Rockhopper Exploration halló un yacimiento de clase mundial en Malvinas

«Se confirmó el tamaño del Sea Lion como un yacimiento de petróleo de clase mundial», dijo esta semana el presidente de la empresa petrolera inglesa Rockhopper Exploration Plc, Pierre Jean-Marie Henri Jungels, en la última asamblea de accionistas de la compañía sobre el área marítima Sea Lion, al norte de las islas Malvinas, y lo comparó con las reservas que reporta en la Argentina la compañía privada Pluspetrol.

Jungels incluso prometió convertir a la cuenca norte de las Islas Malvinas en una «nueva provincia productora de hidrocarburos».

«Este fue un logro fabuloso para un pequeño equipo, hábilmente dirigido por su nuevo CEO, Sam Moody. No todos los operadores logran este resultado con equipos a menudo considerablemente más grandes», resaltó Jungels durante el encuentro en la sede de la compañía, en Londres.

Rockhopper anunció el jueves que sus reservas netas de petróleo se duplicaron a más de 300 millones de barriles, mientras expertos independientes estiman que la cuenca tiene un potencial de casi 1000 millones de barriles, un nivel similar al que reporta en la Argentina la firma local Pluspetrol (otra operadora mediana, Panamerican Energy, tiene reservas por 1600 millones).

En conflicto

Los hallazgos off shore se encuentran en un área en litigio entre la Argentina y el Reino Unido, y corresponden a una operatoria cuestionada en Naciones Unidas y en otros foros internacionales, al punto que el anterior gobierno juzgó «ilegal» la exploración y producción de hidrocarburos en la zona.

Al margen del conflicto político y diplomático en las islas -que derivó en una guerra entre la Argentina y Gran Bretaña en 1982-, Jungels lamentó que la crisis financiera en el mercado europeo limitara los préstamos bancarios disponibles, y sostuvo que de no haber sido por esa restricción «podríamos incluso haber visto por primera vez petróleo este año».

Rockhopper es propietaria de más del 50% de dos yacimientos petrolíferos, Sea Lion e Isobel Elaine, que podrían contener reservas de 747 millones barriles de petróleo y gas, según la auditoría independiente preparada por ERC Equipoise Limited (ERCE).

La empresa tenía una participación de 24% en estos yacimientos, pero la aumentó a 64% al fusionarse a fines del año pasado con la compañía Falkland Oil & Gas, según la denominación en inglés.

«Potencial»

El CEO de Rockhopper destacó que la nueva auditoría «confirma el potencial de las Malvinas Norte para ser una cuenca de mil millones de barriles».

El complejo de Sea Lion tiene más de la mitad de esas reservas, con casi 270 millones de barriles de bajo riesgo, que según el ejecutivo «podría ser evaluado con tan sólo 3 ó 4 pozos más dirigidos de manera óptima».

Además, añadió Moody, el descubrimiento Isobel Elaine «tiene el potencial de ser un tercio del desarrollo regional, que potencialmente contiene más de 500 millones de barriles».

Jungels remarcó durante la asamblea de accionistas de Rockhopper el «privilegio de haber estado involucrado con una de las más emocionantes historias de exploración y producción de la última década».

«Realmente se puede decir que se ha abierto una nueva provincia de hidrocarburos, de la que en el tiempo que tengo toda la confianza en que vamos a ver a los 1000 millones de barriles -y más- de petróleo producido», vaticinó el presidente de la compañía.

Jungels resaltó que «tuvimos el maravilloso -y raro en el mundo de la exploración- éxito de encontrar Sea Lion con nuestro primer pozo», operado en la superficie inicialmente testeada por la compañía Shell.

«Este fue, por supuesto, un momento de transformación para la empresa, y de hecho para la industria en las aguas alrededor de las Falkland Island [como llaman en Inglaterra a las islas Malvinas]», señaló el ejecutivo inglés.

Tras destacar que el plan de desarrollo en fases sensibles «establecerá a las Malvinas como nueva provincia productora de hidrocarburos», Jungels puso de relieve los «progresos reales» en el armado de la ingeniería básica para la explotación, que incluye el FEED (Front End Engineering Design).

Como «factor negativo», sin embargo, mencionó el colapso del precio del petróleo de la últimos dos años, «con sus consecuencias para el flujo de caja de los socios actuales y potenciales».

No obstante, concluyó, «una evaluación del valor de Rockhopper debe tener en cuenta tanto nuestra sólida posición financiera con dinero en efectivo en el balance general, y nuestro potencial para generar flujo de efectivo a través de la producción en Sea Lion en algún momento», aunque se espera para ello una suba de los precios del petróleo.

 

 

Agencia Télam/La Nación

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