Entrevista con Carolina Sánchez, Secretaría de Minería de la Nación.
La ratificación de la aplicabilidad de la ley de glaciares que determinó la Corte Suprema de Justicia con un fallo (contrario a las pretensiones de la empresa Barrick Gold y el gobierno de San Juan) causó un gran revuelo en el sector empresarial minero, desde donde se planteó que la normativa vigente pondría una freno a la actividad. Lejos de esa postura, la secretaria de Minería de la Nación, Carolina Sánchez, sostuvo en una entrevista con El Tribuno que no existe, o al menos no está registrado, ningún proyecto minero que afecte a la ley ambiental.
La ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente, quien es salteña, también se refirió sobre las grandes expectativas que se tiene con la producción de litio y no cerró la posibilidad de otorgarle sumarle una cadena de valor agregado a la explotación de ese mineral.
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¿Cuál es su opinión sobre el fallo de la Corte Suprema que ratificó la constitucionalidad de la ley de glaciares?
Para ser estrictos con el punto de vista técnico de este fallo, en realidad no se confirmó la inconstitucionalidad ni la constitucionalidad de la ley porque lo que encontró la Corte Suprema es que este caso no configuraba un caso de daño a la ley, entonces lo que se hizo es no dar lugar al pedido de inconstitucionalidad. Pero el fallo da a luz sobre algunos conceptos que son interesantes en relación a la aplicación razonable de la norma, a la necesidad del federalismo concertado y a la relación entre la Nación y las provincias para la aplicación del marco legal vigente en general para la actividad minera. Es una oportunidad muy interesante de gestión al que echa luz el fallo y otra cosa a la que invita es a hacer las debidas interpretaciones técnicas para hacer la correcta gestión de los recursos naturales protegiendo el bien público. El fallo brinda algunas herramientas que permiten construir certidumbres respecto a la aplicación de la ley. Como en cualquier país el mundo cuando uno va a hacer minería, uno llega al país y lo primero que se hace es estudiar el marco legal vigente y plantear los proyectos de exploración o explotación en el debido cumplimiento del marco legal, así que la verdad es que no habría un impacto ni un cambio en la situación del marco legal distinta a la que había antes del fallo.
Se dijo que 44 proyectos mineros, la mayoría de ellos ubicados en San Juan, habrían quedado fuera de la ley. ¿Qué va hacer la Nación con esa situación?
La verdad es que en nuestro inventario nacional de proyectos, de toda la información que nosotros recogemos de las publicaciones internacionales de los inversores como de los proyectos que se presentan para los permisos debidos en las provincias, nosotros no tenemos ningún caso que esté afectado por la ley de glaciares. Un proyecto minero no es solo la presencia de minerales en el suelo o un cuerpo mineralizado en el suelo. Un proyecto de minería ya tiene una valoración técnica, económica, legal, social y ambiental, por lo que son muchas etapas que implica para llamarse proyecto. No entiendo de dónde salió el número 44. Es verdad que donde hay muchos cuerpos mineralizados y bastantes glaciares inventariados es en la provincia de San Juan, pero todavía no tenemos concretamente el caso de proyectos que hayan sido detenidos ni que hayan sido afectados por la ley de glaciares. La verdad es que faltan precisiones que por el lado de la ley se van construyendo como el tema de la culminación y aprobación del inventario de glaciares, con alguna luz que deja este fallo con respecto la razonable aplicación de las leyes vigentes, pero desde el punto de vista del planteo del proyecto no tenemos proyectos tan avanzados que ya estén identificados como afectados por la ley de glaciares.
Desde la Cámara de Minería de Salta afirmaron que el fallo de la Corte frenaría las inversiones para exploración de nuevos proyectos mineros…
En general, a la exploración le pasa a lo mismo que a otras instancias de los proyectos. La exploración se hace en un marco legal vigente que dice que donde hay geoformas que estén dentro del inventario de glaciares no se pueden hacer tareas de exploración. Y ese marco legal estaba vigente antes del fallo de la Corte, por lo que no habría cambio en este sentido. No identificamos a la ley como un freno para la actividad exploratoria. La verdad es que todavía hay mucho potencial de exploración y lo confirman los datos. En los últimos tres años hay un crecimiento del 90% de los presupuestos exploratorios en la Argentina, todo esto con la ley vigente y en las mismas condiciones legales antes y después del fallo. Y ese incremento en el caso del litio es mucho más pronunciado. Entonces creemos que con la buena interpretación del marco legal y con la fortaleza de las instituciones que aplican las leyes en el país vamos a seguir haciendo minería, que será un motor de desarrollo en todo el país.
En los contactos que seguramente mantiene con los inversores mineros y las respectivas áreas de las provincias, qué es lo que le comunican con respecto a la precaria situación económica del país, a la que ahora se suma las incertidumbres propias de las elecciones. ¿Esa coyuntura frena la actividad minera?
Es que la minería es una actividad bastante particular, porque los ciclos económicos de la minería son muy largos. La verdad es que en la Argentina la experiencia histórica dice que entre la evaluación inicial de un cuerpo mineralizado, de un yacimiento, desde que se descubre hasta que se cuantifica y se realiza un proyecto puede pasar entre 15 y 25 años. Una vez que ese proyecto comienza a explotarse puede tener una vida útil de 20, 30 o 40 años y la verdad es que la minería sabe de ciclos económicos y gubernamentales. Los gobiernos cambian y la minería sigue. Estamos siempre atentos al sector, con el inversor externo con el que tenemos diálogo a través de cámaras y representaciones empresariales, tanto así como con las administraciones provinciales estamos construyendo entre todos una política minera de largo plazo, porque la minería no se fija en el candidato que surgió ayer o en la elección de pasado mañana, es una actividad de ciclos muy largos y en la evaluación entran muchísimos factores. Argentina es un país estable, libre de violencia, tiene un montón de ventajas competitivas con respecto a otros países de la región y del mundo. Esto que se percibe como inestabilidades desde dentro del país, la verdad que para un evaluador de proyectos mineros son solamente oscilaciones en unos ciclos muy largos que no afectan las decisiones profundas de inversión.
Hay una gran expectativa con la explotación del litio y en Salta ya se están haciendo grandes inversiones para extraerlo. ¿Se piensa darle algún valor agregado a esa producción, cuáles son los lineamientos a futuro que se tienen con respecto al litio?
Confirmo lo que decías, Salta entre 2016 y 2018 se llevó el 51% de las inversiones en exploración de litio, así que más de la mitad de lo que se invierte en litio se vuelca a Salta. La verdad es que la minería de litio es muy especial porque se trata de extraer litio de salares, si bien también tenemos el recurso en roca pero todavía no está en producción, la extracción de litio en salares ya implica un tremendo agregado de valor del recurso porque separar litio de esa salmuera es tecnológicamente muy complicado. De esa separación entran más que procesos mineros una industria química de la separación, que agrega muchísimo valor al producto de exportación que son los químicos que se utilizan para fabricar baterías. Ya al punto de obtener químicos de alta calidad que se inserten a esas cadenas de valor es un importante agregado de valor, pero también es importante pensar en la posibilidad de sumar algunos eslabones más a esa cadena. Hay iniciativas. Nosotros estamos encarando todo una prospectiva tecnológica argentina, pero también una prospectiva de las capacidades industriales para fabricar por lo menos los cátodos (parte fundamental de las baterías eléctricas), en ese sentido estamos trabajando interinstitucionalmente con el INTI, el Conicet y la secretaría de Ciencias y Tecnologías para llevar esto a una fase de producción.
¿Cuánto faltaría para llegar a ese punto de producir baterías con nuestros recursos?
La fabricación de baterías requiere inversiones muy altas. Para darte un ejemplo, el litio se usa para hacer una pintura con la que se pinta un pedacito de la batería que se llama cátodo, esa pintura se hace con otros componentes como cobalto y todos esos otros componentes a veces no están en nuestro país. La batería no solo se integra con litio sino con otros insumos minerales, que muchos de ellos no lo tenemos fuertemente explotados en nuestro país. Es decir, es una industria que requiere mucha inversión y mucho conocimiento sobre cómo hacerlo y después una escala, porque para justificar esa inversión hay que producir suficiente cantidad de producto que se va a destinar a suficiente cantidad de dispositivos móviles o vehículos eléctricos que también se deberían fabricar cerca. Esto es un proceso evolutivo, en los países donde se fabrican las baterías tienen también las fábricas de autos al lado. Eso es lo fáctico, quizás no es lo que todos quisiéramos, pero es lo que ocurre: las fábricas de baterías están cerca de donde se fabrican los autos y no de donde están los recursos que es principalmente Australia, Chile y Argentina. Lo que sí tenemos ahora es una gran oportunidad de insertarnos en esa cadenas de valor global para incrementar nuestra exportaciones mineras, eso no quita el trabajo en paralelo de agregar valor con la industria nacional. Pero todo esto va a requerir un tiempo y no tiene sentido hacer esperar a la minería de litio que todo eso se desarrolle dentro del país. Así que las dos cosas, tiene que ocurrir minería y caminar en paralelo en el fortalecimiento de las capacidades de agregar valor hacia adelante.
El Tribuno