Arremetida china en América Latina: ¿en qué países y sectores está invirtiendo más?

 

«China ocupa un lugar central en el futuro de la región que no está marcado, y que debemos construir entre todos desde ahora»,comentó el presidente Tabaré Vázquez en el discurso de inauguración de la Cumbre China-LAC (Latinoamérica y el Caribe), realizada en Punta del Este en noviembre del año pasado.

En esta instancia, de la que participaron 2.400 personas -800 de ellos chinos representantes del gobierno, y empresas-, se buscó posicionar a Uruguay como «puerta de entrada de China en la región sur», recordó a Café & Negocios el director ejecutivo de Uruguay XXI, Antonio Carámbula.

Rondas de negocios entre representantes de empresas chinas de tecnología, industria química e infraestructura, con empresarios de Uruguay y toda la región tuvieron lugar en una de las tres jornadas de duración de la Cumbre.

 

El país asiático está invirtiendo cada vez más en la región. América Latina y el Caribe es la segunda zona que recibe más Inversión Extranjera Directa (IED) desde China con un 14% del total, luego de Asia, según datos presentados por Uruguay XXI durante la Cumbre.

Según un informe del Foro Económico Mundial, China es el principal socio comercial de Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay, y el segundo de México. Respecto a las inversiones del gigante asiático en la región, desde el año 2003 se ha invertido más de US$ 110.000 millones (hasta 2017), y más de la mitad fue en los últimos cinco años.

Es claro que el interés chino en América Latina se ha profundizado. Pero ¿en qué países y sectores está invirtiendo más?

Para averiguar eso, la Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China, coordinada por la Universidad Nacional Autónoma de México, publicó a mediados del año pasado un monitor sobre la IED china en los principales países de América Latina y el Caribe.

En diálogo con El Observador, uno de los coautores del estudio, Samuel Ortiz, comentó que la idea es contribuir a mejorar la calidad de la estadística de la inversión extranjera directa de China en América Latina, con base en la metodología actual que reportan instituciones como el Ministerio de Comercio de China. «Los datos oficiales (de China) presentan ciertas debilidades metodológicas. La principal apunta a que hay una práctica común de las empresas chinas de llegar a un país utilizando a un tercero, como puede ser un paraíso fiscal», explicó Ortiz. Según datos del Ministerio chino, el 80% de las inversiones van dirigidas a paraísos fiscales como las Islas Vírgenes e Islas Caimán.

Para «limpiar» el verdadero destino de las inversiones, el monitor sobre IED se elaboró en base a un banco de datos de empresas, en donde se registraron más de 300 transacciones de compañías chinas en América Latina. Esta información fue recabada en base a prensa especializada en finanzas, y proveedores privados de información como Thomson Reuters y Bloomberg, entre otros.

El país que recibió más inversión china fue Brasil, en los sectores mineros, energéticos, y en la construcción de ómnibus eléctricos, entre otros sectores. En segundo lugar y con amplia diferencia respecto al monto se encuentra Perú, luego Argentina, Cuba y Jamaica.

 

Brasil: sector energético y minero, ómnibus eléctricos, paneles solares

Perú: minería (cobre)

Argentina: ferrocarriles y paneles solares

Cuba: infraestructura, telecomunicaciones y turismo

Jamaica: Construcción de una Zona Económica Especial, y un parque industrial, actividad minera

Chile: sector financiero, agroindustrial, infraestructura y sector eléctrico

México: extracción petrolera, ensamblaje de vehículos, comercio al por mayor

Ecuador: centrales hidroeléctricas, minería, telecomunicaciones

Guyana: minería

Barbados: turismo

Bermuda: industria automotríz

Venezuela: infraestructura y actividades extractivas de petróleo

Colombia: sector agrícola y telecomunicaciones

Trinidad y Tobago: infraestructura

Uruguay: automotríz, productos químicos, combustibles, tecnología y agroindustria

 

Ortíz, quien es docente de la Facultad de Economía de la UNAM, comentó que en el período estudiado (2001-2016), las inversiones chinas se concentraron en sectores vinculados generalmente a las materias primas, la energía y la minería. «Luego de la crisis financiera internacional del año 2008, se diversificaron las inversiones y ahora ha aumentado en servicios e infraestructura. Esto es un tema central, ya que una de las debilidades de las economías de América Latina es que invierten muy poco en infraestructura. Ese es un argumento para mejorar la relación con China para que inviertan en este sector», sostuvo.

Para el caso de Uruguay, no se desprenden datos concretos de la inversión porque no es significativa en comparación con otros mercados. Sin embargo, según datos a los que accedió El Observador del Ministerio de Comercio chino, el Buró Nacional de Estadísticas y el Buró Estatal de Administración de Divisas, el stock de IED china registrada en Uruguay en 2007 era de poco más de US$ 2 millones. En 2015, esta cifra trepó a más de US$ 182 millones.

 

Oportunidad en infraestructura

Otra de las características que se destaca del monitor de la red es la inversión de empresas públicas chinas en la región. «Es una estrategia del gobierno chino», dijo Ortíz.

Según un relevamiento realizado por Uruguay XXI en conjunto con la embajada de Uruguay en China, hay aproximadamente 19 empresas chinas instaladas en Uruguay, fundamentalmente del sector servicios e industrial, entre otros. La lista no es taxativa al no existir en Uruguay la obligación del registro de empresas extranjeras, por lo que sólo se contabilizaron algunas de las más grandes. Lifan, Cosco, Axion (ex Esso), Geely, Huawei, ZTE y Syngenta (de origen suizo y adquirida por Chemchina) son algunas de ellas.

En China-LAC se firmaron dos acuerdos de entendimiento con el Consejo para la Promoción del Comercio Internacional de China. Uno de ellos fue con la Unión de Exportadores y el otro con la Cámara Mercantil de Productos del País, que tienen como objetivo oficiar de instrumento de acercamiento entre las partes.

Según la gerenta general de la Unión de Exportadores, Teresa Aishemberg, hay distintas formas de relacionamiento. «Ellos tienen un plan estratégico quinquenal. Es muy importante los contratos a largo plazo y saber que van a tener estabilidad a la hora de abastecerse de productos o invertir en un mercado», sostuvo.

Por otra parte, el presidente de la Cámara Mercantil de Productos del País, Eduardo Díaz, indicó que para comerciar con China no hay que verla como un todo. «Hay oportunidades con algunos de los gobiernos provinciales, y la demanda en cada zona del país no es homogénea», indicó.

Para Carámbula de Uruguay XXI, aún hay mucho para crecer en materia de inversiones chinas. «Hemos hecho énfasis en la promoción del plan de infraestructura que viene promoviendo el Estado a nivel mundial, y en particular en China. Hoy hay varias empresas interesadas en llamados a licitación del ferrocarril central que unirá a Durazno con Montevideo, enmarcado en las negociaciones con UPM. Es una inversión de US$ 1.000 millones, en modalidad de PPP», consignó. Agregó que como ya ha sucedido con otros países de la región –Como Brasil y Argentina- se apuesta a las empresas de infraestructura china para realizar proyectos en Uruguay.

De las 7 empresas que se presentaron a licitación para el ferrocarril central de Durazno a Montevideo, 4 son de origen chino

Una visión nás crítica la aportó el presidente de la Cámara de Comercio Uruguay – China, Gabriel Rozman. «Los chinos tienen un desgaste con Uruguay, ya que salieron muchas licitaciones que después no quedaron en nada. Pasó con AFE, que llegaron delegaciones y no se logró nada», dijo.

Según Rozman, los chinos están acostumbrados a negociar «de país a país, de gobierno a gobierno» por eso las relaciones políticas son tan importantes para avanzar en negociaciones comerciales. «Acá (en Uruguay) tenemos un procedimiento de compras transparente, a través de licitaciones, y ellos van generalmente en donde tienen ventajas de gobierno a gobierno», añadió el empresario.

«Si una empresa se instala en Uruguay es probable que el gobierno chino le haya dicho que se instale, por eso las relaciones de país a país son muy importantes». Gabriel Rozman, presidente de la Cámara de Comercio Uruguay – China

Rozman comentó que durante la Cumbre de China-LAC se buscó la unión de varias cámaras de comercio regionales para ir «en bloque» a negociar con empresas chinas, pero eso al gigante asiático «no le resulta de su agrado; ellos quieren negociar con cada país por separado, y nosotros entre tantos otros países de América Latina, somos muy pequeños para eso», indicó.

Sin embargo, sostuvo que la llegada de bancos de origen chino podría propiciar más inversiones en el país, ya que para concretar sus negocios, prefieren que el intermediario financiero tenga su mismo origen.

Por su parte, el embajador de Uruguay en China, Fernando Lugris, recordó que Uruguay y China tienen un acuerdo para la promoción y protección de las inversiones, y que se está buscando intensamente «la captación de inversiones, identificando los sectores a nivel nacional que pueden recibirlas, y preparando misiones específicas regionales», indicó.

Un ejemplo de esto es la primera misión oficial que se realizó este año a China, encabezada por la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, junto a Uruguay XXI la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), y empresas de este sector.

 

Importancia para la región

En una gira por algunos países de Latinoamérica el año pasado, el presidente chino Xi Jinping planteó el proyecto Cooperación práctica 1+3+6. «Uno significa la planificación de cooperación china, América Latina y el Caribe 2015-2019; tres se refiere a los tres motores: comercio, inversión y finanzas; seis se refiere a las áreas de energía y recursos, infraestructura, cultura, industria manufacturera, innovación científica y tecnológica, y tecnología informática», explicó el director general del Departamento de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de China Zhu Qingqiao, citado por Bloomberg.

Según un informe del Centro de Estudios Asia Pacífico de la Universidad EAFIT (Colombia), financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el negocio de América Latina pasó de concentrarse en meras transacciones comerciales, a la presencia física de empresas chinas en América Latina.

Se describen fundamentalmente ocho sectores concretos en los que ya tienen presencia algunas compañías: minería, petróleo, agricultura, bienes raíces, manufacturas, telecomunicaciones, logística y sector bancario.

 

Agilizar las relaciones

Zonamerica desarrolló en China el año pasado una plataforma de negocios para facilitar las actividades económicas entre China y Latinoamérica.

La plataforma apunta a tres dimensiones: que las empresas latinoamericanas vendan más productos en China, ayudar a quienes importan mercadería desde ese país y facilitar inversiones chinas en Latinoamérica. Al mismo tiempo, opera como una oficina comercial para Zonamerica, para atraer clientes para sus parques en Uruguay y Colombia.

Según el country manager de Zonamerica en China, Javier Bahut Vega, Latinoamérica va a seguir siendo un lugar para que China se aprovisione de materias primas, pero cada vez va a haber inversiones maduras en tecnología. «Va a haber empresas chinas que buscan promover sus productos, chinos que pensarán en instalarse para vender directamente en la región. Hay muchos productos, pero aún pocas marcas y empresas chinas», sintetizó.

 

 

El Observador

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