En 2019 comenzó el proceso para remediar los pasivos ambientales en la mina de San Rafael. Para concretarlo, hay que extraer el uranio de los sólidos que quedaron en el lugar.
Después de años de demora, finalmente a mediados de 2019 se autorizó el proceso de remediación ambiental en Sierra Pintada, una mina de uranio de San Rafael que estuvo activa hasta la década de los ’90. Sin embargo, las demoras en este proceso se hicieron evidentes, a tres años del inicio de los trabajos en el yacimiento.
Al respecto, desde la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), encargados de llevar adelante el proceso de remediación ambiental, justifican las demoras en la pandemia de covid-19. Por ese motivo -argumentan- aún no se inició el tratamiento de los residuos que implica sí o sí la producción de uranio.
Básicamente, los sólidos (rocas) contaminados que quedaron en tachos deben ser tratados a través de un proceso de producción convencional: lixiviación con agua y ácido sulfúrico, que permite separar el uranio y eventualmente utilizarlo en centrales nucleares. Ese es el proceso de remediación ambiental.
En Sierra Pintada hay almacenadas unas 1.067 toneladas de residuos sólidos en más de 5.223 tachos de 200 litros, y 1.200.000 m3 de agua en canteras, a los que «hay que sacarles» el uranio. Una vez que termine el tratamiento, se habrán obtenido unas 14 toneladas de uranio que la CNEA podrá utilizar para producir energía atómica.
Sin embargo, para poder llevar adelante ese procedimiento, la CNEA tiene que terminar obras que están en proceso, más allá de que se cambiaron cañerías y otras instalaciones en el yacimiento. Mientras tanto, los controles del Gobierno de Mendoza continúan.
Al respecto, Miriam Skalany, directora de Protección Ambiental de Mendoza, contó a Memo que «estamos permanentemente yendo una vez por mes. Se toman muestras de agua y se las analiza». «Lo que falta para tratar los tachos de uranio es poner en funcionamiento la planta que separa radio y arsénico, previo a que el material vaya a los diques de evaporación», completó.
Para sanear los pasivos ambientales, se necesita separar el uranio de los residuos que quedaron en el yacimiento y, para eso, sí o sí se debe emplear ácido sulfúrico. Si bien es una sustancia prohibida por la ley 7722, la normativa sólo hace referencia al proceso de producción, sin mencionar los trabajos de remediación.
Fuente: Memo