El informe final de la agencia contratada por las Naciones Unidas para determinar los daños ambientales que provocó el derrame de un millón de litros de agua cianurada indicó que el accidente «no afectó a las poblaciones cercanas» y que el impacto y la contaminación, que sí detectó «alcanzó a dos zonas cercanas al emprendimiento».
Según explicó el secretario de Gestión Ambiental y Control Minero de San Juan, Marcelo Ghiglione, el informe de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops), hecho con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), «ratifica lo que el organismo determinó preliminarmente» luego del accidente. El derrame de un millón de litros de agua cianurada comenzó entre el 12 y el 13 de septiembre pasados. Sólo se hizo público cinco días después al difundirse un mensaje de WhatsApp de un operario. Casi un mes después, la agencia empezó a trabajar en el terreno para este trabajo.
Según el funcionario, «el informe dejó en claro que del derrame ya no queda ningún rastro en los ríos y las zonas que se vieron afectadas», y sostuvo que «no afectó a las localidades pobladas cercanas al proyecto».
A pesar de los resultados del trabajo de la Unops, por iniciativa del legislador Jorge Morales, el Concejo Deliberante de la localidad de Jáchal votará un proyecto para establecer una consulta popular no vinculante sobre la megaminería en la cuenca del río Jáchal, lo que podría afectar la operación de la mina de oro de Veladero.
Ghiglione indicó que el informe, de 365 páginas, «aclara que el impacto sólo alcanzó a la zona cercana a Veladero y que no llegó a los ríos La Palca, Blanco y mucho menos al Jáchal», ubicados aguas abajo de la mina.
El organismo señaló en su informe que tomó 165 muestras entre el 5 de octubre y el 1º de noviembre del año pasado, a lo largo de 200 kilómetros de vías fluviales, entre el punto de descarga y la desembocadura del dique Cuesta del Viento. También asegura que «al momento de los análisis, el río Potrerillos y parte del De las Taguas, que son los más próximos al emprendimiento minero, fueron los que se encontraban afectados por el derrame», y que «en cuanto al resto, en la continuidad del río De las Taguas y La Palca, el Blanco y el embalse Cuesta del Viento, hasta aguas abajo en el río Jáchal, no se han constatado evidencias de anomalías asociadas al incidente ambiental».
No obstante, los investigadores indican que encontraron «lodos con concentraciones de cianuro y metales en el cauce del río Potrerillos», y que recomendaron «la remoción de dichos sedimentos».
Voceros de la minera indicaron: «Estamos conformes con los resultados arribados por la Unops. Las conclusiones del estudio están en línea con las obtenidas en nuestras mediciones y comunicadas por la empresa luego del incidente».
La investigación y la causa por el derrame es seguida por la justicia federal y la de Jáchal. La semana pasada la Corte Suprema separó de la investigación por contaminación al juez federal Sebastián Casanello, que conservó la jurisdicción para deslindar las responsabilidades de los funcionarios nacionales en el hecho. Sobre el derrame deberá expedirse el magistrado local Pablo Oritja.Esto significa que el máximo tribunal descartó la interjurisdiccionalidad del accidente, algo que también atenúa la responsabilidad de la minera.
La Nación