La mina de oro iglesiana comenzó oficialmente con un nuevo programa, ‘Mina Abierta’, con 32 motos que subieron a la mina y estuvieron en el open pit. Por Viviana Pastor
Una postal inusual se vio este sábado a casi 5.000 metros de altura en el portezuelo de Conconta, camino a la mina Veladero: 32 motos de travesías largas, como BMW y Honda Transalp, paradas en la calzada mientras sus conductores se tomaban fotografías rodeados de la imponente cordillera de Los Andes.
El logro había que dejarlo plasmado, era la primera vez que un grupo de «motoqueros» realizaba esta aventura en el camino de servicio de la mina, que tiene 152 kilómetros desde la garita de Tudcum hasta el campamento. Fue el puntapié inicial del programa «Mina abierta», con el que buscan acercar la actividad de Veladero a la gente.
«La mina es de los sanjuaninos. Los recursos son de la provincia, nosotros sólo la operamos. Entonces tenemos la responsabilidad de mostrarle lo que hacemos a los sanjuaninos y abrir las puertas de la mina para que la gente la visite, que estén seguros de que hacemos las cosas bien, que estamos invirtiendo en San Juan y pensamos quedarnos muchos años más. El sanjuanino se tiene que sentir orgulloso de que San Juan es la provincia líder en minería en Argentina, la más avanzada y que puede generar mucho más», dijo Fernando Giannoni, Director Ejecutivo de Barrick, operadora de Veladero.
Para demostrar los vientos de cambio que ya soplan, Giannoni participó con su esposa, Dolores, de la travesía en un cuatriciclo. La máquina se rompió a los 10 kilómetros de la salida, pero eso no les impidió seguir, se subieron a otras motos como acompañantes.
El operativo travesía tenía pulidos todos los detalles, y sobre todo la seguridad. Todos los conductores de las motos se sometieron a estrictos estudios de salud antes de que les dieran el OK para subir.
El día de la aventura, se dieron previamente todas las indicaciones. Iván Ortiz, superintendente de Medio Ambiente, encabezaba el grupo y explicó que había que hacer en caso de algún percance con la moto. El convoy contaba con un equipo mecánico de asistencia y ambulancia.Se hicieron paradas estratégicas para tomar agua en Peñasquitos y Sepultura.
Todo el viaje fue un éxito y no hubo ni una sola caída.
El día acompañó, el sol iluminó todo el camino y también el ánimo exaltado de los motoqueros. La llegada al campamento de Veladero fue una fiesta. Allí, después de un control de salud obligatorio para todos, el grupo partió a la zona de explotación y se bajó en el open pit, Fase 4 del filo Federico. Pudieron ver trabajar a la pala mecánica más grande de la mina y a los camiones fuera de ruta que cargan 250 toneladas de piedra y tienen ruedas de 4 metros de alto. Hasta pudieron subirse al camión y sacar fotos.
Maxi, conductor del camión asediado de «turistas», dijo que le «encanta» trabajar ahí y que cuando se sube al camión después no se quiere bajar ni a comer. «En la cabina no pasas ni frio ni calor», contó.
«Es una nueva etapa de Veladero», había anunciado Jimena Daneri, Directora Ejecutiva Adjunta.
Esta apertura de Veladero ocurre después de los incidentes de derrame de solución cianurada, los dos últimos, dentro del valle de lixiviación. «Quizás en el pasado se cometieron errores, no de mala fe, seguramente. Pero la mina no puede ser un lugar cerrado, tiene que ser abierto, por supuesto que es una actividad industrial y todo esto hay que hacerlo con mucha seguridad y planeamiento, pero queremos que esto se repita y haya otras actividades», dijo Giannoni.
Casi al unísono, los motoqueros,(el mayor tenía 67 años) resaltaron la «maravillosa experiencia», la «grandiosidad del paisaje.»; y prometieron volver pronto, posiblemente en diciembre.
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