Mientras el Gobierno provincial avanza «a escondidas» con el Fracking en la provincia, la minería se mantiene cajoneada por «temor». Gran parte de la política local, al igual que la ciudadanía opina por lo que oye, pero no por lo que se encargó de aprender y conocer. Una encuesta revela que un altísimo número de personas no sabe, pero opina.
El desarrollo de la actividad minera en Mendoza se mantiene «cajoneada» tal como ocurrió en la administraciones anteriores de la provincia. A pesar del Espacio de Diálogo y la Política Minera que se diseñó, el gobernador -que tiene la última palabra en el tema- mantiene postergada la actividad a la espera de la denominada «licencia social».
Mientras eso ocurre, a las autoridades provinciales se les olvidó pedir la «licencia social» en el caso del fracking (fractura hidráulica utilizada para sacar petróleo no convencional) y casi a escondidas buscaron los argumentos legales para autorizar el proceso en el sur provincial.
Pero, más allá de ese tema, hay otra cuestión que es más preocupante y se refiere al conocimiento que se tiene de la actividad minera. Es que, una encuesta revela que la población en general no está informada respecto a lo que es la industria, pero igualmente opina sobre sus alcances.
Ese dato me recordó lo sucedido en el último intento para avanzar con dos proyectos de exploración minera en la provincia, Hierro Indio y Cerro Amarillo. En esa ocasión fueron llevados a las apuradas (que tampoco era la forma) a la Legislatura y a pesar que tuvieron el aval del Senado fueron archivados en Diputados. La cuestión es que los legisladores radicales lo votaron en contra sin siquiera leer el expediente, no por conocimiento, sino porque les bajaron esa línea.
En esa ocasión, varios legisladores (de los cuales me voy a guardar los nombres para que no pasen vergüenzas) me reconocieron que nunca vieron el expediente y que no tienen idea de minería.
Este lunes MDZ reveló cómo se aprobó la realización del «cuestionado» método de extracción de petróleo. La fractura hidráulica ni siquiera pasó por una audiencia pública, mientras a la minería se le demoniza y se le ponen «palos en la rueda».
Es muy malo que los legisladores no sepan de lo que hablan, pero no debe sorprendernos. Una encuesta encargada por el sector a nivel nacional y que se entregó la semana que termina, revela que un porcentaje altísimo de argentinos opina sin saber.
Los números
El estudio en cuestión fue encargada a una importante consultora nacional y fue pedido por el sector para ver qué percepción tiene la gente de una industria a la que el Gobierno le puso fichas con la quita de las retenciones. Se trata de una encuesta que aún no se ha hecho pública, que se conocerá en las próximas semanas y a la que MDZ tuvo acceso.
La encuesta confirma que casos como los ocurridos en Veladero generan un impacto muy importante en la opinión pública, aunque los opinantes no conozcan en profundidad lo sucedido, ni sepan cómo se desarrolla la actividad.
Por ejemplo, un número duro indica que de todos los encuestados el 93% cree que las empresas mineras no cuidan el medio ambiente. Los resultados señalan, además, que el 80% cree que el cuidado del ambiente sólo le importa a la gente, un 17% cree que es importante para el Gobierno y sólo el 4% cree que a las empresas mineras les preocupa.
Los números son un indicador importante, pero llaman la atención si se considera que en otra de las preguntas de la encuesta se le solicitó a los participantes responder cuán informados están sobre la industria minera. Un categórico 83% dice que no está informado y un 17% señaló que está al tanto de lo que es la actividad.
Entonces, se puede inferir que gran parte de la mala fama de la industria está marcada por los casos puntuales, por lo que escuchan y por un desconocimiento de lo que es realmente la minería y cómo es posible desarrollarla en lugares donde -incluso- puede convivir con sectores productivos como el vitivinícola.
El deporte del «hablemos sin saber» es un buen negocio para los sectores a los que les interesa «demonizar» una actividad lícita que con estándares altos no tiene ningún problema para su desarrollo, menos aún con la Ley 7.722 en vigencia, la cual no permite el uso de ciertas sustancias, pero que no prohíbe la actividad en general. Sin embargo, en el Ejecutivo la orden parece ser otra y directamente consideran que lo mejor es no avanzar con nada, pero sin argumento jurídico o técnico.
Así las cosas, no sorprende que en medio de ciudadanía que -según los datos de la encuesta- opina por lo que escuchó o le contaron, los gobernantes hagan lo mismo, apuntando a evitar cualquier tipo de cuestionamiento.
«El terreno de la ignorancia es fértil para aquellos que quieren generar pánico e instalar sus visiones, sean reales o no». Una frase que viene como anillo al dedo, pero que no fue dicha en referencia a la minería, sino a los terremotos. Sin embargo, al analizarla se aplica a todos los sectores de la sociedad, ya que quienes buscan imponer una posición apelan al desconocimiento sobre algunos temas para instalar un discurso dándo cada dato que entregan como hecho irrefutables, pero sin alguien que los contrarreste al frente.
En el caso de la minería, por ahora les ha resultado bastante bien.
Mdzol