El jefe comunal desestimó las pretensiones de su par jachallero por mayor participación en el proyecto minero.
La inusitada puja por una tajada de la torta que repartirá el proyecto minero Josemaría cuando entre en acción en San Juan sumó un nuevo capítulo ayer, cuando el intendente de Iglesia, donde está enclavado el emprendimiento, salió a advertir en forma contundente a sus vecinos jachalleros, que reclaman ser también parte «directa», que no va a aflojar ninguno de los beneficios que pertenecen a su jurisdicción. «Si va por el lado de las regalías, el fideicomiso, y el desarrollo sustentable que se debe hacer en el departamento, Iglesia no va a ceder nada de lo que corresponde en el departamento donde está la extractividad del mineral», indicó el intendente Jorge Espejo antes de enumerar una andanada de razones por las cuales rechaza los reclamos de su vecino. Dijo que pensar en repartir las regalías es «imposible», que el reclamo por compartir la cuenca hídrica no corresponde, y que en definitiva los jachalleros recibirán de todas formas los beneficios, sin necesidad de embarrar la cancha ahora que se necesita que se apruebe con rapidez el informe de impacto ambiental (IIA) presentado por la minera.
De esa aprobación depende que arranque la construcción de la mina que insumirá una inversión de 3 mil millones de dólares y 4 mil puestos de trabajo. Al tironeo se sumaron ayer las cámaras de proveedores de ambos departamentos y hasta algunas fuerzas vivas amagaron con cortes y carpas de protesta contra el reclamo jachallero. La polémica nació cuando el intendente de Jáchal, Miguel Vega, salió a reclamar esta semana que la empresa Deprominsa, subsidiaria del grupo Lundin, para su proyecto Josemaría, incorporara a su departamento en la calificación de «influencia directa», como está Iglesia, antes de que las autoridades provinciales aprueben el IIA. Dice que le corresponde, porque el agua que usará la mina proviene del río Blanco que a su vez es afluente del Jáchal. Busca así cosechar beneficios tales como regalías mineras, programas de desarrollo sustentable y de obligaciones de la empresa en cuanto a la contratación de mano de obra y de proveedores, como asegura que se iba hacer con el fallido hasta ahora proyecto Pascua Lama. Pero su par iglesiano Espejo dejó en claro que rechaza ese reclamo.
Por empezar, que Jáchal participe en el reparto de regalías es «imposible» para Espejo «porque es un derecho adquirido mediante una ley», e indicó que las regalías mineras la deben percibir los departamentos donde se encuentra geográficamente enclavado el emprendimiento. «Habría que modificar una ley, y tampoco podemos modificar los límites de los departamentos y Josemaría está en Iglesia», ironizó. También desestimó el reclamo de pertenecer, por influencia de las nacientes del río, ya que destacó que el agua que usará Josemaría saldrá de una cuenca hídrica subterránea secundaria a la del río Blanco. «No es un impacto directo el que va a sufrir Jáchal. No es una cantidad tan importante de agua que se va a extraer como para que vaya a perjudicar algún cultivo o actividad agrícola jachallera», dijo. En este punto Espejo dijo que su comuna «resignó» sin problemas el turismo y recreación en su dique Cuesta del Viento, para priorizar el agua del embalse para el agro jachallero durante los años de sequía. Reiteró que Jáchal «no tiene influencia directa en el proyecto porque el impacto real está en Iglesia» y dijo que la ruta, la actividad de tránsito de vehículos y el desgaste de caminos serán en su departamento. Además dijo que el planteo atenta contra la seguridad jurídica, se pretende con esta movida imponerle a la minera un desembolso extra, y que al tener más población, Jáchal va a terminar colocando más gente en el proyecto. «Van a cansarse de mandar gente a trabajar en la construcción del camino y al campamento», aseguró.
Fernando Varela, presidente de la Cámara de Proveedores Mineros de Iglesia, dijo que desató «mucho malestar» el reclamo jachallero porque la zona de influencia es sólo Iglesia, opinó que la empresa Lundin no va a presentar un informe erróneo y clamó «no pelearse entre vecinos». Pero el jachallero Fernando Godoy, presidente de la Cámara de Proveedores Interdepartamentales Mineros, no piensa igual. «»Por influencia hídrica nos corresponde ser zona de influencia directa», dijo y añadió que también le corresponderán regalías como se había decidido para Pascua Lama. Además dijo que el pedido apunta a sumar a un «polo minero» que se quiere crear con ambos departamentos.
ENFRENTADOS
JORGE ESPEJO – Intendente de Iglesia
El proyecto no puede de ninguna manera pretender ser declarado zona de influencia directa en Jáchal, porque el impacto real está en Iglesia. Yo creo que ni él (por Vega) está convencido de este planteo.
MIGUEL VEGA – Intendente de Jáchal
«Nosotros lo que queremos es que sea considerado Jáchal como zona de influencia directa del emprendimiento Josemaría, ya que el mismo se va enclavar en la zona de uno de los afluentes del río Jáchal».
Diario de Cuyo