El primer ministro de la nación del sudeste asiático expresó su deseo de importar el metal estratégico que alimentará las baterías de los vehículos eléctricos. Argentina tiene una de las mayores reservas del mundo, su explotación está desregulada y no se industrializa localmente
El presidente Mauricio Macri acordó este sábado con el primer ministro de la India, Narendra Modi, incrementar el proceso de intercambio comercial entre ambas naciones y avanzar en la posibilidad de que la Argentina comience a exportar litio al país asiático. El metal es estratégico como insumo principal de las baterías, ya imprescindibles para los equipos informáticos o de comunicaciones portátiles y, desde hace pocos años, para el negocio de los vehículos eléctricos.
El líder indio coincidió con Macri en la importancia de aumentar la frecuencia del comercio entre ambas naciones y le expresó el interés de su país en comprar litio para avanzar en el desarrollo de autos eléctricos, además del programa “Cocinas limpias (a electricidad)” dirigido a 300 millones de familias.
Según informes internacionales, la demanda de litio de India será en corto plazo de 350.000 toneladas por año, casi el doble de la demanda mundial actual estimada en 220 mil toneladas. Será para abastecer a compañías como “Suzuki India”, que además de los vehículos eléctricos planea fabricar las baterías de iones de litio de los mismos. Cálculos del sector pronostican que para 2025 la producción alcanzará las 800 mil toneladas. Y que el precio del metal bajará.
Próxima visita: litio, sol y Vaca Muerta
Macri y Modi mantuvieron en la mañana de este sábado una reunión bilateral en la Quinta Presidencial de Olivos. Junto a ellos estuvieron el canciller Jorge Faurie, los ministros de Producción y Trabajo, Dante Sica, y de Hacienda, Nicolás Dujovne. También, el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y los secretarios de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y de Comercio Exterior, Marisa Bircher. Por la India participaron el secretario de Asuntos Exteriores, Vijay Keshav Gokhale, y el embajador en la Argentina, Sanjiv Ranjan.
Macri le adelantó a su par indio, según el parte de Presidencia, que la Argentina enviará a la nación del sudeste asiático una delegación de funcionarios como avanzada para el encuentro que mantendrán allí a principios del año próximo. “Ustedes promueven 500.000 ingenieros por año y nosotros creemos que podemos nutrirnos de tecnología”, abundó Macri. Y, para compensar, hizo hincapié en las posibilidades que ofrece la empresa estatal Invap (en Bariloche) para el intercambio y aplicación de conocimiento.
El mandatario argentino, incluso, buscó tentar a su homólogo con una participación en el desarrollo de Vaca Muerta, el complejo de hidrocarburos no convencionales en el que la gestión Cambiemos cifra, junto al agro, el hipotético despegue de la economía que hoy está en recesión. Le comunicó que de los “500.000 barriles” de crudo que actualmente producen los yacimientos patagónicos, la mitad puede tener destino de exportación.
En modo litio, Modi invitó a la Argentina a integrar la Alianza Solar Internacional, a la que ya han adherido casi 70 países para fomentar el empleo de energías alternativas que tienen a las baterías de litio como un componente esencial para almacenar la energía de los paneles fotovoltaicos. “Estamos de acuerdo porque tenemos muchas horas de sol”, respondió Macri en referencia a las provincias norteñas.
Metal estratégico
Argentina, Bolivia, Chile y Perú suman el 85 por ciento de las reservas conocidas de litio del planeta. Su extracción es a partir de roca o de salares, según en qué modo se combine porque su alta reactividad lo hace imposible de encontrar en estado libre. Cerca del 40 por ciento de la producción mundial de litio está radicada en Australia (a partir de la roca), por lejos el mayor jugador del sector. El resto es a partir de salares: Chile produce el 33 por ciento y Argentina el 15. Estos tres países representaron la mayor parte de la producción mundial de litio en 2017, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El ránking de las principales compañías lo encabeza SQM (Sociedad Química y Minera de Chile, estatal), líder con una participación del 25 por ciento mundial. La secunda la privada australiana Talison Lithium (24 por ciento), Albermarle (17) y FMC (9).
Según GlobalData, durante los próximos cuatro años, un 37 por ciento de la cantidad adicional de litio será suministrada por Australia, que seguirá a la cabeza con apertura de nuevas minas. Le seguirán Argentina, que se prevé aportará un 29 por ciento, Canadá con un 16, Chile con un 9, Estados Unidos con un 6 y México con un 4.
El mercado es de unas 220,000 toneladas y la Argentina hoy produce unas 37.500. Hay dos minas en marcha: Sales de Jujuy, en Olaroz, y Fénix, en Salar del Hombre Muerto, Catamarca. Ambas explotaciones están en manos extranjeras con mínima participación del estado local. El negocio es fabuloso si se considera que la tonelada de litio hoy vale unos 10.000 dólares y el costo de producción varía entre 1.600 y 3.000.
Argentina, tierra fértil para los negocios de afuera
A diferencia de lo que ocurre en Chile y en Bolivia (que también poseen enormes reservas de litio bajo sus salares andinos), la legislación argentina no reconoce el carácter “estratégico” del litio. Esto habilita al sector privado para acceder a los yacimientos públicos a través de una concesión minera ordinaria y disponer de ellos libremente para venderlos, arrendarlos, hipotecarlos o explotarlos hasta agotarlos. Y al ritmo, con la escala y cualesquiera sean las consecuencias ambientales que impongan.
Lo anterior explica en buena medida la creciente demanda internacional y el apuro por adquirir derechos sobre los salares argentinos.
Ciudadano Web