Además está a punto de explotar arcillas y realizan estudios para volver con el sulfato de aluminio. Las fichas están puestas. Por Viviana Pastor
Con la gran minería metalífera en stand by por la política macroeconómica, Calingasta deja en suspenso las esperanzas de los grandes proyectos de cobre y oro y apuesta por la minería no metalífera con bentonita, arcillas y, posiblemente, sulfato de aluminio.
“Estamos trabajando para ganar una licitación con tres empresas calingastinas para proveer bentonita de alta calidad a Vaca Muerta. Estamos muy próximos a que se abran los sobres y eso sería un boom”, contó el intendente Jorge Castañeda.
Es que Vaca Muerta es la vedette de los yacimientos de hidrocarburos del país y un negocio a largo plazo en el que todos quieren estar.
Las bentonitas, también llamadas «arcillas activadas» debido a su afinidad en ciertas reacciones químicas causada por su excesiva carga negativa. En la explotación de hidrocarburos se usan en las perforaciones.
Minería con historia
Calingasta podría volver a explotar sus sulfatos. “Estamos trabajando con el Segemar en un estudio cuyo resultado nos permitiría ponernos contentos, pero hay que esperar”, adelantó a Tiempo de San Juan el intendente.
Es que el sulfato de aluminio de Calingasta tiene muchos metales pesados y la Organización Mundial de la Salud exige ciertos estándares, sobre todo para su uso en la potabilización del agua. Por eso están realizando estudios para saber si se pueden bajar esos metales pesados, si es factible separarlos y si eso es rentable.
“Si nos da resultado hay que ver si la actividad es económicamente viable, es decir si con ella resulta redituable explotarlo, en esto llevamos casi 2 años. Fuimos paso a paso y nos fue dando buenos resultados, si finalmente todo es positivo, vamos a tener una buena razón para estar contentos y empezar a trabajar con esto, entre el Estado y las empresas privadas, buscando mercados que no va a ser difícil conseguir”, dijo esperanzado el intendente.
La explotación del sulfato calingastino comenzó en 1938, con los primeros yacimientos para abastecer a la industria de la curtiembre.
La época de mayor actividad en la explotación del sulfato de aluminio en Calingasta duró 20 años, de 1973 a 1993. En esa época, el mineral era comprado por Obras Sanitarias de la Nación. En los ´70 la producción tuvo un pico histórico al punto, se producían tantas toneladas como para abastecer la demanda nacional, a través de 21 empresas que operaban en la zona.
Un plus
“En minería hemos tenido la suerte de que nos han aprobado un proyecto para la explotación de arcillas de Ciudad Andina, localidad de Las Hornillas. Es algo muy importante para el pequeño minero”, dijo.
Este yacimiento tiene volumen como para su explotación comercial. Según estudios realizados por un equipo técnico del municipio y el Ministerio de Minería, hay unas 100.000 toneladas de arcillas aptas. Los técnicos aseguraron que el material es tan bueno que no necesita ningún tratamiento especial, sólo un zarandeo para dejar sólo la arcilla. Y como no implica procesos, no hay peligro alguno para el medio ambiente.
Casposo en problemas
Hace una semana despidieron a 15 empleados de la mina de plata Casposo y le informaron a Castañeda que en el futuro se despedirá a 40 personas más. “La mina se está achicando, las exploraciones mineras que algunas empresas habían anunciado y que están explorando en la zona dijeron que este año iban a ser el doble pero resultó que hicieron menos que el año pasado.
La gran minería está en franca decadencia pero mientras tanto apostamos a otras explotaciones porque entiendo que la decisión de la gran minería no pasa ni por Calingasta ni por San Juan, pasa por las políticas del país, por ser previsibles, por ser serios, estables, y también por el nivel económico del mundo”, destacó.
Tiempo de San Juan
