La incertidumbre en YMAD por el ajuste sostenido que viene aplicando la gestión que encabeza Santiago Albarracín, en los que se inscribe el cierre de la planta de refinamiento que funcionó durante 30 años en la Capital, que producía lingotes de oro y granallas de plata, sumó ayer un capítulo interesante. La empresa, como se informó, prometió que la planta se reabrirá en Farallón Negro, Belén, y garantizó sus puestos a los operarios afectados por la relocalización. Pero la novedad no fue tanto la aclaración, sino que el silencio impuesto en torno a las medidas de ajuste fue roto por Edgardo Ariza, secretario general de la Asociación Gremial del Personal Jerárquico y Profesional de la Actividad Minera (AGPJPAM). Según el dirigente, los problemas económicos que acechan a la firma son a causa de «un manejo muy político” que se hizo de ella. Mencionó específicamente en tal sentido al ex director en representación de Catamarca Armando «Bombón” Mercado, muerto en 2013, quien según dijo se apegó a un tradicional estilo de gestión que considera a los organismos y las empresas del Estado como instrumentos para favorecer adeptos y parientes, y a sus recursos como botín electoral.
Nada que pueda sorprender a los catamarqueños. «Bombón” Mercado fue el cabecilla del despliegue en Catamarca del modelo de construcción política que el kircherismo, una vez que se hizo de los resortes de la Casa Rosada, exportó de Santa Cruz a todo el país, con el encumbramiento de familiares e incondicionales en la conducción de las cajas más sabrosas y propicias a los negocios de la administración pública, que en el caso catamarqueño incluían a la minería. Los criterios con que se manejó la política minera en manos del «mercadismo” son idénticos a los que «Bombón” aplicó en YMAD.
Ariza objetó la gran cantidad de designaciones en cargos bien remunerados que promovió «Bombón” Mercado tras desembarcar en YMAD. Dijo: «A los últimos grandes ingresos los realizó el ‘Bombón’ Mercado, quien hizo ingresar gente con cargos de categoría de gerente. Nosotros pedimos que bajen esos niveles porque es una ofensa a la gente de carrera y a la que trabaja en la mina u otras áreas importantes. Nos dijeron que no se podía porque ya estaban. Entonces, con ese mismo criterio, les dijimos que nuestra gente, que son los que realmente laburan, no pueden utilizarlos como fusibles para bajar costos”. Por gestiones de Mercado, el personal de YMAD en la Ciudad de Buenos Aires creció exponencialmente. «En la CABA debe haber como 50 personas, cuando antes manejaban la empresa con 6, pero donde hacía falta gente para la producción en la mina nos costaba que ingresara personal. Y los que ponen el hombro realmente son los que están en la mina”, dijo Ariza.
Los nombramientos en la era «Bombón” fueron de familiares y amigos santacruceños y algunos recomendados por políticos de Catamarca, en estilo consistente con la consideración de que la provincia era una suerte de factoría concedida al cuñado de Néstor Kirchner, también fallecido. Podrá parecer curioso que el presidente de YMAD designado por la Casa Rosada jamás se refiriera a este clavo de favorecidos políticos legado por el ex director catamarqueño, pero debe tenerse en cuenta que la estirpe «mercadista” sigue en funciones a través de Ángel Mercado, sobrino de «Bombón” que heredó el cargo de director en empresa y jefatura de la política minera provincial, quien junto a Gilberto Santillán avalan el gerenciamiento que se lleva adelante en perjuicio de la firma y de Catamarca.
El Ancasti
