Roberto Ibarguren
En el planeta se dispone hasta hoy de un stock o reserva de Tierras Raras, de alrededor de unos 120 millones de toneladas distribuidas en China (40), Vietnam y Brasil (20 c/u), India (6,9), Australia (3,4), y EEUU (1,4).
En nuestro país se detectaron reservorios en rocas graníticas en la Región del Norte Grande (Salta, Catamarca, La Rioja, y Santiago del Estero), así como en Córdoba y San Luis. Argentina podría situarse como actor en este mercado minero, ya que el Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) y el Dr. Ricardo Alonso, confirmaron en 2014 la existencia de Tierras Raras en Salta, Jujuy, Chaco, Santiago del Estero y en Valle Fértil, San Juan y en San Luis.
La Unión Europea tiene interés en reemplazar gradualmente importaciones de China, por producción sudamericana, con Argentina en posición prometedora. El gobierno chino efectuó consultas estratégicas a sus ejecutivos del sector, sobre si restringiendo la exportación de Tierras Raras, podría perjudicar a los contratistas del Pentágono; se trata de elementos químicos cruciales para la industria militar, especialmente, la fabricación y mantenimiento de los aviones de combate F-35, misiles teleguiados y drones. En esa consulta, China buscaba además conocer si dichas restricciones podrían generar otras fuentes alternativas de Tierras Raras provenientes de su propia capacidad productiva, así como la de otros países.
Por eso, su Ministerio de Industria y Tecnología de la Información propuso hace dos meses un proyecto destinado a controlar la producción y exportación de 17 minerales de Tierras Raras en el propio país, puesto que ejerce el dominio del 80% de la oferta mundial. De todos modos, la demanda de Tierras Raras por parte de China es muy alta y ya superó la propia oferta local en el último quinquenio, para destinarla a la fabricación de vehículos eléctricos y generación de energía eólica, entre otros destinos.
Este contenido, resumido prolijamente por Sun Yu en el Financial Times el 17 de febrero pasado resultaría muy valioso que la Argentina impulsara vigorosamente la factibilidad de producción de Tierras Raras, en los yacimientos existentes en su territorio, ampliando su potencial minero estratégico.
Las Tierras Raras, se originaron hace 390 millones de años y fueron descubiertas en 1784 por el finlandés Johan Gadolin, y recibieron su denominación por la apariencia terrosa de sus óxidos, por su extraña composición química y su bajo número atómico, lo que las sitúa en su grupo de elementos químicos en la Tabla Periódica de Mendeleieff (17 elementos de tierras raras, 15 de lantánidos, y 2 adicionales).
Esta información indica que la región del Norte Grande Argentino y demás provincias debieran organizarse conjuntamente, con un efectivo apoyo de la Nación, para tratar de implementar y poner en marcha un proyecto minero para relevamientos detallados de Tierras Raras, y su posterior planificación productiva e industrial, proveyendo de nuevas fuentes de actividad minera a su tan subdesarrollado territorio, y un mejoramiento del nivel de vida de las empobrecidas comunidades involucradas.
El Tribuno
