A más de un mes de iniciado el paro en el Yacimiento Carbonífero Río Turbio (YCRT), ayer, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren , ratificó las medidas de ajuste que incluyeron un esquema de despidos y retiros voluntarios tomados por la intervención de la empresa estatal, que desencadenó la medida de fuerza.
Ante los representantes de los cuatro gremios -Miguel Páez (ATE Río Turbio), Pablo Mercado (APS), Luis Avendaño (Luz y Fuerza) y Guillermo Barrionuevo (La Fraternidad)-, el ministro condicionó la continuidad de YCRT al logro de consensos que garanticen la viabilidad de la empresa, según detallaron fuentes oficiales.
«Desde el inicio de la actual gestión se intentó un diálogo con las organizaciones gremiales para optimizar la dotación de personal y establecer nuevas condiciones de los convenios colectivos de trabajo que le dieran sustentabilidad a la empresa», detalló el comunicado oficial del ministerio.
En el texto se recuerda también que la falta de consensos mínimos llevó a la actual intervención, encabezada por Omar Zeidán, a tomar medidas de readecuación de la planta de personal como parte de las acciones necesarias para posibilitar la continuidad de las actividades de YCRT.
La empresa hoy cuenta con 2462 empleados y un presupuesto de $3435 millones, $1000 millones menos que los gastos que tuvieron que afrontar en 2017. Desde la intervención denunciaron los convenios colectivos durante el kirchnerismo, que elevaron los sueldos y llevaron a que más de 120 funcionarios ganaran más de $100.000.
Según datos revelados por YCRT, el 50% de los que menos ganan se queda con el 34% de la masa salarial. Ayer, Aranguren abrió la posibilidad de rediscutir los convenios colectivos actuales como parte del diálogo propuesto a los gremios. Al momento, la intervención firmó el retiro voluntario de 470 trabajadores, mientras que aún quedan 280 empleados despedidos. Sobre este punto, el ministro anunció ayer la decisión de reabrir hasta el 31 de marzo el programa de retiros voluntarios para quienes no adhirieron al esquema que venció el 28 de febrero pasado.
La empresa también ofrece la posibilidad de anotarse para entrar a trabajar en las represas hidroeléctricas que se construirán sobre el río Santa Cruz.
La Nación