El club social Manila ha generado controversia desde su lujosa adición a su menú: una dona de 100 dólares. Soñada por el Chef y fundador del restaurante Brooklyn eatery’s, Björn DeLaCruz, la donaGolden Crsital Doub está lejos de ser una ordinaria rosca de masa frita: Rellena de ube (yam violeta) mousse y gelatina de champagne, está cubierta de glaseado hecho de cristales y bañada en oro de 24 quilates.
DeLaCruz no es el primero en cocinar con metalurgia. Muchos innovadores culinarios han seguido en mismo camino dorado antes que él, retando al toque de Midas en muchos trabajos comestibles.
Afamado por crear el sushi más caro del mundo, basado en Manila, el chef Angelito Araneta Jr. -Que se hace llamar el “Karat Chef”- hace un punto al incorporar oro a todas sus prodigas creaciones, intercambiando el nori tradicional por hojas de oro en su “Sushi del oriente”.
Con un precio de 1,900 dólares, el nigiri roll de cinco piezas contiene ingredientes de lujo incluyendo salmón rosa noruego y foie gras, cada bocado es rematado por .20 quilates de diamantes africanos y tres perlas de Palawan.
El título a el platillo marino más caro, sin embargo, (no oficial) pertenece al Bombay Brasserie’s Samundari Khazana curry, con un precio de 2,900 dólares.
Haciendo énfasis en una langosta escocesa chapada en oro – su nombre se traduce a “seafood treasure”- contiene una cantidad de otros ingredientes como cangrejo Devon, caracoles de mar, abulón, huevo de codorniz, y caviar de Beluga.
Mientras tanto la hamburguesa más cara tiene su hogar en un camión de comida móvil.
Presentada en una envoltura de oro, la Douche Burger – 666 dólares – de 666 Burger’s está compuesta de carne Kobe rellena de foie gras y cubierta de gruyere (derretido con vapor de champagne)- adornada con trufas, langosta, caviar, y salsa barbecue hecha con granos de café Kopi Luwak.
El postre más caro del planeta se trata del Serendipity 3’s Frozen Haute Chocolate- una mezcla de hielo, cacao, leche, y cinco gramos de oro de 24 quilates- te dejará helado con un precio de 25,000 dólares.
Rodeado de crema batida infusionada en oro, requiere dos semanas de previo aviso y viene acompañado de una cuchara de oro solido en una copa incrustada de diamantes, sin mencionar una Madeline au Truffe de 250 dólares.
Serendipity también ofrece el Golden Opulence Sundae, de 1000 dólares, exhibiendo una montaña de fina vainilla tahitiana espolvoreada con trozos de chocolate venezolano, almendras capeadas de oro y frutas confitadas de primera calidad – coronado por un recipiente de caviar Grand Passion, trufas de chocolate, cerezas de mazapán y una complicada flor de hoja de oro y azúcar que requiere de ocho horas para su preparación.
The Langham Chicagos’s Pavilion Lounge es el hogar de una golosina parecida de mil dólares: Bautizada en honor a la reina en poder cuando el hotel de Flagship abrió en 1865, el Victorian Sunday combina helado de chocolate premium con tres helados de vainilla (Tahitiano de frutas, Madagascar Bourbon tradicional y poblano).
Adornado con una corona de chocolate hecha a mano, está terminado con una mezcla de los más finos ingredientes incluyendo coñac Luis XIII de Rémi Martin y espolvoreado con hoja de oro de 24 quilates. (Acompañado de una botella de Don Perignon de 150 dólares y una copa de cristal que el cliente puede conservar.)
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