Rodocrosita: sospechas por las elevadas bonificaciones

 

(Catamarca) Piden que se investigue la cartera de clientes, ya que algunos no tienen relación con la artesanía.

Durante la semana, El Ancasti  informó acerca de la denuncia que la Dirección General de Fabricaciones Militares realizó contra el ex interventor del organismo, Santiago Rodríguez, y contra la empresa CAMYEN. Una segunda parte de la denuncia hace referencia a las supuestas irregularidades  en  circuito de venta de la rodocrosita, los principales clientes y los desmanejos en la política de subsidios.

El directorio de CAMYEN había establecido una política diferenciada para beneficiar a los artesanos andalgalenses que trabajan la piedra. Para ellos, se acordó fijar un subsidio del 20% en el precio oficial de la piedra. Sin embargo, la investigación de la Fiscalía N° 6, a cargo de Marcelo Sago, y la denuncia presentada en la Justicia federal coinciden en que existirían bonificaciones mayores para algunos compradores.

La denuncia de Fabricaciones Militares ratifica cierto nivel de informalidad en la administración de CAMYEN, ya que asegura que no es posible determinar la política de precios, bonificaciones, costos financieros y demás factores relevantes en las ventas de CAMYEN. «Por ejemplo, se registran ventas de idéntico producto en el mismo día, al mismo cliente y por distintos precios , lo que evidencia una arbitrariedad en su fijación”, indica.

Más adelante expresa la preocupación por la información que surge al analizar el listado de compradores de rodocrosita, confeccionado en base a las  facturas aportadas por CAMYEN. «Cerca del 70% de las ventas se concentran en los mismos clientes, algunos de los cuales declaran actividades comerciales sin vínculo alguno con el producto y poseen una activa y conocida participación política que los relaciona con funcionarios provinciales del ramo”.

También se  registraron  bonificaciones «sumamente sospechosas», que tampoco fueron autorizadas por la DGFM ni se contemplan en el contrato. «A partir de julio de este año, se observan ventas bonificadas en porcentajes cercanos al 90% a joyeros que poseen sus comercios en Capital Federal”.

Los clientes

La presentación marca que entre los clientes de CAMYEN  se encuentran proveedores de CAMYEN, «así como empresarios de rubros  que nada tienen que ver con el comercio de la rodocrosita, pero que poseen una activa y conocida participación política, en el espacio que conducen funcionarios provinciales con competencias directas en el sector».

Algunos de los casos emblemáticos es el de una familia de Andalgalá que entre febrero de 2015  y abril de este año facturó $ 4.900.000 por rodocrosita y no posee actividades afines con el trabajo de la piedra sino la administración de establecimientos hoteleros y gastronómicos. Al parecer, un integrante de esa familia estaría inscripto en el padrón de artesanos para acceder a la rodocrosita a precio promocional.

Otro caso que llama la atención es una sociedad que tendría una joyería y que adquirió rodocrosita por  $ 3.282.050 y posee un comercio de venta al por menor de bijouterie en Ciudad de Buenos Aires. La familia que está en la mira tendría vínculos políticos claves.

«Se trata de un auténtico clan que adquiere enormes cantidades de rodocrosita en Catamarca a la empresa provincial y luego la vende en la Ciudad de Buenos Aires, cuando muchos artesanos locales y otros clientes se quejan por la falta de acceso a la piedra”, indica la denuncia.

El circuito de la piedra en Buenos Aires

Se investiga también una gran cantidad de vendedores de rodocrosita en la ciudad de Buenos Aires que no figuran en la lista de clientes de CAMYEN. En esta línea, la sospecha radica en la comercialización ilegal de grandes cantidades de piedra en la ciudad autónoma de Buenos Aires.

«Son decenas de comercios que ofrecen la piedra, entre los que se encuentran algunos que afirman disponer de cantidades ilimitadas y de todas las calidades, todas ellas con origen en Capillitas. Exhiben fotografías que parecen confirmarlo en sus sitios electrónicos y redes sociales”, confirma la denuncia.

«Estos últimos (por los clientes) no fueron hallados en la facturación informada por CAMYEN a la DGFM por lo que su origen se desconoce, abonando las versiones acerca de un mercado negro  de la rodocrosita”.

«Si bien no existe certeza al respecto, esta piedra ofrecida a la venta podría tener origen en las extracciones no declaradas por la firma provincial CAMYEN que públicamente se denuncian. Otra posibilidad es que la adquieran a un vendedor catamarqueño, ya que el comercio de su familia compra grandes cantidades que no parecen tener más justificativo que la reventa».

Por último, la denuncia finaliza con la sospecha de que habría extracción clandestina de oro en Minas Capillitas.

 

El Ancasti

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