El Gobierno prepara una 125 para bajarle las cargas a la minería

El Ejecutivo planea reducir derechos de exportación al sector con un esquema de retenciones móviles. La idea fija: aumentar exportaciones para generar divisas.
El Gobierno juega un pleno a la exportación. La lógica que subyace a esta idea sería que primero es necesario el ingreso de divisas para que luego ocurra una redistribución virtuosa. Esta mirada se encuentra tanto en el sector agroindustrial, para el que se presentó la semana pasada un proyecto de ley para incrementar las exportaciones, la industria automotriz a la que le eliminaron las retenciones, hidrocarburos y también con la minería. La apuesta casi plena a la exportación forma parte de la letra chica del acuerdo que deberá cerrarse con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Luego del cimbronazo electoral de las PASO, y en coincidencia con la carta de Cristina Fernández de Kirchner que puso el foco en todo el gabinete, la Secretaría de Minería, a cargo de Alberto Hensel, también impulsó algunas modificaciones. La principal fue la llegada del economista Jorge Andrés Vera al cargo de subsecretario de desarrollo minero. De perfil académico, Vera trabajó en varios desarrollos de empresas privadas de América latina.

El nuevo funcionario ocupa ahora el puesto que tenía Laura Ropolo. Con ella también se fueron Josefina Magary y Maira Marcos, quienes volvieron a la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA).

En la actualidad, la minería representa el 0,6 por ciento del PBI, cuando en países como en Australia es del 7 por ciento, en Perú del 10 por ciento y en Chile del 12 por ciento. Este argumento es utilizado por el sector para justificar por qué habría que generarle a la industria “mayores niveles de competitividad”. Entiéndase, cuando se habla de más competitividad se alude a una baja de impuestos.

“Hay que introducir el principio de la progresividad en el régimen impositivo, probablemente no sea en todo tipo de impuestos, pero sí en algunos que generan preocupación, que restan competitividad a la minería argentina y que nosotros creemos que los podemos llegar a resolver y estamos convencidos de que debe ser así”, sostiene Hensel en cada una de sus presentaciones.

El pedido del sector privado es una baja de los derechos de exportación, entre otros tributos. Las retenciones a la minería se bajaron al 8 por ciento con la sanción de la Ley de Solidaridad, en diciembre de 2019. Ahora, se apostaría no sólo a reducirlos sino a crear un esquema de retenciones móviles, por tipo de proyectos, que esté asociado a cada tipo de materia prima extraída. «Es en lo que se está trabajando», indicaron a Letra P desde la cartera que conduce Hensel.

Vera ocupará un rol clave en la búsqueda de esta competitividad. Si en la actualidad las exportaciones del sector representan U$S3200 millones, el objetivo sería llevarlas a casi U$S11.000 millones, con proyectos fuertes de litio y cobre, según los gráficos que suelen mostrarse en cada presentación del Plan Estratégico para el Desarrollo Minero.

Hace dos meses, el secretario de Política Económica, Fernando Morra, y el subdirector general de Investigación Económica del Banco Central, Germán Feldman, viajaron a Washington para sostener reuniones técnicas con el FMI. En su valija llevaron varios números sobre la posibilidad de incrementar las exportaciones del país, como condición de repago de la deuda adquirida durante la gestión de Cambiemos.

En el rubro minería, anotaron la posibilidad de incrementar las ventas al exterior en un 68 por ciento en tres años, un volumen mucho más conservador del que manejan las empresas privadas. Más allá de este guarismo, donde sí hay una coincidencia sería en la reducción de las retenciones. Lo solicitó el FMI en su último reporte global sobre la Argentina y lo vociferan los funcionarios del Gobierno.

Es verdad que el país tiene un problema de acceso a las divisas. La fuga constante y las presiones devaluatorias así lo atestiguan. Pero cabe una pregunta: ¿la competitividad solo se logra reduciendo impuestos? Los derechos de exportación son el ejemplo de un instrumento de política económica que sirve para redistribuir, al menos en un limitado porcentaje, algo de la rentabilidad que generan los sectores concentrados de la economía. En este caso, la minería.

Para pensar la competitividad del sector podría avanzarse en proyectos que generen valor agregado en origen. El litio podría ser una oportunidad, con la construcción de fábricas de baterías como pretende hacer YPF. A los grandes jugadores mineros, sin embargo, les interesa más la extracción del mineral y que su procesamiento sea realizado en otros países. ¿Existirá un desarrollo sustentable posible si la actividad minera se piensa solamente como extractivista?

LetraP

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