El intendente de Andalgalá, Alejandro Páez, recibió en su despacho a un grupo de empleados de Minera Agua Rica y luego de una extensa charla quedó abierto el diálogo entre las partes.
Es la primera vez que Páez recibe a trabajadores del sector.
El hecho se produjo luego de que un grupo de 40 empleados andalgalenses de la empresa se movilizara al municipio y solicitara una audiencia formal.
Durante el diálogo, del cual participaron un grupo de voceros de los mineros, funcionarios municipales y concejales, el jefe comunal manifestó su molestia con el gobierno y con la secretaría de Minería, ya que, de acuerdo a algunos presentes en el encuentro, «nunca pudimos tener acceso a información de ningún tipo sobre el proyecto Agua Rica” y la ordenanza se pensó como un «llamado de atención” para «marcar el malestar” entre el gobierno municipal y el provincial.
Los mineros le comentaron su temor por perder sus fuentes de trabajo y a la vez informaron sobre los procedimientos que llevan adelante desde su trabajo para preservar el medio ambiente, aduciendo que «todo lo que se habla sobre que contaminamos es falso”.
En esa línea, detallaron el programa de monitoreo que realizan mensualmente, las presentaciones que se concretan frente a la autoridad de aplicación y los programas sobre gestión ambiental que ponen en práctica en Agua Rica.
La respuesta de Páez apuntó a que desconoce este tipo de aspectos del proyecto, ya que «nunca pudo” acceder a esa información.
El Intendente puso de manifiesto «la grieta” que existe entre el gobierno de Andalgalá y la gestión de Corpacci, «especialmente en el tema minero”.
El diálogo tuvo idas y vueltas sobre dudas y respuestas acerca de cuestiones específicas del proyecto Agua Rica.
Los mineros pusieron a disposición del Municipio toda la información de Agua Rica que el Ejecutivo requiera, ya que «trabajamos en una empresa de puertas abiertas” y a la vez invitaron a los presentes a conocer las oficinas de la empresa y el campamento en el yacimiento minero para que «vean con sus propios ojos dónde y cómo trabajamos”.
«Somos nacidos y criados en Andalgalá. Nunca trabajaríamos en una actividad que ponga en riesgo nuestra tierra y a la tierra de nuestros hijos y nietos”,comentó una empleada minera.
Como conclusión, ambas partes destacaron que se haya «abierto la puerta al diálogo” y acordaron mantener un contacto más frecuente.
Esquiú