Las acciones argentinas que operan en Wall Street iniciaron la semana con una marcada tendencia a la baja, afectadas por los temores globales sobre el futuro económico tras el brote del coronavirus, en medio de dudas sobre los próximos pasos del Gobierno en la reestructuración de la deuda y una cuarentena que frena aún más la alicaída economía.
En medio de un clima más cauteloso en los principales mercados del mundo, las acciones argentinas que operan en Wall Street iniciaron la semana con una marcada tendencia a la baja, afectadas por los temores globales sobre el futuro económico tras el brote del coronavirus, en medio de dudas sobre los próximos pasos del Gobierno en la reestructuración de la deuda soberana y una cuarentena que frena aún más la alicaída economía.
Una mayor prudencia desde el norte, tras el rebote técnico de las últimas semanas, impactó en los ADRs argentinos que acompañaron con importantes caídas , debido a que vienen mostrando una mayor correlación con el apetito por riesgo global, y además deben cargar con crecientes preocupaciones respecto a los severos daños económicos que impone la crisis sanitaria.
En ese sentido, las bajas de los papeles argentinos fueron encabezadas por Corporación América, que se desplomó un 9,7%. Al podio de las principales bajas se sumaron las acciones de Central Puerto (-8,1%); y Edenor (-7%). Más atrás aparecieron los activos de Despegar (-6,8%); los de Irsa Propiedades Comerciales (-6,1%); y los de YPF (-4,8%).
Producto de la disparada de casi 8% del «contado con liqui», que superó los $102, el índice bursátil S&P Merval trepó un 3,1%, a 28.880,64 unidades, pese a la tendencia negativa de su pares externos, luego de subir un 5,7% la semana pasada. Aunque vale resaltar que si medimos la performance del panel líder en dólares acusó una caída del 4,5%.
Dentro del panel líder, las acciones con mejor desempeño fueron las de Cresud, BYMA, y Banco Macro, con alzas de 9,7%, 8,1%, y 6,8%, respectivamente. En cambio, los descensos fueron liderados por los activos de Cablevisión, Holcim, y Transener, que mostraron pérdidas de 2,9%, 2,2%, y 1%, en ese orden. Se negociaron sólo $684 millones en acciones.
En el panel general, lo mejor fue para Molinos, que saltó con el 14,9%, después de que su presidente Luis Pérez Companc fuera recibido este fin de semana en la quinta de Olivos por el mandatario Alberto Fernández, con quien dialogó sobre la posibilidad de que el Estado adquiera 12 millones de toneladas de alimentos.
«Las valuaciones del ‘equity local’ (Merval en 290 dólares) lucen atractivas, no en general, pero sí en historias particulares. Con un horizonte de tiempo no menor a un año, puede ser un momento adecuado para tomar desvíos activos», estimó el Grupo SBS.
En los mercados internacionales, Wall Street terminó con mayoría de bajas, antes de que comience una nueva temporada de resultados trimestrales de empresas en Estados Unidos, que se prevé estará signado por las consecuencias de la pandemia de coronavirus.
El principal índice de Wall Street, el Dow Jones Industrial Average, perdió 1,4% a 23.393,79 unidades, en tanto el S&P500, de las mayores empresas en bolsa, perdió 1,3% a 2.752,93 unidades. El tecnológico Nasdaq se recuperó al final del día y terminó en verde, con ganancia de 0,48% a 8.192,43 puntos.
Luego de extensas reuniones, finalmente la OPEC y sus aliados llegaron a un acuerdo este fin de semana recortar la producción total de petróleo en 9,7 millones de barriles diarios (aproximadamente el 10% de la oferta global), sin embargo, el pacto no logró despejar todas las dudas a tal punto que el WTI cayó más de 1,5% (aunque el Brent subió 1,2% a u$s31,85).
Importantes negocios de los CEDEARs
Un dato que llamó la atención entre los operadores fue el monto negociado de los CEDEARs, los Certificados de Depósitos Argentinos que representan acciones de empresas extranjeras, utilizados por los inversores para dolarizar sus carteras.
Es que la evolución de las cotizaciones de estos papeles no solo es apuntalada por los movimientos de las acciones en Nueva York, sino que además reciben el impulso del dólar «contado con liqui» que, como mencionamos, se disparó 7,9% en este lunes.
En consecuencia, el volumen de los Cedears trepó un 144% a $990,2 millones, y representó casi el 60% del total operado en renta variable, por lo que superó por amplio margen al monto negociado en acciones argentinas.
No hubo alzas menores al 5% en este tipo de activos y los avances más destacados los consiguieron los papeles vinculados al oro, que registró en la jornada su máximo nivel en siete años.
Así, por ejemplo, las mineras canadienses Yamana Gold y Barrick Gold saltaron un 32,4%; y un 27,4%, respectivamente, mientras que la sudafricana Harmony Gold ganó un 23,4%. Otras con subas relevantes las anotaron Amazon (+14,7%); Apple (+10,7%); y WalMart (+10,5%); y Mercado Libre (+8,1%).
Bonos y riesgo país
En el segmento de la renta fija, y bajo la incertidumbre que genera el inminente desenlace de la renegociación de la deuda, los principales títulos en dólares que cotizan en la Bolsa cerraron con mayoría de avances, liderados por los regidos bajo ley local, que en algunos casos anotaron subas superiores al 8%. Estos títulos venían de sufrir duras caídas la semana pasada, por la decisión del Gobierno de posponer pagos de vencimientos de los instrumentos con legislación argentina.
Entre los más negociados, el Bonar 2024 trepó un 8,1%, el Bonar 2020, un 8%, y el Discount bajo ley nacional, un 7,7%.
En Nueva York, en cambio, los bonos argentinos cerraron con bajas de 1,5% en promedio, por lo que riesgo país, medido por el banco JP.Morgan, subió un 1,7% a 3.864 unidades, luego de alcanzar a mediados de marzo un valor de 4.519 puntos, sus niveles máximos en 15 años.
Entre los inversores, prima la expectativa respecto a la oferta de los bonistas de ley NY, que llegará este miércoles, según confirmó al cierre del mercado el ministro de Economía, Martín Guzmán. «Aún con los acreedores inclinados hacia una postergación de dicha propuesta, las autoridades parecen estar decididas a encarar dicho proceso, más allá del riesgo de que pudiera contar con menor aceptación en el actual adverso clima global y local», comentó un economista.
«La situación de la deuda es compleja y el tiempo apremia. Aunque la negociación no está cerrada, ya entramos en la recta final, y el resultado no parece favorable. Ojalá podamos revertir la situación: si era difícil en febrero, después del brote de COVID-19 y la crisis internacional parece casi imposible», sostuvieron desde la consultora Ecolatina.
Desde Delphos Investment, por su parte, indicaron que «el contexto internacional y la suba del spread de bonos ‘high yield’ hace que la tasa de salida requerida por los acreedores no se encuentre en línea con la pensada desde Economía que sería del 7%, por lo que, al día de hoy, creemos que las puntas de ambos bandos se encuentran abiertas, y es por esto que se requeriría una segunda ronda de negociaciones para acercar dichas puntas».
Por último, los bonos en pesos estuvieron dinámicos y demandados, así lograron subas de entre 0,7% a 6% en promedio tanto para el tramo CER como para los floaters, consignó un informe del Grupo SBS.
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