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El futuro de Vaca Muerta: pese a condiciones complicadas, sigue creciendo

Por Roberto Carnicer y Luciano Codeseira (*)

La Cuenca Hidrocarburifera Neuquina, de 124 mil km2, se encuentra localizada mayormente en la provincia de Neuquén y presenta tres Rocas Madre que responden a las formaciones Los Molles, Vaca Muerta y Agrio.

La formación Vaca Muerta es públicamente conocida y tuvo y tiene repercusión internacional con motivo del reporte publicado en 2011 por el Departamento de Energía de los Estados Unidos donde posicionó a Argentina como el tercer recurso de Gas de Esquisto (Shale Gas) del mundo luego de USA y China.

El gas de esquisto es el mismo gas natural que se extrae actualmente en cualquier yacimiento; lo único distintivo es su mecanismo de extracción, que requiere una tecnología especial por localizarse el gas en la roca madre que presenta bajísimas porosidades. De allí lo dificultoso de su extracción.

Estados Unidos desarrolló una tecnología que demostró ser económicamente viable para la extracción de hidrocarburos, a vistas de su creciente aumento de producción en gas y petróleo. Estos resultados se plasman en que este país se convertirá en 2017 en autosuficiente en gas, de ser un importador de Gas Licuado de Petróleo, a exportador, transformándose en el mayor exportador de América y con un incremento de producción de crudo del 40% respecto a los volúmenes producidos en el 2010. No podemos dejar de puntualizar que el contexto del precio del crudo, que en promedio fue de 90 u$d/Bbl desde el 2010 hasta fines de 2014, era muy favorable para extracciones más costosas como fue la del shale.

Así como se desarrolló el shale, previamente Estados Unidos focalizó sus esfuerzos en otro tipo de no convencional, hidrocarburos de arenas compactas (Tight), con mecanismos de extracción similares pero con la presencia del gas en «arenas» mas porosas que las que presenta el shale.

¿Qué sucedió en Argentina?. La realidad de la caída sostenida de la producción de hidrocarburos, y la de los extraordinarios recursos de shale y tight que disponemos, ambas situaciones promovieron a las empresas productoras a evaluar distintos mecanismos no convencionales para su extracción, a pesar de los costos que inicialmente implicaban estas nuevas tecnologías en nuestro país. Se produjo, lo que se suele llamar, una etapa de aprendizaje. En un primer momento se apuntó a pozos verticales por la particularidad de un espesor considerable de la formación Vaca Muerta, pero la realidad demostró que no eran económicamente eficientes, por lo que se adoptó al concepto de pozos con perforación horizontal.

Durante marzo de 2016, la producción de shale oil fue de 24,8 kBbb/d (miles de barriles por dia), representando el 4,6% de la producción de crudo del país; mientras que en shale gas, fue de 4,28 MMm3/d (millones de metros cúbicos por día) representado el 3,6% de la producción total. No podemos dejar de mencionar el Tight Gas, que alcanzo para el mismo periodo, una producción de 18,7 MMm3/d. O sea que actualmente la extracción no convencional de gas representa el 19% de su producción total. A modo de comparación, en Estados Unidos la extracción no convencional de gas es el 50% del total, con proyecciones de la EIA, de llegar al 70% en un futuro cercano.

Como ya mencionamos la variable precio del crudo, y por lo tanto los de todos los combustibles líquidos alternativos al gas natural, impactan en la posibilidad económica de extraer el gas en condiciones de mayores costos y tecnológicamente más dificultosas. Por su parte, la volatilidad del precio del crudo en los últimos años, con su caída estrepitosa a partir de octubre de 2014 (80 u$d/Bbl) a enero 2016 (30 u$d/Bbl) no ayudan para promover su desarrollo.

El gobierno, para reducir las exportaciones y poder recuperar el auto abastecimiento, ha decidido continuar con una política de incentivos de precios del gobierno anterior, con compromisos de inversión y aumento de producción a aquellos productores que estaban incorporados o se incorporen al denominado Plan Gas, cuya duración se limita a un cierto periodo.

La particularidad de esta decisión corresponde a que hoy el precio del gas de importación (de Bolivia 3 u$d/MMBTU y LNG (Barco) 5 u$d/MMBTU) está por debajo del precio pautado por el Plan Gas (7,5 u$d/MMBTU). En el momento (1/2013) en que comenzó a aplicarse este mecanismo de incentivo a la producción nacional, el precio de gas para el mercado interno, en promedio era de 2,6 u$d/MMBTU, con una oferta en caída y crecientes volúmenes de importación, cuyos precio eran de 16 u$d/MMBTU por LNG, y de 10 u$d/MMBTU de Bolivia. La decisión adoptada actualmente es consistente con el objeto de, independientemente de la coyuntura internacional, desarrollar el gas nacional.

Estas dramáticas decisiones, que son subsidios del gobierno a este sector, permitirán la continuación de inversiones y aumento de producción en Vaca Muerta.

Un hecho que debemos remarcar es que Estados Unidos también está «sufriendo» el impacto del precio del gas natural bajo, por una sobreoferta de gas y por la caída de los precios de los combustibles líquidos, desincentivando la producción nacional, y en especial la no convencional, y ha impactado disminuyendo levemente el crecimiento en el último año.

A pesar de ello, se continúa produciendo, sin subsidios, pero con pragmatismo, reduciendo los costos de toda la cadena de valor del producto y focalizándose en la eficiencia y calidad. En conclusión siendo más eficiente en la tecnología utilizada y más exigentes en la selección de las áreas. Por ejemplo, buscando aquellas que presenten un gas más rico para monetizar mejor su producto (no solo con el gas natural seco, sino extrayendo y aprovechando los sub productos del gas como propano, butano, etano, gasolina natural, utilizados por la petroquímica, siendo además commodities que se comercializan con precios superiores al gas natural seco) y recurriendo a pozos horizontales más largos. Concretamente menos pozos, más eficientes con mayor producción y más ricos en producto.

Podemos concluir que Vaca Muerta está en un proceso de crecimiento, con condiciones internas y externas complicadas pero favorables en cuanto al ambiente de negocios, que debe potenciarse intensamente, de manera de no dejar de aprovechar este extraordinario recurso que disponemos para autoabastecernos y posicionarnos como un futuro exportador de energía.

Roberto Carnicer y Luciano Codeseira, director del Departamento de Energía de La Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Austral y profesor de la FI, respectivamente, opinaron para Télam sobre el futuro del yacimiento petrolífero Vaca Muerta y su crecimiento pese a las condiciones complicadas del mercado.

(*) Roberto Carnicer es director del Departamento de Energía de la Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Austral y Luciano Codeseira es profesor de la FI.

 

 

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