En la reunión de Leipzig se buscó avanzar, a mediano plazo, hacia un transporte verde e inclusivo.
En el reciente Foro Internacional de Transporte, en Leipzig, Alemania, las automotrices y los gobiernos coincidieron en que, en el mediano plazo, los vehículos eléctricos dominarán el mercado. Tesla, BMW y Renault son algunas de las compañías que apuestan a modelos con mayor autonomía y más fáciles de recargar. Aunque el precio de estos coches aún es superior al de los vehículos a combustión, la demanda va creciendo y hoy 1 de cada 160 autos en Europa es eléctrico. Los gobiernos buscan también una reconversión del transporte público y de carga que sea más amigable con el medio ambiente y en el que los vehículos automáticos, es decir sin conductor, vayan ganando espacio.
Con el lema de alcanzar “un transporte verde e inclusivo” se concretó la décima edición del foro, un evento dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el que participaron políticos y figuras de la industria, bajo el sponsoreo de 22 compañías, desde Uber hasta Google, pasando por IBM, Volvo y Ford. Hubo 1.077 participantes de 71 países. José Viegas, secretario general del foro, recordó que el transporte es responsable por un cuarto de las emisiones de carbono que hay en el planeta. “El desafío es reducir las emisiones de carbonos sin sacrificar la accesibilidad y las oportunidades que ofrece el transporte”, dijo.
En el foro hubo consenso en que para lograr este objetivo hay que estimular el uso compartido del auto y del transporte público y lograr que los autos eléctricos sean masivos. “Nuestra generación será recordada como la que ha dado gigantes pasos en el transporte limpio. Tenemos que movernos rápido”, dijo Maros Sefcovic, vicepresidente de la Unión de Energía, el organismo europeo que busca reducir el efecto invernadero.
“En el futuro los autos se compartirán”, dijo Robin Chase, fundadora de Zipcar, hoy la mayor empresa de autos compartidos del mundo. “Ya no hay espacio en las ciudades para que los autos sean ocupados por una sola personas. Y nosotros tenemos la tecnología para que compartir autos sea sencillo y simple. Tenemos que replantearnos cómo se usa el espacio público y tenemos que poner a los autos con un solo ocupante en una posición secundaria en el tránsito”, enfatizó Chase.
Claire Martin, vice presidente de Responsabilidad Social del grupo Renault, apuntó que las automotrices están comprometidas a bajar la huella de carbono 3,3% por año, lo que implica una reducción de 10,1 millones de toneladas de CO2. Hoy el 30% de los materiales que usan son reciclables y buscan llegar al 33% en 2016. “La solución para la ecología son los vehículos eléctricos que tienen cero emisión. En Europa en 2011 había 1 en 1.000, hoy hay 1 en 160”, dijo.
El foco de las automotrices apunta hacia los vehículos eléctricos y también hacia los llamado driveless, que no necesitan conductor. Martin precisó que la tecnología para crear esos autos ya existe y dijo que podrían estar listos para 2020 si la se consiguen las aprobaciones gubernamentales correspondientes. Y señaló también que las automotrices no pueden dormirse en esto, ya que hay otros jugadores, como Apple y Google, dispuestos a ingresar a este mercado. “Mi conclusión es que el futuro del transporte son los autos eléctricos, económicos y compartidos”, indicó.
Si bien los autos eléctricos son más costosos que los tradicionales, la demanda viene en aumento. Dependiendo del modelo de auto, del tipo de uso y del costo de la electricidad en cada país, cargar un coche eléctrico es entre 3 y 4 veces más barato que llenar el tanque de uno de combustión. Y las automotrices están trabajando para que la carga eléctrica se haga cada vez más rápido –hoy existen supercargadores que reabastecen el auto en 20 minutos– y para que las unidades tengan cada vez mayor autonomía.
Alemania es el mayor fabricante de autos del mundo y destinará 1.200 millones de euros para instalar estaciones de carga de estos vehículos cada 30 kilómetros. Así, ese país busca tener un total de 15.000 estaciones para 2020.
Una de las presentaciones que logró mayor interés fue la de la Tesla, la compañía creada por Elon Musk, el nuevo niño mimado de la industria tecnológica. En abril pasado se presentó el Tesla 3, el modelo que busca darle masividad al auto eléctrico. El precio estimado será de US$35.000, tendrá 350 kilómetros de autonomía y recién saldrá a la calle en 2017. Para el mercado, la llegada del Tesla 3 podría tener un impacto similar al que tuvo el iPhone. Hoy Tesla tiene una lista de espera de 400.000 compradores que pagaron US$1.000 para tener derecho a comprar ese vehículo el año que viene. Para abastecer la demanda están construyendo una megafábrica en Reno, Nevada, con una inversión de US$5.000 millones. Y tienen proyectos para instalar otra planta en China en 2019.
Con tanta expectativa, Jeffrey Brian Straubel, Chief Technical Officer de Tesla Motors, fue una de las estrellas del evento. “El mayor desafío que enfrentamos hoy es reducir los costos. Estamos buscando hacer un vehículo razonable y accesible con el Modelo 3”. Y matizó con que si bien el mercado de vehículos compartidos sigue creciendo “la gente que quiere tener su propio auto”. Para Straubel, la tecnología para contar con vehículos autónomos está evolucionando “ridículamente rápido”. Y apuntó que en Tesla están considerando fabricar camiones eléctricos.
De cara a los vehículos driveless , Phillipe Crist, uno de los economistas que desarrolla las investigaciones del foro, dijo que “en dos años, los camiones de carga podrían utilizar este sistema”. Y señaló que el avance de esta tecnología supone que habrá trabajadores que tendrán que reconvertirse. “Estos avances son inevitables, como lo fue el reemplazo de los caballos por los autos. En algunos casos, hoy los choferes representan el 50% del gasto en transporte. Ya estamos trabajando con empresas y sindicatos para estar listos para la transición antes de que el problema aparezca”.
IEco