Desde la Cámara Minera indicaron que todos los asociados se amoldaron rápidamente a las nuevas medidas de bioseguridad establecidas por el Covid-19.
La paralización de las actividades generadas a nivel mundial por la pandemia del coronavirus también afectó a los proveedores locales de la minería. Sin embargo, en medio de industrias totalmente paralizadas, los integrantes de la Cámara Minera de San Juan pudieron sostener el 50% de la actividad gracias a una rápida adecuación a los nuevos protocolos de bioseguridad que se estableció por el Covid-19 en la provincia.
“El sector minero metalífero, calero y de proveedores se encuentra a media máquina. Hubo una rápida adecuación a los nuevos protocolos de salud que estableció el coronavirus para las diferentes industrias. Esto se ha dado porque los proveedores y las empresas cumplen con un gran número de controles, e incorporar uno más no fue un problema como pudo haber sido para otros sectores”, comentó Mario Hernández, presidente de la cámara.
Y agregó: “Existen otras ramas como el de las rocas de aplicación que sí se ha visto fuertemente afectado porque la construcción se paralizó en todo el país y no había demanda. Es quizás el sector de la minería que no pudo sostener la actividad en la proporción que lo hizo el resto de los socios”.
Desde la cámara que nuclea a los proveedores locales se informó que las reuniones mensuales se continuaron realizando durante el stand by que generó la pandemia, pero a través de la modalidad de teleconferencia. También explicaron que la intención es sostener el 50% de la actividad para generar nuevos recursos e ir afianzando lentamente los niveles para sostener las fuentes de trabajo en las empresas.
“El hecho de que la minería al menos esté trabajando a la mitad de su capacidad implica que la mayoría de los socios proveedores pueden estar trabajando en ese porcentaje también. De alguna manera quizás esto los exime de solicitar alguno de estos créditos o beneficios que ofrece el Estado”, comentó Hernández. Pero continuó: “Salvo el sector de las rocas o caleros que se han visto más afectados. Sé que muchos de ellos han solicitado algún tipo de beneficio pero no se ha hecho de manera conjunta a través de nuestra entidad sino de manera particular, porque pide requisitos individuales”.
La Cámara Minera proyecta que el sector probablemente supere el 50% de actividad y producción hacia fines del 2020, principalmente porque los meses de enero y febrero se trabajaron de manera normal. Incluso proyectan una reactivación de entre el 70 y 75 % para fin de año, lo que se traduce en una pérdida del 25% aproximadamente debido al parate generado por la pandemia. “Ese porcentaje de pérdida no se recupera más, por más que se produzca o se venda más, ya que esta actividad tiene un montón de costos fijos que se deben afrontar”, puntualizó Hernández.
Desde la entidad minera indicaron que el ánimo entre los socios es bueno y la esperanza recae en la reactivación de la economía nacional y los buenos índices de salud que presenta la provincia frente al coronavirus. Sin embargo, entienden que se aproxima la temporada invernal, época del año donde la actividad minera se reduce por las inclemencias del tiempo. “Esperamos que la situación a futuro cambie y se reactive para volver a los niveles normales de producción”, concluyó el presidente de la CMSJ.
Basilio Araya – Productor calero
El cierre de toda la actividad económica que originó la pandemia del coronavirus en el país llevó a Bacilio Araya a cerrar su cantera “Loma Blanca” en Los Berros durante dos semanas consecutivas. Y aunque explicó que el golpe fue duro, también agradeció la posibilidad de volver al trabajo en poco tiempo para recuperar la producción y no afectar las fuentes de trabajo. “Hemos sido privilegiados al ser considerados como actividad esencial rápidamente, esto nos permitió recuperar la producción y sobre todo mantener las fuentes de trabajo. Nos posibilitó también realizar todos los pagos semanales. En medio de toda esta difícil situación, estar parados sólo dos semanas nos permitió soportar el golpe de una manera más holgada, a diferencia de otras industrias que recién volvieron a la actividad o que aún siguen paradas”, explicó Basilio. Y agregó: “En mi empresa tengo doce empleados que son como parte de la familia, por eso todos los días hablamos, no sólo de las medidas de seguridad, sino también de temas económicos. Trato de explicarles todo el contexto, los valores las ventas y cómo eso se va a reflejar eso en la economía del hogar de cada uno. Charlamos sobre la importancia de usar la tarjeta de crédito solo para cosas esenciales y la manera de distribuir bien el salario, ya que se les paga de manera semanal”.
Juan Oro – Productor de rocas de aplicación
Juan Oro es productor de cuarzo y travertino en su cantera de Albardón y reflejó el duro momento que atraviesa el sector: “Somos los hermanos pobres de la minería”, sentenció. Y continuó: “Hacemos lo imposible para subsistir. Nosotros no podemos reactivarnos porque el mercado está parado y el costro del flete es altísimo. Estamos hablando de 1.200 dólares un envío de 28 toneladas de travertino a Buenos Aires. Este precio a nosotros no destroza porque a una compañía en Buenos Aires le sale exactamente lo mismo mandar a traer un container de travertino de cualquier puerto del Mediterráneo”. El productor también indicó que desde el año pasado arrastra una baja en su actividad vinculada con lo mobiliario e inmobiliario que se asocia a la construcción, y cuando se esperaba una leve reactivación durante el primer trimestre del 2020 llegó el virus que los terminó de paralizar por completo. “Nos resulta muy difícil, yo tengo un plantel estable de cinco personas y estoy haciendo todo lo posible para mantenerles el trabajo. Ahora no estamos produciendo entonces le di de baja a la empresa de seguridad y los que estamos cuidando la cantera para evitar cualquier tipo de robo somos nosotros mismos, los mismos empleados, aunque sea para continuar en el lugar, porque si te vas es prácticamente decretar el cierre de toda la operación”, sentenció.
Diario de Cuyo