Las oportunidades en minería se podrían dar por factores exógenos como las cotizaciones de los metales y el mercado internacional. También aparece el giro político en Chile, que podría volcar la atención de inversores a este lado de la cordillera.
Muchos son los debates que hoy atraviesan a la minería. Predomina a nivel nacional la cuestión ambiental, que incluye el uso del agua, la gestión de residuos y sustancias peligrosas, el cierre de minas, entre otros ítems, pero también se ha extendido la discusión acerca del desarrollo de proveedores locales o de la “cadena de valor” como un objetivo fundamental a cumplir al momento de poner en marcha un proyecto minero.
Así las cosas, todo lo que se debate cobra relevancia en la medida de que haya proyectos cerca de realizarse. Aunque en el ámbito de la minería nacional aún es más larga la lista de lo potencial que la de lo que llega a concretarse.
Las dificultades que se plantean con respecto al múltiple sistema cambiario, por un lado y algunas restricciones para las exportaciones por el otro, es lo que en general complica más las operaciones.
En ese sentido, los problemas que se advierten para hacer los pagos de los créditos tomados en el exterior para llevar adelante los proyectos y los pagos de los dividendos que se crean a partir de generación de utilidades para las empresas que producen son los que más dudas generan al momento de planificar una inversión de largo plazo.
Las oportunidades, por caso, sólo se podrían dar por factores exógenos, como las cotizaciones de los metales y el mercado internacional.
En este contexto, aparece el giro político en Chile y los cambios propuestos al régimen de regalías mineras del país trasandino, principal productor de cobre del mundo.
Al respecto, la consultora global de recursos naturales Wood Mackenzie indica que existe un riesgo claro de que las enmiendas puedan comprometer el apetito continuo por realizar inversiones a largo plazo y a gran escala en el sector del cobre chileno.
En rigor, en todo el país hoy solo hay un proyecto minero que está en construcción: el de litio Cauchari-Olaroz, de Minera Exar, con una inversión en Jujuy de 641 millones de dólares. Las obras se pusieron en marcha en 2018 y ya tienen un avance de un 60%. Tienen previsto el inicio de la fase de producción para mediados de 2022.
De las inversiones que existen hoy en el país, esta es una de las más importantes y está en manos de capitales chinos pertenecientes a la firma Ganfeng y canadienses, de Lithuim American. En materia minera, no hay otro proyecto con estos volúmenes de inversión y con este nivel de avance.
Según se indicó, para el resto de los proyectos falta dar pasos importantes en cuanto a permisos, estudios y autorizaciones, para finalmente pasar a la parte en que se buscan los inversores internacionales para ponerlos en marcha.
Están en la mira los grandes emprendimientos de cobre que tiene en cartera el país, que en cuanto a inversión, producción, empleo y proveedores son cinco veces más grandes que los de litio. Pero en ningún caso se animan a ponerle fecha de largada.
En espera
A mediados de julio, las autoridades de Josemaría Resources, la empresa que lleva el proyecto de cobre del mismo nombre en la provincia de San Juan, presentó el último informe general del Informe de Impacto Ambiental (IIA) y ya tiene hecha la factibilidad.
“Sólo queda un punto más para ver que es una serie de acuerdos con la Nación y que el panorama argentino sea el más favorable”, señaló Alfredo Vitaller, gerente de la firma canadiense, durante la presentación del IIA.
El empresario explicó que se dialoga sobre condiciones impositivas, como regalías o las condiciones de exportación, y algunos permisos que han solicitado para el inicio del trabajo.
También dijo que entre los factores están las negociaciones con el FMI que encabeza el ministro de Economía, Martín Guzmán, que, según dijo, los inversores externos siguen con mucha atención.
Otro de los proyectos de cobre con algunos avances es el Proyecto Integrado Minera Agua Rica – Alumbrera (MARA), en Catamarca, que tiene como meta para este año terminar su estudio de factibilidad.
En este caso, la estrategia de empalme del nuevo emprendimiento Agua Rica, que encabeza la canadiense Yamana Gold, con el cierre de la mina Alumbrera no solamente implica un ahorro importante de costos y tiempos de construcción, sino que además reduce el impacto y revaloriza instalaciones industriales que de otro modo serían pasivos ambientales.
En producción
Continúan los proyectos que ya están en producción, a pesar de que las variables macroeconómicas negativas (como la inflación y el alto nivel de riesgo país) no son las más aptas para las inversiones de largo plazo que requieren los grandes proyectos metalíferos, que podrían generar un aporte importante en la balanza comercial, revertir el déficit fiscal y dinamizar economías regionales.
Las empresas identifican como un gran obstáculo las distorsiones del tipo de cambio. Se liquidan las exportaciones a un precio oficial, que no es el mismo que el precio del contado con liquidación o de los otros tipos de cambio que hay en el mercado actualmente, y esto genera una brecha importante con respecto a los costos.
Existen distintas iniciativas de la Secretaría de Minería con el Banco Central, que fueron movilizadas por la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), para permitir que las empresas puedan hacer sus repagos de deudas y dividendos con parte de lo que exportan y no reingresar esas divisas al país y poder pagar afuera.
También se solicitó que se les permitiera ingresar al Mercado Único y Libre de Cambios -MULC-, pero hoy hay escasez de dólares y eso hace que sea casi imposible que eso se concrete, al menos en el corto plazo.
La Opinión Austral
