Incertidumbre por despegue de la minería

 

La falta de claridad en la regulación sobre la explotación minera en Argentina mantiene sin avances grandes proyectos de oro, plata y cobre, en algunos casos planeados hace más de 50 años, pese a los intentos del Gobierno por atraer inversiones.

Tras asumir hace más de dos años, el presidente liberal Mauricio Macri eliminó impuestos al sector y declaró la minería como una actividad clave para el país, que según los expertos tiene un potencial semejante o, incluso, superior al de su vecino Chile, pero que aún no logra despegar.

Regulaciones locales que difieren entre las distintas provincias del país, impuestos que se superponen y normas ambientales poco claras son algunas de las trabas que impiden que avancen multimillonarios proyectos.

Importantes yacimientos como Taca Taca -de cobre, molibdeno y oro-, Pachón -de cobre y molibdeno- o Agua Rica -de cobre, oro, plata y molibdeno- fueron descubiertos hace más de 50 años, pero siguen sin ser explotados.

«Nosotros tenemos cinco pórfidos y tienen ya 60 años. Están ancianos de conocerlos, los podés poner en marcha mañana si querés. ¿Qué te indica eso? (…) Las condiciones que tiene Argentina no están dadas para que yo asuma un riesgo como empresa para quedarme 30 años», dijo a Reuters el secretario de Minería, Daniel Meilán.

Durante el mandato de Cristina Fernández, quien gobernó entre el 2007 y el 2015, el sector minero sufrió una muy fuerte desinversión por una prohibición de giro de regalías al exterior y por un impuesto sobre las exportaciones mineras.

Macri revirtió ambas medidas, pero no fue suficiente para atraer capitales a proyectos que suelen llevar entre 10 y 12 años desde su fase de prospección hasta la puesta en marcha y que implican entre 1.000 y 3.000 millones de dólares de inversión, aproximadamente.

Las inversiones en exploración han crecido en los últimos años, pero no lo suficiente. Según cifras oficiales, llegaron a 300 millones de dólares en 2017, frente a los 148 millones del año previo y los casi 100 millones del inicio de la gestión de Macri, a fines del 2015.

«La Argentina como un conjunto no terminó de mostrar una dirección decidida respecto de la minería», dijo a Reuters una fuente de la industria que pidió no ser identificada.

De acuerdo con datos del Ministerio de Energía y Minería, la industria minera de Argentina representa el 0,74 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), cuando en el vecino Chile la cifra asciende al 8,1 por ciento.

EN BUSCA DE ACUERDO

A fines del 2017, el Estado nacional firmó un acuerdo federal con las principales provincias mineras con el objetivo de unificar las políticas del sector y generar confianza entre los inversores extranjeros.

Pero el pacto debe ser aprobado por el Congreso, que aún no comenzó a discutirlo. Se espera que pase sin dificultades en el Senado, donde el oficialismo podría contar con el apoyo de los gobernadores, pero en la Cámara de Diputados -donde la coalición gobernante no tiene mayoría- podría haber complicaciones.

El acuerdo «va a ayudar a empezar a generar confianza. Ahora, la confianza final la generás en la cancha, no hay otra manera», dijo Meilán.

Parte de la incertidumbre de las empresas del sector obedece a que todavía no está claro cómo va a ser aplicada una ley de protección de glaciares que fue aprobada en el 2010 pero que aún no fue reglamentada.

La legislación define estándares para la protección de los glaciares y las áreas periglaciares que los rodean, así como un sistema de penalidades por polución y daños a los campos de hielo, aunque el Gobierno afirma que no es claro el modo de aplicación de la norma.

El Ministerio de Ambiente presentó la semana pasada un estudio de las áreas glaciares y periglaciares de Argentina. Ahora el Congreso tendrá que definir el modo de aplicación.

«Ahí (por la norma sobre glaciares) hay muchos proyectos que ya están factibilizados, de oro, cobre y plata, y están afectados por la ley», dijo a Reuters Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros.

Pachón, controlado por Glencore, Agua Rica, por Yamana Gold, y Los Azules, por McEwen Mining, son algunos de los proyectos afectados, ya que se encuentran en zonas de glaciares en la cordillera de los Andes.

Reuters Internacional

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