Desvío de fondos en YCRT

 

Destinó 200 millones de pesos a obras dentro de una estancia sin tener el permiso del propietario.

A pocos kilómetros de Río Gallegos se encuentra la estancia Killik Aike Sur una de las más relevantes de la provincia, por su cercanía al puerto y las cabezas de ganado que supo mantener. En sus más de trece leguas de extensión el extinguido ministerio de Julio De Vido volcó $ 200 millones para la realización de trabajos complementarios al tren “Eva Perón” (obra sospechada de diversas irregularidades) sin firmar un solo documento con el dueño del lugar, según la auditoría que realizó Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) sobre la obra que costó $ 700 millones.

El Tren «Eva Perón» no cuenta con planos del proyecto, no se conoce su recorrido ni el avance de obra; tampoco se sabe el detalle de sus ejecuciones. Sin embargo el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido destinó 71 convenios (con la UTN e YCRT) por $ 716 millones y se facturaron $ 296 millones “en una obra inaugurada sin haberse concluido”.

Parte de los fondos investigados y que podrían derivar en una nueva denuncia penal contra De Vido, se destinaron a una estancia ubicada en la margen del río Gallegos: $ 200 millones se ejecutan en Killik Aike y el documento de YCRT resalta que “las obras y los servicios se contrataron sin la existencia de un presupuesto general y una planificación de avance de obras”.

El nombre de Killik Aike se observó en el cartel de un parador el 12 de octubre, cuando Alicia y Máximo Kirchner encabezaron «la falsa inauguración”, como lo calificó la auditoría. Pese a las sumas millonarias destinadas y los trabajos emprendidos, no se firmó ningún documento con el propietario.

Ante la irregular situación, los responsables de la auditoría se reunieron con Roberto Fernández propietario de la estancia. Recorrieron el inmenso predio, observaron las obras realizadas dentro de la propiedad y allí reconoció que nunca firmó documentación ni permiso alguno vinculado a la obra.

“Autoricé los trabajos verbalmente”, admitió en ese recorrido y dijo estar en conocimiento del proyecto, que consistía en el trazado de una vía que pasaba por su estancia, en la que además se constituiría una estación “con las raquetas necesarias para conectar con las vías hacia destinos diferentes». La promesa incluía también, potenciar turísticamente el campo y mejorar el casco del mismo.

Las obras en Killik Aike incluyeron la construcción de terraplenes, durmientes, la colocación de rieles, construcción de un andén y la remodelación del casco de la estancia. Todo se llevó adelante sin cumplir con los “actos administrativos o expropiaciones o convenios del uso del suelo con los dueños del campo”, indica la auditoría a la que accedió Clarín.

Las obras hechas hasta el momento en la estancia, son de importantes dimensiones y por ello se ordenó la confección de planos y un relevamiento del trabajo para poder cuantificar si el monto de inversión supera los $ 200 millones.

Para avanzar con estos trabajos era necesario que parte de la información la proporcione el dueño de la estancia. Pero Fernández ante el avance de la auditoría, decidió no responder las notas enviadas en tres oportunidades por las autoridades, y con la tranquera cerrada prohibió el acceso a Killik Aike a los responsables de inspeccionar las obras que costaron $ 200 millones..

Una irregularidad más que suma la obra del Tren Eva Perón, que recién figuró en el presupuesto en 2015 -aunque las obras iniciaron mucho antes- con una partida por fuera de lo ejecutado de $ 361.612.88, como parte de los $ 2.757 millones destinados a los convenios.

Clarín

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