Litio: Su precio se duplicó en los últimos años y tiende a estabilizarse

 

Según información del Benchmark Mineral Intelligence, el precio del carbonato de litio ha tenido un fuerte incremento durante los últimos tres años, lo que representó un gran beneficio para los principales productores mundiales. A partir de 2018 se produciría una lenta normalización. Para Morgan Stanley, el litio bajará 45% para 2025.

Benchmark Mineral Intelligence, una publicación especializada en información sobre minerales en el mercado de las baterías, el precio del litio ha experimentado un fuerte incremento durante los últimos, posibilitando grandes beneficios a las principales productoras mundiales.

El valor del mineral ha mostrado un aumento sostenido, reflejando la proyección de una mayor demanda fundamentalmente asociada al desarrollo de soluciones de almacenamiento de energía, como las baterías para vehículos eléctricos y por factores coyunturales como el subsidio del gobierno chino a la industria de los buses impulsado con esas baterías.

Los incrementos de los últimos años del precio del metal blanco que casi se duplicó, alentó el optimismo en Chile y nuevos proyectos de expansión en Argentina. En la actualidad, el carbonato de litio se ha transado con un valor mínimo de u$s 5.952/ton y un valor máximo de u$s 6.614/ton. Pero ha alcanzado picos de u$s 13.000.

Banchile Inversiones estima que en 2018 el precio del carbonato de litio rondará los u$s 6.000 por tonelada. Según los especialistas, se prevé que en este año, se incluyan en el mercado nuevos productores –entre Bolivia con las mayores reservas mundiales– lo que provocará una normalización del precio actual.

Pero para los analistas de Morgan Stanley, la mayor producción de autos eléctricos no será «suficiente» para compensar la creciente oferta de litio proveniente de Chile y otros productores, por lo que proyectan una merma del 45% para 2021.

Morgan Stanley cree que la adopción de autos eléctricos no será tan rápida, frente a otros análisis que estiman que la incorporación será disruptiva para la industria automotriz que no se adapte. Por ejemplo, automotrices tradicionales como Volvo, se comprometieron públicamente a que, desde 2019, solo fabricarán autos eléctricos o híbridos y abandonarán los motores de combustión a nafta. Varios otros grandes fabricantes de coches están en el mismo camino. A ello se suma, el anuncio de China de que, desde el 2025, al menos uno de cada cinco de los autos salidos de sus fábricas, funcionarán en base a electricidad, lo que puede contradecir los pronósticos de Morgan Stanley.

Nuevos proyectos de expansión que prevén los grandes productores en Chile, podrían estar agregando unas 500.000 toneladas por año al abastecimiento global para 2025, superando el crecimiento de la demanda”, según afirmó Morgan Stanley al Financial Times. Considera que 2018 será el último año de déficit global de litio y pronostica que el precio del carbonato de litio caerá de picos de u$s 13.375 por tonelada a u$s 7.332 por tonelada para 2021, y estabilizarse en torno a u$s 7.030.

Los precios del “oro blanco” se han más que duplicado en los últimos dos años, a medida que se intensificó la demanda de materias primas para baterías de autos eléctricos. Según estimaciones de Goldman Sachs, un Tesla Model-S usa más litio en sus baterías que 10.000 smartphones, por lo que las automotrices tratan de asegurarse el suministro, por un lado y por otro, avanzar en las investigaciones que permitan reducir el uso del litio o incrementar el rendimiento de sus baterías.

También Argentina de prepara para convertirse en uno de los mayores proveedores globales de esta materia prima, que está experimentando una demanda explosiva en el mundo, pese al informe pesimista de Morgan Stanley.

Entre las particularidades de Argentina –tercera reserva mundial de litio–, es que se propone industrializarlo en el país, agregándole valor.

Con grandes economía como China, Francia, Alemania e Inglaterra, que apuntan a que todo su parque automotor sea de este tipo entre 2025 y 2040, la demanda del litio parece asegurada en las condiciones de la tecnología actual, que utiliza unos cinco kilos de este metal por cada auto, el equivalente a lo que se necesita para hacer funcionar 17.000 iPhones.

Pero debe tenerse en cuenta que también se necesita litio para baterías que puedan ser usadas para almacenar energía proveniente de fuentes renovables, como solar o eólica.

Marcelo Álvarez, gerente general de la Cámara de Empresas Mineras de la Argentina (CAEM) considera que su país podría ser un protagonista privilegiado en este negocio: “Se calcula que el 65% de las reservas mundiales se ubican en el triángulo geográfico que abarca los salares del norte de Argentina, Chile y del sur de Bolivia (…) Si nuestra industria hace bien las cosas en los próximos años, podemos posicionarnos como un jugador mundial y proveer a un mercado de enorme crecimiento”.

Esta apuesta está en consonancia con un informe publicado a mediados de este año por los responsables de la Secretaría de Minería del Ministerio de Energía argentino. Según el mismo,  “durante 2016, la Argentina contribuyó con el 16% de la producción global, solo superada por las minas de Australia (40%) y de Chile (33%)”. Las provincias con mayores reservas en formato de salares son Jujuy, Salta y Catamarca, todas en el norte del país.

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