Está destinado a reformular el sistema de barreras de la mina y es una de las siete recomendaciones propuestas.
“Considerando que la descarga de contaminantes procedentes del Sistema de Lixiviación en Valle ha traspasado las barreras de contención diseñadas para el proyecto Veladero, se considera pertinente recomendar a la autoridad minera que desarrolle un estudio de riesgo orientado a evaluar la necesidad de reformular el sistema de barreras actualmente existentes”, dice una de las siete recomendaciones propuestas por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), con la participación técnica del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), respecto del estudio sobre la calidad de los cuerpos de agua en el área de influencia de la mina Veladero, con posterioridad a la ocurrencia del incidente ambiental en septiembre de 2015.
“Un estudio de riesgos permite evaluar las consecuencias de un hecho que tiene cierta peligrosidad sobre un ambiente con determinada vulnerabilidad y en función de ello se pueden definir algunas políticas públicas o medidas estructurales y no estructurales puntuales”, definió Carlos Angelaccio, asesor técnico regional para Proyectos Ambientales y de Infraestructura de UNOPS. Al respecto y según Angelaccio: “Una de las sugerencias es la de mejorar las barreras de contención en el Canal del Norte, lo que implicaría contar con un sistema de alerta temprana en tiempo real que permita la evaluación de un conjunto de variables vinculadas a la posibilidad de una falla en el sistema de contención, monitoreos de niveles isométricos o de niveles líquidos, varias variables que pueden determinar que algo está por ocurrir en el valle de lixiviación”, puntualizó.
Si bien el estudio estuvo focalizado en comprender la situación de los cuerpos de agua después del hecho y no en el análisis de las causas del accidente, las acciones correctivas sugeridas se realizaron en virtud del principio precautorio establecido en el artículo 4º de la Ley Nacional 25.675 o Ley General del Ambiente. En este marco, no es menor que la situación del Canal de Desvío Norte haya sigo incluida dentro de las recomendaciones, ya que fue por donde se filtró la solución cianurada hacia los cauces de agua, en lugar de terminar en las piletas de contingencia tras romperse la válvula de la cañería que transportaba el líquido. En cuanto a las conclusiones, se determinó que las localidades ubicadas en la zona influencia a la mina como Malimán, El Chinguillo y Angualasto, “no han tenido consecuencias en sus captaciones de agua ya que sus fuentes corresponden a ambientes geomorfológicos diferentes al río Blanco, ni tampoco se han constatado evidencias de anomalías sobre punto alguno situado aguas debajo de dichas poblaciones”, dice el informe.
En términos generales, los impactos asociados al incidente ambiental pueden advertirse en la Zona 0 (comprendida por el río Potrerillos desde aguas debajo de la pileta de emergencia hasta la desembocadura del río Potrerillos al río Las Taguas) y Zona 1 (desde río Las Taguas hasta su confluencia con el río Turbio), las más cercanas al punto de descarga. “Tales impactos son de naturaleza física y química, evidenciados a través de las consecuencias del aporte de sedimentos sobre los suelos de la vega en el cauce del río Potrerillos; de la presencia de cianuro y sus productos de degradación, así como de otros elementos metálicos y no metálicos.
Cuyo Minero