El cartel mundial de litio se está autodestruyendo

 

 

El metal para baterías eléctricas se está cotizando a sus niveles más bajos en dos años. Después de duplicarse en 2016 y aumentar otro tercio el año pasado, los precios de las permutas financieras sobre carbonato de litio en Asia han bajado un 30 por ciento en lo que va del año, según Benchmark Mineral Intelligence. Como si eso no fuera lo suficientemente malo, mire lo que acaba de suceder con Ganfeng Lithium Co., el segundo productor más grande del mundo. Su oferta pública inicial en Hong Kong fue valorada en 16,50 dólares de Hong Kong por acción, anunció la compañía el miércoles, el nivel más bajo de un rango objetivo que llegó a 26,50 dólares de Hong Kong. Incluso a esos precios, los inversores no mostraban interés y alrededor del 40 por ciento de la porción disponible para los inversionistas de Hong Kong no fue suscrita.

Sin duda, no es sorprendente, dada la racha de OPI que fracasaron durante el año pasado, incluida la plataforma de ventas de autos en línea Yixin Group Ltd. y el fabricante de teléfonos inteligentes Xiaomi Corp. Aun así, dejó una parte considerable de la emisión en manos de LG Chem Ltd., Samsung SDI Co. y cuatro empresas chinas vinculadas con el estado que actuaron como inversionistas principales y suscribieron un monto fijo en dólares, más 2 millones de acciones adicionales que se colocaron con una división de la empresa estatal Guotai Junan International Holdings Ltd.

Las valuaciones de las compañías de litio han estado disminuyendo todo el año y los múltiplos del valor de empresa respecto de ebitda para Albemarle Corp., FMC Corp. y Tianqi Lithium Corp. se encuentran en aproximadamente la mitad de sus niveles de inicio del año. Sin embargo, eso no explica toda la debilidad: al precio de oferta, Ganfeng está valorado en aproximadamente 9,3 veces el ebitda de 2017, en comparación con las 10,3 veces de Albemarle y Tianqi y las 17,9 veces de FMC.

La mejor explicación para esto es la que dimos en mayo. El agresivo acuerdo de Tianqi, más las conexiones entre el gobierno chino y su presidente y el de Ganfeng, hacen que el mercado del litio se vea cada vez más como un cartel vinculado al estado. Los carteles de productores deberían ser buenos para los precios de las materias primas que venden, pero eso no es realmente lo que está sucediendo aquí.

Después de todo China no está interesada en el litio por sí solo, sino porque es un ingrediente clave para la industria de las baterías recargables que Pekín desea desarrollar. Como tal, el gobierno apunta a garantizar un amplio suministro, lo que mantiene los precios bajos y maximiza las ganancias de los fabricantes de baterías y de las compañías de vehículos eléctricos que realmente le importan.

Los inversores en los productores de litio suelen contar con el resultado opuesto: una situación en la que la demanda va mucho más allá de la oferta y mantiene los precios altos. Eso dañaría los márgenes de los fabricantes de baterías, pero permitiría que aquellos que extraen los compuestos de litio obtengan ganancias extraordinarias. Una vez que se complete la transacción, los inversores nuevos no principales terminarán con menos del 10 por ciento del capital accionario de Ganfeng. El presidente Li Liangbin, que forma parte del comité permanente del Congreso Popular en Xinyu, la ciudad natal de Ganfeng, tendrá el 21 por ciento. El prospecto de la compañía promete independencia operativa de su fundador y mayor accionista, y por lógica, del gobierno en el cual él es un funcionario de bajo rango. Pero esto es China en 2018. Si una empresa en una industria de importancia nacional quiere convencer a los inversores de que siempre estará de su lado, en lugar del lado del estado, va a necesitar mucho más que palabras en el papel. Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.

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