Josemaría: interrogante del empresariado

El empresariado local está manteniendo reuniones con los ejecutivos de la firma canadiense para definir las necesidades a incorporar en un proyecto que promete revolucionar la provincia. Hay varias ideas ambiciosas y nuevas formas de hacer negocios para traer tecnología e insumos que no existen en San Juan.

El proyecto minero Josemaría promete revolucionar la provincia con la llegada de nuevos capitales extranjeros y varios empresarios están expectantes en saber qué pedirán los canadienses cuando arriben a San Juan. Y es que el emprendimiento del grupo Lundin promete la creación 4.000 puestos de trabajo en la construcción y 1.000 más cuando esté en operación. Además proyecta una vida útil de 19 años donde habrá varios sectores que se verán beneficiados de manera directa e indirecta.

Es por eso que desde las distintas cámaras empresariales de la provincia están manteniendo reuniones virtuales con los representantes de la firma para ir definiendo las necesidades. Así lo explicó Hugo Goransky, presidente de la Cámara Industrial de San Juan: «Nos piden que nos desarrollemos como proveedores y que tomemos las pautas que hay en el mundo en relación a las minas de cobre. Esto implica que nos vamos a tener que ir capacitando para que en el caso que hiciera falta, podamos tener trabajadores listos para esa actividad».
Los empresarios sanjuaninos tienen experiencia en trabajar como proveedores en proyectos mineros, pero al ser otro proceso productivo como lo es el cobre, la evaluación de las necesidades es sumamente relevante. «En nuestro caso se ha evaluado incluso que incorporemos una planta de fundición, pero para instalar algo así tiene que haber una actividad que tenga una cantidad de clientes que permita desarrollarse», sostuvo Goransky.

Tengamos en cuenta que Josemaría prevé una inversión de alrededor 3.000 millones de dólares y estiman duplicar las exportaciones mineras de la provincia que va a pasar de 1.200 millones de dólares a 2.400 millones de dólares con lo cual viene a fortalecer la matriz productiva de San Juan. Ya el presidente de la Cámara de la Construcción en San Juan, Julián Rins, habló de las expectativas que genera en el empresariado local: «No solo estamos ansiosos desde la construcción sino del arco empresarial y social de la provincia. El gran inversor de obras ha sido el Estado y que aparezca otro jugador sería realmente importante en un periodo de tres años donde tendría que hacer inversiones muy importantes para poner en funcionamiento el proyecto».

Una empresaria sanjuanina de la construcción que está organizando las reuniones entre la empresa, el gremio de la UOCRA y la Cámara de la Construcción anticipó que «estamos por empezar a ver el tema de la capacitación del obrero de la construcción, porque de nada sirve que venga un proyecto importante y no estemos capacitados para recibirlo. Son cosas totalmente distintas la producción de oro que de cobre y los servicios que requieren son diferentes», sostuvo pidiendo reserva. Será en los próximos encuentres entre las cámaras, los gremios y la empresa canadiense que se definirá cuáles son los oficios que se van a hacer falta en la provincia.

Incluso ya se están anticipando al posible escenario donde el proyecto Josemaría necesite otros insumos o tecnología que no existe en San Juan. «Cuando falte un producto la idea es hacer un acuerdo llamado joint venture, que permita comprar la tecnología o los insumos y asociarse con otras empresas extranjeras», afirmó el presidente del Unión Industrial de San Juan a este diario. Será en estas reuniones virtuales que se definirán aspectos centrales para la economía local. Tengamos en cuenta que hace 25 años que no se presentaba un informe de impacto ambiental en San Juan con la meta de lograr un desarrollo tan grande.

La empresa informó que si todo va bien, en 2022 prevén iniciar la construcción del campamento que demandará unos 4 años y empleará a 4.000 obreros, en tanto que una vez en producción planean tomar unos 1.000 operarios al menos. La mina tiene una previsión de 19 años de vida.

Datos de la obra
La mina se encuentra en Iglesia, casi en el extremo norte de San Juan, a 410 km de la ciudad, a 300 km de Jáchal y a 235 km de Rodeo. Presenta recursos abiertos en profundidad, fácil acceso a agua y energía y un camino de acceso directo a San Juan.
El proyecto prevé una producción anual de metal de 136.000 toneladas de cobre, 231.000 onzas de oro y 1.164.00 onzas de plata.
La planta de procesamiento permitirá trabajar con 152.000 toneladas promedio por día de mineral y se prevé 300.000 toneladas por día de movimiento de material.
La salida del mineral se piensa hacer por transporte concentrado, en camiones hasta Albardón y en tren hasta Rosario en Santa Fe, con salida por puerto a Europa y Asia.
En la construcción se plantea en el primer año la planta de procesos, en el quinto año el depósito de colas principal, las escombreras sur y Oeste, la mina a cielo abierto y el acopio de mineral, en el año 10 se prevé hacer el muro principal con una altura de 192 metros y en el año 15 el muro sur con 35 metros; en el año 19 se planea hacer el estanque de recuperación de filtraciones y en el año 19 se espera avanzar con el proceso de extracción metalúrgica simple convencional que usa reactivos de flotación convencionales sin el uso del cianuro. Antes de los 5 años de vida se abre la posibilidad de incorporar al proyecto energía renovable.

Tiempo de San Juan

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