Fluorita hizo un viñedo sobre escombros de minería y producirá sus propios vinos

La empresa creó la bodega Alma Minera, con una plantación que ocupa tres hectáreas en el Valle de Calamuchita.

Proyecta una producción de tres mil botellas este año, que comenzará a vender a fines de 2019.

Fluorita Córdoba, una empresa minera dedicada a la producción de fluoruro de calcio para grandes industrias, presentará comercialmente este año su propia bodega, con vinos hechos a 30 kilómetros de Río de Los Sauces (departamento Calamuchita), próxima al límite con San Luis.

En realidad, el proyecto forma parte de un programa de remediación ambiental, al cual suelen acudir las firmas que trabajan con la minería a cielo abierto.

En este caso, la idea fue darle un destino al escombro que queda como resultado de la extracción mineral. La firma produce 200 toneladas por mes de fluorita flotada, una piedra utilizada para electrodos que forma el arco eléctrico en la soldadura y baja el punto de fusión de los metales. A medida que se extrae, queda un remanente importante de piedra que no tienen destino.

En el mismo predio donde saca el mineral de la montaña, a 100 metros de la zona de extracción, la minera armó con la piedra sobrante un terreno de tres hectáreas para la vitivinicultura.

Si bien el régimen de lluvias, de mil milímetros anuales en la zona supera largamente, al de provincias como Mendoza y San Juan (200 a 300 milímetros), el uso de la piedra permite un rápido desagote del agua. Pero la altura, 1.300 metros sobre el nivel del mar, la amplitud térmica y los compuestos minerales que logra la tierra son propicios para la producción de vino.

El proyecto es parte de un programa de mejora continua iniciado hace una década, que busca mitigar el impacto visual en la montaña, pero además tener un misión social.

“El objetivo es generar nuevas fuentes de trabajo en Río Los Sauces, una zona donde no hay muchas opciones de empleo. Además, demostrar que la vitivinicultura puede ser posible gracias a la minería”, explica Gonzalo Martínez, gerente de Operaciones de Fluorita Córdoba.

 

El camino al vino

Fluorita plantó en 2014 las primeras plantas. En 2015, comenzó con la producción, con la idea de hacer 60 por ciento de malbec, 20 por ciento de cabernet franc y otro 20 por ciento de tannat.

Para eso, invirtió más de 700 mil pesos por hectárea para instalar la vid, la malla antigranizo y el sistema de riego por goteo y alrededor de 50 mil dólares en el equipo de producción y envasado del vino.

Con el asesoramiento de un enólogo, la firma consiguió con la vendimia del año pasado el nivel de calidad que buscaba y una producción de más de 800 botellas. Se inscribió en el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) como bodega artesanal bajo el nombre de Alma Minera y luego consiguió la habilitación comercial.

Según Martínez, el vino logró un grado de acidez de un PH de tres a 3,5, similar al de Mendoza. “Alcanzó tonos violetas estables y aromas florales que marcan una diferencia con otros vinos de Córdoba”, asegura.

Con esto, la próxima vendimia prevista para abril apunta a producir tres mil a cuatro mil botellas, por lo que una vez que la partida sea aprobada por el INV podrá empezar a venderlo.

“El plan para los próximos seis a siete años es llegar a las 30 mil botellas, lo cual implica una inversión de cuatro millones de pesos para la producción de uva y un monto significativo en equipo de elaboración del vino”, destaca el ejecutivo.

La empresa recibió del Gobierno de Córdoba el Premio a la Ecoeficiencia en 2014. Fluorita tiene un programa de autosustentación que incluye el tratamiento del agua en el mismo predio. Además, durante este año, instalará paneles solares que además de proveerle energía le permitirá bajar 50 por ciento el uso de combustible en sus grupos electrógenos.

A su vez, realizó un estudio con la Universidad de San Juan según el cual el remanente de la piedra utilizado para extraer el fluoruro de calcio, llamado scrap y que tiene entre 10 y 20 por ciento del productor, puede ser reutilizado en el mismo proceso. Eso permitiría disminuir la extracción de piedra de la montaña.

Uvas: plan de expansión

Alma Minera ya está inscripta como bodega artesanal.

30.000. Son las botellas que proyecta elaborar dentro de siete años. Sólo la producción de uva le demandará cuatro millones de pesos.

 

La Voz

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