de mayo de ese año, el área Legal y Técnica de la comuna constituyó su domicilio procesal y entregó un escrito, acompañado por documentación, teniente a repeler la acción de la cantera.

 

Primera audiencia

En junio, las partes fueron citadas a una audiencia preliminar prevista para el 7 de agosto de 2015, a las 11. Sin representantes del Municipio, acudieron la doctora Lucía Garay, apoderada de la cantera, y la doctora Rosana Olga Bureu, representante de la Fiscalía de Estado de la Provincia.

En ese ámbito, la Provincia desconoció la totalidad de los hechos alegados por Carba, por lo cual el juez Arias los fijó como “litigiosos, controvertidos y conducentes”. En ese caso, admitió como pruebas la documentación, informativa -para la cual libró oficios para reunir documentación en poder de terceros-, testimoniales y periciales.

En cuanto a las declaraciones, libró un oficio al juez de Primera Instancia de Tandil “a fin de que presten declaración testimonial las personas propuestas por la parte actora” de acuerdo con un interrogatorio enviado desde La Plata.

Con respecto a los peritajes, el magistrado pidió a la Asesoría Pericial de la Suprema Corte de Justicia que designe un ingeniero civil, geólogo, ingeniero industrial, licenciado en administración de empresas y martillero para que evalúen los aspectos vinculados al reclamo.

A partir de noviembre de 2015, nombraron como peritos al licenciado en administración Santiago Fernández Plastino, al licenciado en geología Daniel A. Sabio, al ingeniero civil Ricardo Bonzi y al ingeniero mecánico Francisco Javier Marcos y Martínez.

Un mes después, el geólogo le informó al juez que para realizar los peritajes en el marco de la controversia entre la cantera y el Estado, había recabado información, mantuvo reuniones con los letrados de las partes para coordinar la orientación de los puntos de la pericia, visitó la Dirección Provincial de Minería donde revisó documentación y se encontró con el titular de la empresa Carba que aportó datos sobre la sociedad.

Con todos esos antecedentes, el profesional consideró necesario realizar una visita a la cantera de esta ciudad y también recoger información en la Secretaría de Minería de la Nación. Para cumplir con estos trámites solicitó un anticipo de 13 mil pesos destinado a solventar los gastos de traslados y estadías.

En tanto, el 6 de abril pasado, atento a un reclamo de la Provincia, el juez dispuso adelantarle al profesional 10 mil pesos que debieron pagar las tres partes. En tanto, el perito fijó la visita a la cantera para el 3 de agosto.

Como dos días antes del peritaje el Municipio aún no había depositado su parte, el juez Arias lo intimó a concretar el anticipo en un plazo de cinco días. Sin embargo, la comuna no respondió el 1 de septiembre y volvieron a notificarla, al tiempo que se fijó la nueva fecha de visita a la cantera para el 4 de septiembre pasado. Ese mismo día, finalmente libró el pago, lo que consta en la causa y en el Boletín Oficial del Estado municipal.

Cumplidos estos pasos, el 20 de octubre pasado el geólogo Sabio presentó ante la Justicia los resultados del peritaje y se abrió un plazo de diez días para correr traslado a Carba y a las dos partes demandadas.

En paralelo, el ingeniero mecánico Francisco Javier Marcos y Martínez informó que las tareas solicitadas no eran de su incumbencia. Entonces, la demandada reclamó que se nombre un experto en minas y como la Asesoría Pericial no contaba con la especialidad, se pidió requerir un listado al colegio profesional.

En simultáneo, Carba costeó la intervención del martillero que tiene previsto visitar la cantera para tasar el valor de la tierra como así también la maquinaria que quedó en el predio desde el 2011, cuando entró en vigencia el cese de la actividad dentro de la poligonal.

 

Testigos indicaron que concentraba el 40 por ciento de la producción

En cuanto a la intervención de la Justicia local, el Juzgado en lo Civil y Comercial 1 de Tandil, a cargo del doctor Martín Zárate, citó a declarar, en mayo del año pasado, a Carlos Cattoni, titular de la cantera El Trincante, ubicada en La Movediza, que también se vio afectada por la Ley de Paisaje Protegido; a Marcelo Adrián Sauro y José María Steigmeier, exempleados de Carba, y al geólogo Horacio Villalba, quien prestaba servicios para diferentes mineras de la ciudad y para el Municipio.

En mayo de 2016, el doctor Zárate le tomó declaración al geólogo Villalba. Participaron de la audiencia Lucía Garay, apoderada de Carba; María Florencia Corvi por la Fiscalía de Estado y el doctor Juan Martín Pissani, integrante de la Secretaría Legal y Técnica del Municipio.

En su declaración testimonial, el profesional consignó que Carba se dedicaba a la extracción y molienda de roca granítica para su venta a corralones de Buenos Aires y a empresas viales. Consultado por la producción anual, indicó que rondaba las 35 mil toneladas mensuales y cerca de 400 mil toneladas anuales.

En relación a las instalaciones y la maquinaria que tenía Carba, Villalba describió que como toda minera tenía máquinas para perforar y para hacer voladuras en el frente de cantera; palas cargadoras; camiones de gran porte; toda la instalación de molienda de piedra; y palas que se dedicaban al acopio del material en diferentes pilas y a la carga de camiones

Por otra parte, le preguntaron por la participación de Carba en el mercado local. En ese sentido, el profesional indicó que desconocía el porcentaje, “pero era de las más grandes de Tandil”.

En segundo lugar le tomaron declaración a Carlos Alberto Cattoni, quien coincidió al describir las tareas de Carba, y consignó que el material se destinaba a “la construcción, para el hormigón, para hacer asfaltos, y también para relleno de pisos blandos, consolidando su material para que pueda transitarse”.

En cuanto al volumen de producción, estimó que era cercana a las 450 mil toneladas anuales y con respecto a las herramientas, indicó que “era una amplia cantidad de maquinarias y comenzamos por equipos de perforación, palas cargadoras, cinco palas cargadoras, camiones para trasladar la piedra volada fuera de ruta, retroexcavadoras, plantas de trituración, muy amplia, la más grande que existía en Tandil, compuesta por una trituradora primaria, la cinta de acopio, un túnel para hacer el acopio, debajo del túnel salía otra cinta que alimentaba el primer cono triturador. Todo con grandes cantidades de hormigón, bases, túneles. El primer cono triturador salió de la cinta a otro túnel, para hacer con otra pila intermedia y de allí derivaba a otros dos conos para terminar el proceso en esa línea. Y otra línea trasportaba el material a otro procesamiento también formado por conos que llenaba un silo fabricado de hormigón de aproximadamente 250 toneladas. Por supuesto, en cada lugar había un equipo de zaranda para clasificar las diferentes granulometrías, las cuales caían por encauzadores a cintas que llevaban al acopio final. También existe un galpón inmenso para mantenimiento de todos los equipos, equipados con tornos, soldadoras, morsas y todo lo que hay en un taller. Dos balanzas para pesar los camiones que vienen a buscar el material y otro gran galpón con el edificio de oficinas y depósitos de repuestos nuevos. Otro lugar edificado que era como un quincho para que la gente pudiera almorzar o cenar según los horarios de la cantera. Y una gran forestación de eucaliptos principalmente y varios pinos”.

Además, estimó que Carba concentraba el 30 ó 40 por ciento del total de la producción minera local.

Luego, declaró José María Steigmeier, quien llevaba unos 45 años de trabajo en Carba, y precisó que producía entre 300 mil y 400 mil toneladas, que representaba el 40 por ciento del mercado local. En relación a los bines, describió que tenía una planta de trituración primaria, dos plantas de trituración secundaria, y dos plantas de trituración terciarias. Y además, equipo de perforaciones propio. Luego hay una cantidad de equipamiento móvil.

Por último, dio testimonio Marcelo Adrián Sauro, extrabajador de Carba, quien coincidió con su antecesor en el nivel de producción de la cantera, como así también al describir las instalaciones y herramientas.

 

 

Eco de Tandil

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