Cinco datos clave para entender por qué la Fed va camino a subir la tasa

El resumen de la reunión del 26 y 27 de abril da pistas claras sobre las razones para explicar una suba de intereses en junio.

El interés de los inversores por las minutas de la reunión de la Reserva Federal del 26 y 27 de abril, que se difundieron el miércoles, se incrementó de forma notable luego de que algunos funcionarios del banco central sugirieran antes que los mercados podrían estar subestimando la probabilidad de un aumento de la tasa de interés este verano (boreal). La Fed no decepcionó.

Los siguientes son cinco datos clave de las minutas: Haciéndose eco de la reciente declaración de tres presidentes regionales de la Fed, las minutas indicaron que a los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) les preocupaba que los mercados estuvieran subestimando la posibilidad de un pronto aumento de la tasa de interés. Los funcionarios de la Fed buscaron corregir ese error, incluso mediante el recurso de señalar las cosas que podrían desencadenar un incremento en junio. Esa notable señal reflejó las expectativas de la Fed respecto de que el importante mercado laboral seguirá fortaleciéndose, lo que mejorará las perspectivas de la actividad económica y la inflación a mediano plazo.

Los funcionarios también destacaron la reciente declinación de los riesgos que planteaba la situación económica y financiera global.

Indicaron que las perspectivas locales mejoraban como consecuencia de la importante mejora de la situación financiera estadounidense e internacional. Ese gesto político se vio acompañado de cifras que le impidieron a la Fed transmitir un mensaje más claro en relación con junio. Después de todo, la medición de inflación preferida del banco central permanece por debajo del objetivo de 2 por ciento, y el panorama internacional dista de estar libre de riesgo. Otra consideración es el gran riesgo que plantea la votación del 23 de junio sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea.

La actitud del mercado antes y después de difundirse las minutas confirmó una vez más la medida en que los precios de los activos financieros siguen siendo sensibles a la percepción de la política de la Fed.

Antes de la difusión de las minutas, los operadores habían empezado a recalcular la probabilidad de un incremento de las tasas por parte de la Fed. Eso se reflejó en la movilidad ascendente de los rendimientos de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos a dos años –el vencimiento más sensible a las medidas de la Fed–, en las mayores probabilidades surgidas de los futuros de fondos de la Fed y el achatamiento de la curva de rendimiento, encabezado por el extremo delantero y en una medida inédita desde diciembre de 2007. Ese cambio de precios se aceleró de forma notable el miércoles por la tarde, con grandes picos de rendimiento, en especial para los bonos del Tesoro a 2 y 5 años.

Esos hechos suponen otra importante conclusión: luego de un período de persistente moderación y prolongada dependencia de políticas monetarias no convencionales, ahora podría caracterizarse a la Fed como un banco central que se inclina por una gradual normalización de la política en ausencia de una gran calamidad económica local e internacional.

La probabilidad de al menos un aumento de la tasa en 2016 es casi un hecho, y es muy posible que se dé este verano. La probabilidad de que le siga un segundo incremento, aunque más incierta, es algo que no debe descartarse a la ligera.

 

Clarín

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