(Derrame Veladero) Aseguran que solo hubo impacto ambiental en la zona 0

Según el informe, el incidente ambiental no tuvo consecuencias sobre las captaciones de agua correspondientes a las localidades de El Chinguinillo, Malimán y Angualasto.

Este 13 de septiembre se cumple el primer año de un hecho que marcó un antes y un después en la actividad minera de la provincia. El derrame de solución cianurada en Veladero generó gran polémica entorno a esta actividad y se despertaron voces a favor y en contra que sonaron durante todo el año, pese a que la empresa Barrick pagó una multa de $145.696.000 e hizo importantes cambios en la forma de trabajo en la planta de lixiviación

La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) elaboró un informe completo, con la participación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que presentó a la sociedad en mayo. Este trabajo fue realizado en el agua del área de influencia de la Mina Veladero tras el derrame de solución cianurada producido el 13 de septiembre de 2015.

El ingeniero Carlos Angelaccio, el doctor Alejandro Rossi y la ingeniera Patricia Oliver informaron que «la contaminación con cianuro» «está limitado a la zona 0 y en la zona 1 no hay presencia ni de cianuro ni de los compuestos derivados de la degradación del cianuro». «Respecto a los metales, en agua subterránea y superficiales, la presencia de aluminio disuelto, cobre disuelto, hierro total y disuelto, manganeso disuelto, plomo total y disuelto, cinc disuelto, se encuentran en concentraciones inferiores a las que fueron percibidas en la zona 0», explicó el ingeniero Carlos Angelaccio.

En este escenario, el profesional aseguró que el equipo de estudio advirtió impactos asociados al incidente ambiental en las Zonas 0 y en la más cercana al punto de descarga.

Luego en las restantes zonas, no se han constatado evidencias de anomalías asociadas al incidente ambiental.

El incidente ambiental no ha tenido consecuencias sobre las captaciones de agua correspondientes a las localidades de El Chinguinillo, Malimán y Angualasto por ser pertenecientes a distintos ambientes geomorfológicos.

«Los impactos en las zonas 0 y 1 son básicamente de dos naturezza diferentes. La primera es física asociada a la presencia de una significativa cantidad de sedimentos movilizados por el derrame en la zona 0 que altera las condiciones físicas que tiene una incidencia directa sobre la respuesta biótica en las aguas de la zona 0, del Potrerillos. Y el segundo una naturaleza química por la presencia de metales disueltos»,agregó.

Luego explicó que el estado de los ambientes acuáticos presentaron indicadores consistentes con las características del sistema fluvial. «El más significativo sobre estas comunidades fue el impacto físico, especialmente en la zona 0. Se puede determinar una rápida recuperación de las diferentes comunidades en los sitios directamente impactados que se dio a través de indicadores de una rápida recuperación pero sí con un cambio en esas comunidades que reflejan la adaptación a las nuevas condiciones que establece el impacto generado por el derrame», agregó.

Posteriormente señaló que hay una zona de la Zona 0 (de origen del derrame) donde al momento del muestreo aún existe signos de estrés, los otros puntos correspondientes a las otras zonas no lo muestran ni efectos diferentes que puedan ser atribuidos al derrame.

«La zona 0 es el que aún presenta signos de estrés aunque el punto más cercano a la descarga muestra valores de recuperación»

El estudio

El monitoreo concretado se llama «Estudio sobre la calidad de los cuerpos de agua en el área de influencia de la Mina Veladero, posterior al incidente ambiental del 13/09/15” fue presentada el 25 de septiembre de 2015. El 2 de octubre de 2015 la propuesta fue aprobada por el Gobierno de San Juan, y la misión de campo inició el 5 de octubre de 2015.

En el estudio se evaluó técnicamente la situación ambiental de los ríos Potrerillos, Las Taguas, La Palca, Blanco y Jáchal, y también se seleccionaron muestras de aguas crudas en puntos de captación de agua de las localidades de El Chinguillo, Malimán y Angualasto. Se tomaron muestras de agua superficial, subterránea y sedimentos en aproximadamente 121 puntos escogidos por UNOPS y el PNUMA.

También se concretaron estudios limnológicos en nueve sitios aguas abajo del incidente. Estos estudios comprendieron el análisis de las comunidades fitoplanctónicas, zooplanctónicas, fitobéntónicas y de macroinvertebrados bentónicos. Se estudió el estado ecológico de los tramos de los ríos estudiados, indagando sobre posibles variaciones en las comunidades biológicas características de esa zona.

Las conclusiones contenidas en el Informe son el resultado del procesamiento de más de 9.500 determinaciones analíticas provenientes de las 165 muestras tomadas durante el periodo comprendido entre el 5 de octubre y el 1 de noviembre de 2015, sobre las que se llevaron a cabo análisis de aguas superficiales y subterráneas, sedimentos, suelos y bentos a lo largo de 200 kilómetros de curso fluvial desde el punto de descarga de contaminantes hasta el punto situado aguas abajo del dique Cuesta del Viento para detectar la presencia de metales, cianuro y sus derivado.

 

 

Diario de Cuyo

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