El financista húngaro ya había hecho lo mismo a mitad de año: compró a U$S 16 dólares y luego vendió a U$S 21, aprovechando el Brexit. Ahora, ¿apuesta a Trump?
George Soros es uno de los financistas más célebres del mundo, reconocido por sus movidas de alto riesgo. En junio se ganó unos U$S 100 millones apostando al repunte de Barrick por el Brexit, y hoy vuelve a hacer lo mismo comprando acciones de la minera canadiense.
La gran pregunta que flota ahora en el mercado mundial es si esta nueva jugada de ajedrez de Soros está antecediendo un nuevo reposicionamiento de las acciones de Barrick, como ya lo hizo a mitad de año. Razones hay de sobra: el tembladeral financiero ocasionado por la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU es mirado atentamente por el mercado para ver si termina o no en un nuevo reposicionamiento del precio del oro a nivel mundial, y con él de las principales compañías del rubro.
A mitad de año, ocurrió algo similar. Cuando Gran Bretaña votó a favor de su salida de la Unión Europea (el ya famoso Brexit), cayeron los valores mundiales, entre ellos la libra esterlina. Eso hizo que el oro se convirtiera en el principal refugio de valor para los inversores, motivo por el cual el metal saltó hasta superar los U$S 1.300 dólares por onza.
Cuando eso ocurrió, Soros ya estaba posicionado con una fuerte inversión en acciones de Barrick: en junio compró a 264 millones de dólares en acciones de la minera canadiense que opera Veladero, con lo que se quedó formalmente con el 1,5% del capital accionario total de la compañía, y los vendió en agosto a un precio más que jugoso, 21 dólares cada una. Es decir, cinco dólares de diferencia por cada acción, en un plazo de apenas dos meses, con lo que la apuesta le dejó un suculento dividendo de unos 100 millones de dólares de diferencia.
Ahora Soros volvió a hacer la misma jugada en el mercado mundial: compró nuevamente acciones de la compañía canadiense hasta acumular un stock de 2,8 millones de esos papeles, que ahora cotizan a U$S 15,04 cada una. Y entonces, encendió la pregunta que sólo el tiempo responderá: ¿se está anticipando a un nuevo repunte extraordinario de estas acciones en el sector minero en general? Y si así fuera, ¿cuáles son esos indicadores?
La cuestión es que todo el mercado espera que nuevamente el oro comience a repuntar como consecuencia de los vaivenes políticos en EEUU. No al ritmo como lo hizo en ocasión del Brexit, pero sí que lo haga de manera consistente. Los motivos son parecidos: que ante una crecida de incertidumbre global o de tendencia a la baja de los precios y del valor del dólar, el oro resulte nuevamente el refugio de valor.
Lo que ocurrió hasta ahora no es exactamente eso. Porque desde el 8 de noviembre, el día del triunfo de Trump, hasta ahora, el valor del oro se cayó desde U$S 1.272 a 1.213 de este jueves, aunque es cierto que en los últimos días comenzó a detener su descenso y a apuntar hacia arriba.
Todos esperan conocer las primeras medidas de Trump para determinar el camino, como también conocer quiénes se harán cargo del rumbo económico. Y esperan saber también si Soros vuelve a tener razón.
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