Durante el año se cerraron 70 transacciones por u$s4.600 M. El promedio histórico es u$s7.000 M
El 2018 se va y nos deja la devaluación del peso, que desde comienzos de año alcanza el 110 por ciento. Esa pérdida de valor de la moneda local impactó fuerte en varios frentes y el segmento de las fusiones y adquisiciones no fue la excepción.
Sin dudas, la depreciación del peso pegó de lleno en el valor de las compañías, lo que determinó que muchos dueños, que hasta no hace tanto tiempo querían desprenderse de sus activos, decidieran esperar a que recuperen el valor.Esa política conservadora repercutió en la cantidad de transacciones.
Según datos de la consultora OJF, durante el año se concretaron 70 operaciones, 16 menos que en 2017, es decir, un 18,6% menos. Empresas de origen nacional fueron las encargadas de cerrar 39 de esas operaciones mientras que el resto fue llevada adelante por inversores extranjeros.
El promedio histórico de deals en el país se encuentra en 92 transacciones, con un importe promedio de u$s84 millones.
Este año, el monto de las operaciones de M&A alcanzó los u$s4.614 millones. La baja es bastante sensible, comparado con los más de u$s32.200 millones de 2017, período en el cual se realizaron dos grandes fusiones en Argentina (PAE-Axion y Telecom-Cablevisión). De todas formas, el promedio anual histórico es de u$s7.000 millones.
Del total invertido en diferentes fusiones, más de u$s3.500 millones correspondió a compañías del exterior y algo más de u$s1.000 a grupos locales.
Los sectores con más operaciones fueron el manufacturero, con 26 operaciones; financiero, con 11; minero, con 10 y comercio, con 5.
Con más de u$s1.500 millones, el sector minero fue el que concentró el mayor monto, fuertemente influido por el alza en el barril de petróleo, la dinámica de la cuenca de Vaca Muerta y el auge de la industria del litio.
“Buena parte de los cierres de las transacciones de este año se empezaron a negociar previo a la debacle. Mientras tanto, muchas compañías e inversores están esperando a que se calmen los mercados para cerrar las transacciones. En consecuencia, la expectativa es que, dado los tiempos que lleva desarrollar los deals, el impacto de esas transacciones se pueda sentir más fuerte en 2019. Pero el desafío para lograr que esos cierres se concreten son las valuaciones”, indica Mariano Deagusto, analista de First Capital Group.
Comparativo
Si bien cayó con respecto al año pasado, el número de operaciones superó al registrado en 2014, 2015 y 2016 y equiparó al 2013. No obstante, sí estuvo muy lejos de las 131 transacciones del 2011.
En cuanto al monto, fue menos de la mitad de ese año, cuando se registraron u$s10.566 millones, y ocho veces menos que el año pasado. No obstante, fue superior a todos los años de la serie 2012-2016.
A pesar de que se cierra un año con menor cantidad de operaciones que en 2017, varios especialistas tienen cierta confianza de cara al futuro cercano.
“Toda crisis presenta una oportunidad. En este caso, la necesidad de financiamiento de las empresas locales y las atractivas valuaciones para los compradores podrían impulsar las transacciones en el corto plazo beneficiando a ambas partes. A las empresas porque podrían obtener financiamiento que de otra forma les es imposible o representa un muy alto costo. Y a los compradores porque podrían adquirir compañías a precios “de oferta” con buenas perspectivas de recuperación si es que se logra encauzar el funcionamiento de la economía”, concluye Deagusto.
BAE Negocios