La increíble minería submarina

La minería en el fondo del mar es un proceso de extracción mineral relativamente nuevo, que se da lugar en el fondo marino. Los yacimientos de minería oceánica se suelen hacer en torno a grandes áreas de nódulos polimetálicos o fuentes hidrotermales activas o extintas a unos 1.400-3.700 metros bajo la superficie oceánica.

Las fuentes hidrotermales crean depósitos de sulfuros que contienen metales preciosos como plata, oro, cobre, manganeso, cobalto y zinc.

Los depósitos son extraídos utilizando bombas hidráulicas o sistemas de cubeta que llevan el mineral a la superficie para ser procesado.

A mediados de los 60 la prospección de la minería oceánica vino de la mano de la publicación de “Recursos minerales del mar” de J. L. Mero.

El libro afirmaba que se podrían encontrar suministros casi ilimitados de cobalto, níquel y otros metales en los océanos del planeta. Mero declaró que estos metales se produjeron en depósitos de nódulos de manganeso, que aparecieron como masas de sedimento comprimido en el fondo marino a profundidades de 5.000 metros. Algunas naciones, incluyendo Francia, Alemania y Estados Unidos, enviaron barcos de investigación en busca de depósitos de nódulos. Las estimaciones iniciales de la viabilidad de la minería marina resultaron ser muy exageradas. Esta sobre estimación, mezclada con un descenso en los precios del metal, llevó prácticamente a abandonar la minería de nódulos en 1982. De la década de los 60 a 1984 se estima que se gastaron 650 millones de dólares americanos en el proyecto, con poco o ningún provecho.

Pero en la pasada década, ha comenzado una nueva fase de la minería marina. La creciente demanda de metales preciosos en Japón, China, Corea e India ha presionado a estos países en la búsqueda de nuevas fuentes. Se ha desplazado recientemente el interés hacia los respiraderos hidrotermales como fuente de metales en lugar de nódulos dispersos.

El renovado interés en la minería de nódulos fosforosos en los cañones del suelo oceánico para conseguir fertilizantes artificiales basados en fósforo está teniendo una importancia significante en el mundo de la producción de alimentos. El aumento de la población mundial presiona la necesidad de fertilizantes artificiales.

Actualmente, el yacimiento marino con mayor potencial, el Proyecto Solwara I, fundado en aguas de Papúa Nueva Guinea, es una fuente de alto grado de cobre y oro y el primer suministrador de sulfuros masivos del lecho marino (Seafloor Massive Sulphide, SMS).

El Proyecto Solwara I se encuentra a 1600 metros bajo el nivel del mar en el Mar de Bismarck, Provincia de Nueva Irlanda.

 Usando la última tecnología ROV (Remotely operated vehicle), Nautilus Minerals Inc. fue la primera compañía de su clase que comenzó una excavación a tamaño completo de los depósitos minerales marinos.

Las regulaciones más notables en la minería marina llegaron a través de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1973 a 1982, que finalmente se llevaron a cabo en 1994.

La convención fijó la International Seabed Authority (ISA), que regula la minería marina de las naciones fuera de su Zona Económica Exclusiva (un área de 200 km que rodea la costa de una nación).

La ISA necesita que las naciones interesadas en la minería marina exploren dos yacimientos y cedan uno a la ISA, así como un préstamo de tecnología durante un periodo de 10 a 20 años.

Estos requerimientos parecían razonables, ya que se cree que la minería de nódulos será extremadamente prolífica. A pesar de esto, lo estricto de dichos requisitos llevó a algunos países industrializados a rechazar firmar el trato inicial en 1982.

Las profundidades marinas contienen diversos recursos disponibles para su extracción, incluyendo plata, oro, cobre, manganeso, cobalto y zinc. Estos materiales en bruto se encuentran en varios formatos en el fondo marino, normalmente en mayor concentración que en minas terrestres.

Los recientes avances tecnológicos han hecho que el uso de remotely operated vehicles (ROVs) para recoger muestras minerales de posibles yacimientos vaya en aumento. Usando perforadoras y otras herramientas de corte, los ROV obtienen muestras para analizar en busca de materiales preciosos. Una vez hallado el emplazamiento, se instala una estación o barco para extraer mineral del área.

En los últimos años, las áreas mineras más prometedoras han sido las Cuencas Central y Este de Manus, cerca de Papúa Nueva Guinea y el cráter de Conical Seamount en el este.

Estos lugares mostraron cantidades prometedoras de oro en el área de los depósitos de sulfitos (una media de 26 partes por millón). La relativa poca profundidad de 1050 metros, junto a la proximidad de plantas procesadoras de oro hacen de este lugar un excelente yacimiento.

Como la minería marina es un campo relativamente nuevo, las consecuencias de las operaciones mineras a gran escala todavía son desconocidas. Aun así, los expertos coinciden en que la eliminación de partes del fondo oceánico traerá perturbaciones y afectará la cadena alimenticia del lugar.

Esquiú

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