Periodistas riojanos visitaron minas chilenas

 

Un grupo de periodistas chileciteños viajaron hacia Copiapó (Chile), para investigar cómo es la vida de una región chilena avocada a la minería. Dijeron que despejaron todas las dudas “y mentiras que había sobre el tema”, mientras que se encargarán de difundir sus vivencias. Remarcaron la producción vitivinícola que hay, la exportación y los cuidados que hay para con la minería. Establecieron que se puede dar un diálogo abierto con las asambleas mineras, “pero con fundamentos. El fanatismo nunca es bueno”, señalaron.

Claudio Morales, Gustavo Agüero, Omar Castro, Jimena Duré y Nicolás Sánchez son comunicadores sociales y periodistas de la Perla del Oeste. El 17 de diciembre estuvieron en Copiapó, perteneciente a la tercera región de Chile, donde visitaron explotaciones mineras. Además dialogaron con el ciudadano común, con los empresarios y funcionarios estatales.

“Principalmente nos sorprendió el valle productivo que tiene Copiapó. Hay un cultivo de vid, donde se exportan 12 millones de cajas de uvas a 46 países europeos y asiáticos. Ellos tienen la técnica de terraza, donde en las montañas hay parrales y la uva es la exigida por los grandes países europeos. Ahora, acá nos dijeron durante mucho tiempo que no podía convivir la minería con la producción. Y nosotros vimos algo totalmente distinto”, dijeron los periodistas.

“Otra gran mentira era el tema que no había agua en la zona. Tuvimos que pasar por un puente, donde el dique tenía muchísima agua. Los proyectos mineros están en cercanías con las comunidades”, dijeron estos periodistas, quienes indicaron que luego de este viaje, se esclareció el panorama con respecto a esta actividad.

“Este grupo tenía tres cosas a definir: minería, producción y sociedad. Entramos por ese valle productivo, vimos las explotaciones mineras y un comercio inserto en una sociedad pujante, con un estatus de vida totalmente diferente a la nuestra y que está relativamente a pocos kilómetros, porque recordemos que la integración que hay por intermedio del paso de Pircas Negras, hace que ambas regiones estén totalmente conectadas”, definieron.

En cuanto a las diferencias sociales establecieron que principalmente los sueldos, donde el más bajo de los sueldos con la minería, se cobran 25 mil pesos argentinos, mientras que también visibilizaron los cambios en el parque automotor, los centros comerciales. “Esto nos sirve para contar estas vivencias, de un perfil de producción y desarrollo y que Copiapó tiene claro, en esa explotación de los recursos responsablemente, porque allí intervienen el empresariado, la gente y el estado que controla, en una sociedad pujante”, añadieron.

Lo que se dijo

Según lo comentado por este grupo de periodistas, en Chilecito y Famatina “se estableció una grieta entre los que están a favor o en contra de la minería. Dijeron que la minería mata, que no va a haber producción y que el agua se iba a acabar. Pudimos ver que nadie se murió por la minería. Hay convivencia clara y favorable entre la minería y la producción. Y un dato importante es que la minería ocupa el 15 por ciento del total del agua. El otro 15 por ciento se la ocupa para el consumo familiar y el 70 por ciento restante es para la producción de vid”, aclararon.

En cuanto a las regalías que se llevan las mineras, aseveraron que todo lo que las empresas producen queda en la sociedad. “Hay una economía saludable, porque allí las preocupaciones son otras distintas a las nuestras. En nuestras sociedad, con sueldos bajos, nuestras preocupaciones pasan en cómo llegar a fin de mes. En Copiapó la preocupación pasa en qué hacer en el poco tiempo que tienen libre, porque ganan muy bien, trabajan y producen. Esa es la economía saludable”, aseveraron.

En materia demográfica, indicaron que de los poco más de 200 mil habitantes que tiene Copiapó, unos 140 mil tienen ocupación registrada, de ellos se desprende que de 20 a 30 mil están en relación directa con la minería y otros 40 a 50 mil trabajan en servicios indirectos con la minería, como mecánicos, gomeros, lavaderos de ropa, gastronomía, entre otras actividades. “Ese derrame económico es el de la minería. Es el derrame que vimos que hay, de plata, de vida, de alegría en las caras de la gente. No está nada librado al azar. Hay sistemas de seguridad, por tan solo acercarse a una zona no permitida. Nada es ajeno y todo está previsto”, aclararon, contando un episodio que les pasó, donde una camioneta fue a buscarlos, puesto que se habían alejando del recorrido original.

“Si eso pasó por ese hecho, lo que significará parar un emprendimiento por algún desperfecto o muerte. Las empresas no se arriesgan y por eso es que tienen todo controlado. Otra de las mentiras que pudimos ver de lo que es su momento se dijo, especialmente en Chilecito y Famatina”, concluyeron.

Fomentando un debate serio

Para los periodistas chileciteños, el debate entre los que están a favor y en contra de la minería debe darse “de manera seria, sin cerrarse en el fanatismo”.

“Aquí siempre se habló de mentiras, que la minería mataba, que no había producción y nosotros vimos que no hay contaminación, que no hay muertes”, aseveraron.

Para estos chileciteños hubo un hecho político, donde hubo gente que al victimizarse logró cargos políticos. “Fueron estrategias muy bien logradas y donde ahora la gente tiene que analizar. Esas personas ahora les querés preguntar sobre la minería y no responden. Inclusive el propio presidente de la Nación está viendo que el desarrollo productivo en La Rioja tiene que venir de la mano de la minería”, definieron.

“Lo que nosotros vimos no es un trabajo cerrado, es contar lo que ve a través de una cortina de humo que en su momento se puso para hacer quedar mal a la minería. Nosotros vimos esa realidad y no es mentira. Es un criterio para que la gente pueda formarse. Hay muchos medios para que uno pueda ver que lo que se dijo en su momento no era así”, detallaron.

Contaron que en un primer momento, en Chile también hubo un levantamiento por un mensaje que se había hecho circular sobre un posible excavación debajo del pueblo. En ese sentido se formó una mesa minera, donde estuvieron presentes las asambleas, el Estado y el empresariado. “La conclusión fue que no se estaban haciendo esas excavaciones y que además se le dio la oportunidad a las empresas de poder realizar el trabajo, puesto que el mineral era mucho más productivo en esa zona”, comentaron.

Para este grupo de periodistas, el debate debe darse con seriedad, y sin cerrarse en los fanatismos.

“No debemos olvidar que lo que vimos nosotros es lo que pasa en Copiapó, una región pujante, que tiene muchas similitudes con La Rioja y que de ser así, es una alternativa para salir del pozo donde nos encontramos”, detallaron los periodistas, quienes apuntaron a los sueldos, la producción vitivinícola y los cambios en la sociedad chilena, por intermedio de la minería.

“No nos queda dudas que si en La Rioja se lleguen a dar producciones mineras, la transformación económica va a ser para bien para todos los sectores, porque lo que vimos en Copiapó, se da desde el trabajador de un comedor, hasta el empresariado, pasando por el que trabaja en la minería”, detallaron.

Nueva Rioja

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