El exministro de economía de Chile, Álvaro García, dijo que la producción de cobre del país sureño alcanzó el año pasado las seis millones de toneladas y que el 2025 estaría en alrededor de los 8 millones de toneladas.
De acuerdo a Reuters, en el primer semestre del 2016 la extracción de cobre en Chile cayó un 5,6% a 2,78 millones de toneladas, mientras que en Perú llegó a 1,12 millones de toneladas, que significó un alza de más de 51%.
García, quien participó en el III Congreso Internacional de Relaciones Comunitarias organizado por Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), también indicó que la posibilidad de formar un hub minero entre las regiones del norte de Chile y el sur del Perú significaría un impulso económico para ambos países sudamericanos.
“El Perú ha avanzado extraordinariamente y viene convirtiéndose en un importantísimo jugador en la minería mundial. Sería muy importante producir esta alianza, que es una gran oportunidad, ya que ambos países tenemos casi el 50% de la producción de cobre en el mundo”, apuntó.
La formación de un hub minero de cobre con servicios compartidos por empresas de las dos naciones permitiría el encadenamiento de los proyectos de Antofagasta, Copiapó y Calama, por el lado de Chile, como Arequipa, Moquegua y Puno y demás, en el caso peruano.
Importancia de Relaciones Comunitarias
El economista chileno participó en el III Congreso Internacional de Relaciones Comunitarias como panelista de la mesa redonda “La visión de la minería en el mundo”, junto a otros expertos como Luis Francisco Thais, Coordinador Nacional del Proyecto Prevención de Conflictos Sociales del PNUD, David Brereton, Director del Centro de responsabilidad social en Minería de la Universidad de Queensland (Australia), y Carlos Duarte, Profesor Investigador de la Universidad Javeriana, (Colombia).
En el cónclave remarcó que uno de los retos que tiene minería chilena, como las empresas del resto el mundo, es la transformación de las relaciones con comunidades, para poder lograr consensos y mejorar la calidad de vida de las poblaciones ligadas a la actividad extractiva.
“En Chile hemos aprendido esta relación debe ser permanente y sin mediadores. Todos los actores deben sentarse en la mesa de negociación en igualdad de condiciones y eso significa invertir en los más débiles. Hay que superar la visión de dar dádivas a los actores sociales para traerlos al acuerdo”, enfatizó.
Señaló que es relevante contar con sólidas instituciones que garanticen el diálogo y el compromiso compartido de todos los actores sociales, ya que no existen en los países de la región sudamericana.
Álvaro García también apuntó que es vital promover la capacitación de las poblaciones y demás actores en temas como el ciclo minero, responsabilidad social y gestión social para lograr mejores acuerdos.“Hay que capacitar a todos, a las comunidades campesinas, a las autoridades locales y a las propias empresas porque cada uno habla su propio lenguaje, su propia cultura y el secreto del éxito está en la interculturalidad y en el buen entendimiento”, concluyó.
El Comercio
