Guillermo Garaventta es investigador de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) bonaerense y trabaja en el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) de la Facultad de Ingeniería de la UNLP. Sus trabajos lo convirtieron en la máxima referencia sobre sistemas de almacenamiento de energía, en particular basadas en el litio, un mineral abundante en Argentina. “El desafío más grande es producir las pilas aquí en el país”, aseguró el científico que además habló de los efectos del “brutal desfinanciamiento en ciencia”.
Garaventta es el científico pionero en argentina en lo que refiere a la construcción de baterías de litio. En su trayectoria se destaca el diseño, armado y puesta en funcionamiento de baterías para el proyecto Tronador II y también tuvo un rol activo en las misiones espaciales SAC-C y SAC-D.
El “Señor Litio” también desarrolló baterías para uso terrestre como el las utilizadas por la moto eléctrica, el colectivo eléctrico de la UNLP y el “EcoAuto” probado con éxito a inicios de este año en la localidad platense de Bavio. La entrevista con Info BLANCO SOBRE NEGRO:
-¿Cuál es la importancia del litio en el mundo?
El litio es un mineral estratégico, debido a que gracias a que posee una gran capacidad de almacenar energía eléctrica, hoy todos los dispositivos electrónicos portátiles requieren de este mineral para su funcionamiento. El litio permitió achicar el tamaño de dichos dispositivos ya que sus baterías resultan muy pequeñas.
Por otro lado se suma el auge de construir vehículos eléctricos puros, es decir solo funcionales con baterías. Estos, sin litio, no serían viables ya que su gran tamaño y poco alcance en kilómetros, los harían imprácticos. Es por eso que es extremadamente necesario y requerido por el mundo desarrollado. El mundo habla de litio, pero el litio más puro y barato se encuentra en Argentina, Bolivia y Chile.
-¿Cuál es el desafío argentino con el litio?
El desafío más grande es producir las pilas aquí en el país. El proceso de recolección y purificación se hace acá pero ahí termina la cosa. Así lo exportamos por lo que deja casi sin nada de ganancia más que los impuestos que se aplican a cualquier empresa y los pocos empleos que ésta actividad genera. La producción de pilas es lo que deja la mayor rentabilidad debido al gran valor agregado que eso conlleva.
-¿Qué tan lejos estamos de lograrlo?
Estamos tan cerca como lejos. Esto depende de qué decisión tomemos como país. Si tomamos la decisión de hacer las máquinas, estamos muy lejos. El negocio del litio es hoy, no podemos pensar que este mineral va a ser el que salve al mundo para siempre. La ciencia avanza a paso veloz y es probable que algo nuevo surja. Es cierto que la tecnología de litio no ha alcanzado su techo en cuanto a desarrollo pero no podemos pensar en términos de décadas.
En cambio si tomamos la decisión de intentar atraer una empresa que se instale con su tecnología aquí, los tiempos se acortan drásticamente (Estado y empresa con carácter asociativo). No va a ser una tarea simple pero hay que intentarlo. Eso sí, esta empresa debe ser socia de la Argentina y no como las automotrices extranjeras que giran todas sus ganancias a las casa matrices. De esta manera nuestros científicos podrían probar nuevos compuestos en la línea. Por otro lado, esto ayudaría a sostener el precio interno en valores que permita desarrollar nuestros propios autos eléctricos y de esa manera vender ambos productos y exportarlos. Nada es fácil pero si no lo intentamos, otros lo harán y en sus países de origen llevándose el recurso al menor valor.
-¿Qué se necesita?
Se necesita para esto una decisión política con carácter de política de estado. Esta debe estar escrita y respaldada por los mejores tecnólogos y científicos del país para garantizar que no será desensamblada en el futuro. Necesitamos definir de una vez y para siempre que queremos lograr como país industrial.
-¿Cuando los políticos hablan de energía, deberían incluir un plan para el litio argentino?
Sin dudas que sí, el litio es estratégico así que debería existir un YLF, Yacimientos Litíferos Fiscales, el Estado lo extrae, lo procesa en la empresa mixta y lo distribuye con los privados para que esto además genere más empleo.
-¿Ustedes fabrican baterías? ¿Y pilas? ¿Alguien más lo hace en el país?
Nosotros, en la Facultad de Ingeniería de la UNLP, y dentro del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) estamos fabricando baterías, tanto para aplicaciones terrestres como espaciales. No hacemos las pilas ya que eso implicaría una inversión muy grande.
Actualmente somos el único Centro que desarrolla las baterías y todos los subsistemas electrónicos que se requieren para su funcionalidad segura.
-¿Cuál es el salto que debemos dar?
El salto que debemos dar es de conseguir que se instale una fábrica de producción de pilas de alguna empresa que tenga un alto grado de referencia mundial en cuanto a la calidad de sus pilas (pero que además se asocie con YLF). Luego promocionar fabricantes nacionales de autos eléctricos para que las utilicen en sus autos para mostrar que son de alta calidad y luego apuntar a la exportación. Nadie nos va a comprar una pila de litio si no somos el primero en usarlas.
Las empresas de equipos portátiles no nos van a dar ese lugar (lobbies), el lugar es el auto eléctrico nacional. Hay que apuntar primero al mercado Latinoamericano para proporcionar esos vehículos eléctricos puros.
-¿Cómo les afecta el desfinanciamiento en ciencia? ¿Debieron parar investigaciones?
El desfinanciamiento es brutal. Como decía anteriormente, las políticas de Estado no existen y las decisiones se toman en función de compromisos de deuda, negocios de algunos pocos u otros motivos. Sin políticas de Estado que trasciendan los gobiernos, es imposible sostener una directriz de desarrollo.
Las investigaciones y desarrollos que veníamos haciendo en el área espacial se frenaron por completo. Satélites y cohetes quedaron relegados y la gente que se ha formado en eso busca otros rumbos. Algunos que ni siquiera están en el rubro.
-¿En qué está trabajando su unida actualmente?
Ahora hemos volcado nuestros recursos humanos, los cuales se están yendo por goteo, y aplicando los pocos recursos que quedan en el CTA a las energías renovables. Estamos desarrollando sistemas electrónicos aplicados a la conexión de paneles solares configurados para generar electricidad en alta tensión (200V a 300V). Dado que en estos valores no hay equipos comerciales, es que estamos desarrollando los cargadores de baterías (para litio), y los generadores de tensión de corriente alterna llamado inverters con formas de onda senoidales puras.
Por otro lado, estamos intentado terminar un colectivo eléctrico íntegramente nuestro para que circule con los ya existentes en el bosque de la Plata. También estamos convirtiendo una camioneta F100 para el municipio de la Ciudad de Tapalqué.
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