Lo llamaron “liraíta”, por Raúl Lira, director del Museo de Mineralogía y Geología, donde estaban las muestras desde hacía 28 años. Es la sexta especie geológica que se encuentra en Córdoba y sólo hay 5.532 minerales en el mundo.
En 1991, Jorge Sfragulla tenía 32 años cuando participó de una expedición para detectar litio en una mina en Mogigasta, departamento de Pocho. Trabajaba en la Secretaría de Minería de Córdoba. También participaron geólogos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), al mando la mineralogista Hebe Gay.
Sfragulla no encontró litio, pero no sabía que en esas rocas había un mineral nuevo para el mundo. Lo supo recién hace unos días, cuando con otros colegas decidieron volver a analizar esas rocas que estaban guardadas en el Museo de Mineralogía y Geología de la Universidad Nacional de Córdoba UNC).
Del hallazgo también participaron Alina Guereschi y Marco Biglia. El nombre elegido para el mineral es “liraíta”, en honor a Raúl Lira, director del museo, otro autor del hallazgo y un reconocido geólogo cordobés.
“Cuando me enteré de la intención de los colegas, lo primero que les dije fue que yo pensaba que había geólogos ya desaparecidos, cuyos méritos estaban mucho mejor ubicados para ser reconocidos”, reconoce Lira.
Y agrega: “Es un premio a la apuesta personal de haber permanecido en este suelo y haber dedicado gran parte de esta vida a la docencia, formación de recursos humanos e investigación estatal”.
El mineral fue aceptado oficialmente como nueva especie por la Asociación Mineralógica Internacional la semana pasada, tras una serie de estudios y presentación de documentación que demandó casi tres años.
Marco Biglia, de 31 años, fue el autor principal del descubrimiento. “Es un sueño hecho realidad. Siempre me gustaron los minerales. Es el mayor logro que puede tener un mineralogista”, asegura.
Biglia es científico por vocación. No es investigador del Conicet o de la universidad, sino que trabaja en la industria petrolera en Vaca Muerta. El trabajo lo hizo ad honorem, aunque con el apoyo de subsidios de varias instituciones científicas, incluida la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC.
Descubrir un mineral
Biglia explica que las rocas con un peso por encima del normal tienen también elementos más pesados como hierro, oro o uranio, que son los más interesantes.
“Decidimos traer las muestras para analizarlas, pero en su momento no vimos nada novedoso”, cuenta Sfragulla, que es docente de la universidad, además de seguir trabajando en Minería de la Provincia.
En 2017, Biglia volvió a estudiar las muestras. “Marco tiene un ojo increíble para los minerales”, reconoce Sfragulla.
Realizaron análisis de difracción de rayos X en la Facultad de Ciencias Químicas y detectaron una estructura rara. Los análisis de elementos químicos con microsonda de electrones en la Facultad de Matemáticas, Astronomía y Física también dieron resultados interesantes.
“Luego mandamos muestras a Canadá y Estados Unidos. Uno de estos colegas del exterior, máxima autoridad en el tema, nos devolvió el material. Dijo que estábamos confundidos, que era algo ya conocido”, cuenta Biglia.
Pero agrega: “Revisamos las formulas y cálculos que el colega había hecho y vimos que tenía un error. Entonces nos dijo que efectivamente era un mineral nuevo. Lo fui a ver a Raúl (Lira) y nos abrazamos”.
Biglia y Sfragulla decidieron bautizarlo liraíta, en honor a su mentor y colega, que es investigador del Conicet y titular de la cátedra de Yacimientos Minerales de la UNC.
Características de la especie
La liraíta es un fosfato hidratado, es decir, que en su composición tiene fósforo y agua, pero también manganeso, hierro, sodio y calcio.
“Es de color verde oscuro, aunque en fragmentos más delgados es verde oliva. Tiene la dureza de otros fosfatos; menos duro que el cuarzo.
“No es un mineral muy lindo a la vista del público. No dice nada a simple vista. Es muy difícil resaltar su estética. No son cristales lindos”, confiesa Lira.
En tanto, Sfragulla explica que los minerales que se detectan ahora se encuentran en presentaciones muy pequeñas y difíciles de ver a simple vista. “Este caso es raro porque está presente en nódulo muy grandes”, dice.
Y agrega: “No tiene valor económico, aunque quizás en algún momento alguien le encuentre un uso. Lo más importante es que se trata de una contribución al conocimiento de la naturaleza”.
El experto no sabe si podrá detectarse en otros puntos del planeta. “Hay minerales que sólo están en un lugar del mundo”, dice.
“La caracterización de un nuevo mineral es un proceso tedioso y muchas veces plagado de inesperadas demoras. En el caso de un final exitoso como este, lo primero que debería evaluarse es la perseverancia y el esfuerzo de los investigadores”, concluye Lira, el homenajeado con el nuevo mineral cordobés.
Los seis minerales hallados en Córdoba
En Argentina se descubrieron sólo 54 especies minerales.
Liraíta. Liraíta es el sexto mineral hallado en Córdoba.
Brackebuschita. Fue descubierto a fines del siglo XIX por Adolfo Doring, geólogo alemán.
Achalaíta. Fue oficializada en 2013 y descubierta en la mina La Calandria por el mineralogista argentino Miguel Galliski.
Benyacarita. Hallada por la cordobesa Hebe Gay en la década de 1990, en Cerro Blanco.
Gayita y galliskiita. Hace algunos años, Fernando Colombo, investigador de Conicet y docente de la UNC, describió la gayita (en honor a Gay) y galliskiita (por Galliski).
La Voz