El secretario adjunto a la Aoma (Asociación Obrera Minera Argentina), seccional Farallón Negro, -con jurisdicción regional en toda Catamarca-, Diego Herrera, expresó su preocupación por la ordenanza que prohíbe la explotación minera a cielo abierto en la cuenca del río Andalgalá, puesto que se afecta el proyecto de Agua Rica. En este sentido, rechazó la normativa municipal y aseveró que «es una irresponsabilidad total de los concejales”.
El dirigente del sindicato obrero minero se solidarizó con los trabajadores de ese emprendimiento minero, que «indudablemente van a ser perjudicados”. Al respecto, se preguntó «qué se va a hacer con los noventa trabajadores que quedarán cesantes si el proyecto de Agua Rica no avanza”.
«Desde ya nos solidarizamos con todos los compañeros afectados y sus familias”, acotó el sindicalista, anunciando que mañana «vamos a estar en Andalgalá y vamos a pedir nuevamente que se ponga en marcha la actividad en Agua Rica, como en cualquier otro proyecto de la provincia”.
El sindicalista insistió en calificar de «irresponsable” la actitud de los ediles andalgalenses. De igual manera tildó al intendente, Alejandro Páez, que promulgó la ordenanza aludida. Herrera afirmó que «a la par de ser un instrumento que va en contra de la actividad minera, es dañino en muchos aspectos”.
«Uno de ellos, muy lamentable, es que la minería viene siendo uno de los ejes centrales de la producción y la economía en Catamarca, y el otro, tal vez el más triste, es que disgrega a la familia minera”, analizó el representante de Aoma. En esta última línea, observó que «algunos deberán buscar otros rumbos en otras provincias y hasta fuera del país, cuando para muchos era su único trabajo o su única experiencia laboral, algo que es muy frecuente entre los obreros mineros”.
Herrera apuntó que «desde Aoma vimos mal en todo sentido el dictado de esta ordenanza, no sólo por el contenido, que de por sí es negativo, sino por la forma en que se lo instrumentó, entre gallos y medianoche, sin un previo y público tratamiento para conocimiento de toda la comunidad”.
Además, apuntó que «se podrían haber tomado otros caminos, como el de un plebiscito por ejemplo, donde se le hubiera consultado a la ciudadanía, y no con una ordenanza que refleja la opinión de siete concejales y algunos pocos más”.
Analizando los objetivos pretendidos y el propósito de la ordenanza, evaluó que «es incomprensible que hombres de la política hayan adoptado una postura tan intempestiva e irresponsable, porque partiendo de un ‘no’, como es una prohibición, es cerrar todas las posibilidades de consensuar y acordar las condiciones, sobre todo en materia de riesgos ambientales, para que un proyecto sea viable y factible”.
«Este es un ‘no’ (por la ordenanza) que cierra todas las puertas”, contempló Herrera.
El gremialista remarcó que «como representante de los trabajadores, siempre vamos a luchar por la seguridad de nuestros compañeros y la preservación del ambiente, porque somos nosotros, los mineros, quienes estamos en las minas y siempre estamos previniendo y alertando sobre los riesgos y los efectos ambientales adversos”, agregando que «se pueden mitigar al máximo con una prospección adecuada y una inversión responsable. Lo que se debe hacer son las pericias y controles adecuados y responsables, desde el mismo momento en que se analiza la factibilidad de un proyecto”.
«Por eso no estamos para nada de acuerdo con esta ordenanza”, enfatizó Herrera, concluyendo que «con esta negativa a la minería, Andalgalá va a ser la más perjudicada desde el punto de vista laboral, como por todas las mejoras que podría recibir en la distribución de las regalías”.
El Esquiú