Lo afirmó Sandra Zárate, empresaria madryense fundadora de Zaranto, planta textil que basó su crecimiento desde su creación, hace 7 años, en la provisión de indumentaria para empresas de la construcción, logística, petroleras y mineras, entre otras. Agregó que en contexto de la crisis provincial “las pymes no tenemos más forma de ampliarnos”.
Sandra Zárate es una empresaria de Puerto Madryn creadora de la textil Zaranto, una pyme con una veintena de empleados que confecciona indumentaria para hoteles, fábricas, empresas de construcción, logística, administración, seguridad, petroleras, mineras, parques eólicos, entre otros. En menos de una década se convirtió en un líder en la región y ya tiene inserción nacional. La madrynense recalcó que se debe apostar al mercado regional y que debe haber un plan estratégico para ampliar la matriz productiva. Además, comentó las dificultades para posicionar una pyme desde la Patagonia.
Zaranto nació hace siete años producto de la creatividad, esfuerzo y un buen armado de equipos de trabajo. Así se convirtió en la primera sastrería de la Patagonia.
Con una mentalidad superadora, proyecta abrirse al mercado exterior. “Es necesario fortalecernos en el mercado interno y cumplir con los plazos. Son proyectos a mediano y largo plazo”, indica la empresaria, quien ganó una beca para negocios internacionales en la Universidad de Pompeu Fabra en Barcelona, por lo que viajó el año pasado a Europa para capacitarse en comercialización internacional.
Zárate forma parte de la comisión directiva de Cámara Industrial de Puerto Madryn (CIMA), todo un logro para una mujer. Además, participa en la Cámara de Industria, Comercio y Turismo (CAMAD), en la Cámara Minera y en la conformación de la Cámara Textil Chubutense.
La fábrica de indumentaria corporativa “se comenzó a desarrollar hace siete años y con el tiempo, y con un trabajo enorme, se ha posicionado regionalmente. Cuando empezamos, viendo las necesidades de las empresas, aspirábamos a posicionarnos en dos o tres años, pero fue un crecimiento que nos sorprendió porque lo que proyectamos en tres años ocurrió en uno”, expresó.
Consciente de la realidad textil manifiesta que, si bien “la actividad se está desmoronando a nivel regional y nacional, nosotros pensamos en una actividad sustentable, perdurable y que se base en la formalidad laboral. Instalar una marca en la Patagonia no es poca cosa. Hay marcas de renombre y hoy estamos de igual a igual en calidad. Nosotros fuimos por la formalidad, por innovación, servicio y calidad. Y a pesar de pasar todas las crisis políticas, socioeconómicas y la pandemia, seguimos fuerte como siempre. Y esto tiene que ver con fidelizar al cliente con los servicios diferenciales que pretendimos desde es el primer momento”.
La dificultad de las pymes patagónicas
Sin embargo, Sandra señala que posicionar una empresa desde la Patagonia es muy difícil. “Armar un equipo profesional no ha sido fácil, y el costo económico ha sido enorme. Pero las oportunidades para poder armar una pyme, con las asimetrías e incongruencias que hay por estar en el sur, son abismales en esta parte del país. Ya partís con cuestiones en contra, pero en lo textil es peor aún. Y tratar de instalar una marca desde el sur hacia el país es una utopía. Cuando uno lo empieza desde la nada misma, las puertas no se te abren. Por eso traté de ser referente, involucrarme en las Cámaras para que se escuchen las voces de las pymes”, cuenta.
Y añade en este sentido que “cuando sos una pyme pequeña que querés instalarte, pero no tenés nada salvo buen potencial, es muy complicado. Los primeros años fueron muy difíciles. Y los siguen siendo aún porque si bien las proyecciones se están cumpliendo y estamos en el proceso de llegar a trabajar en escala, hay que obtener créditos para crecer y perdurar en el tiempo. Pretendemos la confianza y acompañamiento de las grandes empresas, pero una pyme en el sur no es tarea fácil”, reitera.
Respecto al desafío más complicado que sufrió como empresaria sostuvo que “fueron cuatro o cinco años de permanente estado de crisis porque cada proceso para tener el personal, maquinaria y producto adecuado que se inserte en el mercado y que tenga éxito, genera tiempos de espera. Y cada tiempo de espera es económicamente una pérdida. Recién ahora, cuando ya tenemos el producto instalado, estamos en un estadío de crecer por escala. Si bien hay que estar a la par de un mercado exigente y ser competitivo, los golpes más duros pasaron”.
“Actualmente somos referentes en lo textil a nivel nacional, hemos sido elegidos por CAME para su spot institucional como empresa potencial, pero es por la ambición y el esfuerzo, y por no irnos de la línea que nacimos. Estar en el sur complica para conseguir las telas. El polo textil de Trelew lamentablemente está devastado y ojalá se fortalezca. Conseguir materias primas e insumos es dificilísimo, pero, aun así, nuestro equipo sabe que un producto no sale sino se hace con calidad en tela y confección. Eso ha sido nuestro norte y nos ha funcionado”, aseveró.
Compre local y nuevas matrices
La empresaria recalca la importancia del “compre local”, esto es, apostar al mercado regional y fortalecerlo. “Hay que trabajar regionalmente con Cámaras y sindicatos para fortalecernos. Es importante que exista una reciprocidad y ética entre las pymes. La idea es hacernos fuertes y trabajar en conjunto”, indicó.
“A nivel provincial estamos atravesados por una crisis tremenda. El Gobierno Provincial tiene el 50% de la mano de obra, y lo demás se tiene que sostener con pymes y las pymes no tenemos más formas de ampliarnos. Acá se debe pensar en un plan estratégico de desarrollo para ampliar la matriz productiva, dándole cabida a proyectos que puedan permitir la cadena de valor y el desarrollo de regiones”, declaró la emprendedora madrynense.
Y agregó que, si bien el peso de sostener puestos laborables en lo privado está en las pymes, “se necesitan medidas acertadas, acuerdos, diálogos, decisiones claras para ampliar la matriz productiva. Es la única salida. No hay otra. Y esta post pandemia va a ser aún peor por lo que rápidamente tendríamos que ir pensando en cómo llevar a cabo nuevas formas de producir”.
Proyección
Desde la firma Zaranto proyectan para el 2021 trabajar en escala e insertar en sus confecciones distintas líneas de hilo de plata. “Es un producto antibacteriano que, puesto en valor en la ropa de indumentaria de trabajo para ciertas actividades, ayuda en la prevención de enfermedades como infecciones en la piel, en calzado. Queremos crecer en el mercado otorgando telas innovadoras que traigan una solución a cuestiones no resueltas. Esos son los servicios diferenciales a los que apuntamos. Los hilos de plata, especialmente en salud, van a tener un antes y un después porque el material tiene como propiedad combatir la bacteria intrahospitalaria. El tema de la pandemia lo pone en un tapete importante y lo trabajaremos para el próximo año”.