Tras bajar el convenio, la provincia busca que la minera sea obligada a preservar ya el medio ambiente.
El primer objetivo del Gobierno sanjuanino es que la empresa trasandina realice trabajos de prevención en alta cordillera, para terminar con el peligro de que los drenajes de soluciones ácidas de la escombrera lleguen a los ríos. Ese era el espíritu del acuerdo, pero la minera quería hacer un mal uso del mismo y como no se pondrá en marcha, Uñac ya le dio instrucciones al fiscal de Estado, Guillermo De Sanctis, para jugar todas las fichas en la Justicia y lograr por ese camino el retiro del caucho y el aislamiento de los escombros mientras se discute el tema de fondo (Ver Cómo…).
La situación se enrareció el jueves. Ese día, este diario publicó una nota con el director Ejecutivo de Antofagasta Minerals, que explota la mina chilena Los Pelambres, Francisco Veloso, y sus declaraciones causaron indignación en Paula y Libertador. El directivo dejó en claro que estaba dispuesto a cumplir del acuerdo, pero al mismo tiempo tomarse de él para zafar del reclamo generalizado que hay de este lado de la cordillera: levantar todos desechos que la minera tiró en Calingasta, en el emprendimiento sanjuanino El Pachón.
El convenio establece que Los Pelambres tiene que ejecutar medidas para preservar el medio ambiente, como una forma de actuar preventivamente ante la posibilidad de que la causa se demore y el daño se haya consumado cuando concluya. Se trata del levantamiento de los casi 500 neumáticos que dejó en la cordillera argentina y el aislamiento de toneladas y toneladas de escombros. Lo tenía que hacer de manera urgente, pero siempre sujeto a lo que más adelante resuelva el juez. Es decir, quedó plasmado claramente que era algo transitorio y que los términos del acuerdo no exceptúan a la minera de tener que sacar también la pila de residuos cuando se dirima el tema judicial.
Veloso le dijo a DIARIO DE CUYO que cumplirán las medidas urgentes. Pero ante una repregunta acerca de encarar el retiro de la escombrera, aún después de haberla aislada, dijo que todo se originó por un problema limítrofe entre los dos países y que no cree que Los Pelambres tenga que pagar las consecuencias. En otras palabras, opinó que con el acuerdo saldan la cuestión y dejó en evidencia su negativa a limpiar por completo la zona.
Fue suficiente para Uñac: leyó y tomó la decisión de bajar el acuerdo. No quiere que los chilenos, haciendo una interpretación caprichosa y unilateral, lo invoquen el día de mañana para esquivar la trabajosa tarea de retirar cada roca que tiraron.
El juez Gálvez había dictado una cautelar mandando a Los Pelambres, entre otras cosas, a que compacte la superficie de la escombrera para minimizar filtraciones y monitoree periódicamente los afluentes de la zona afectada. El fiscal de Estado le planteará ahora la necesidad de que agregue a esos trabajos los que contempla el convenio. Al ser dictadas en el marco de una cautelar, que tiene efecto transitorio aquí y en todo el mundo, quedaría más claro todavía que son medidas temporales y que no constituyen una solución final, como quiere hacer creer la cúpula de Los Pelambres.
La forma de remediar definitivamente lo que hizo la minera chilena, sólo puede llegar por dos caminos. Una es la causa Civil que tiene en su poder Gálvez y la otra, las conversaciones que mantienen las Cancillerías de ambos países desde que Uñac le llevó los antecedentes a Susana Malcorra. Hay algo que no está en duda: tanto las autoridades trasandinas como la empresa misma reconocen la falta y que se debe componer.
En el fuero Federal hay otra causa y es penal. Se inició por una denuncia de Glencore, la concesionaria de El Pachón, y busca determinar si los encargados de Los Pelambres cometieron un delito al armar la escombrera en Argentina. Fuentes calificadas revelaron que Uñac, el ministro Hensel y De Sanctis evalúan por estas horas que la provincia se presente como parte querellante, para aportar y pedir pruebas.
Bajo la lupa. En la zona de la escombrera hay lagunas y un estudio indica que la acidez del agua es muy alta. Lo que la provincia quiere evitar, fundamentalmente, es que esas aguas afecten afluentes aguas abajo. Para la administración de Sergio Uñac, el conflicto por la escombrera que Los Pelambres armó en suelo argentino está lejos de terminar con la rescisión del acuerdo que había suscripto con esa empresa. Ahora va por más y se prepara para hacer una presentación en la Justicia Federal, pidiéndole al juez Miguel Gálvez que amplíe la cautelar vigente y que obligue a la minera chilena a retirar de inmediato los neumáticos que dejó en alta cordillera y aísle los escombros para evitar daños ambientales hasta que se resuelva la causa en trámite. Mientras tanto, sigue de cerca las negociaciones diplomáticas que encaró la Cancillería argentina como vía principal para encontrar una solución definitiva lo antes posible.
Cómo es el aislamiento
De acuerdo al plan de trabajo que presentó la minera Los Pelambres, en la escombrera debe compactar la cumbre con 2 capas de material fino, suavizar los taludes perimetrales a 30 grados para que no se desmoronen, instalar una geomembrana y una película de nylon de polietileno, mientras que en la base tienen que realizar un canal en el que deben caer las aguas de lluvia y deshielo y una estación para el tratamiento del líquido. Además, se dispuso que la compañía iba a estar sujeta a monitoreos por parte de institutos de la UNSJ y la auditoría de programas de Naciones Unidas.
Diario de Cuyo