Ante el miedo de una gran devaluación, los británicos apuestan a otras formas de conservar su dinero ante la posibilidad de una salida brutal de la Unión Europea.
La posibilidad de que exista una abrupta salida del Brexit, generó un apuro en Irlanda del Norte por la inversión en oro, ante el miedo de una gran devaluación. De esta manera, frente al riesgo de que Reino Unido abandone la Unión Europea de la peor manera, los británicos buscan la manera de no verse afectados por una supuesta crisis.
«Les preocupa que haya una devaluación significativa de la libra esterlina en caso de un Brexit brutal», explica Seamus Fahy, cofundador de la empresa Merrion Vaults, una correduría de oro con un depósito de alta seguridad en el centro de la capital irlandesa.
Durante 2018, a medida que la perspectiva de un Brexit sin acuerdo pasaba de ser un cuento para no dormir a convertirse en una perspectiva real, registró un aumento del 70% en los clientes procedentes de la vecina provincia británica de Irlanda del Norte. «Los clientes están sacando el dinero, el dinero físico, del banco y comprándonos lingotes de oro para guardar, es una protección», explica.
Así, muchos británicos gastaron más de 500.000 libras (560.000 euros) en huevos de oro. Los artículos más populares son los lingotes y las monedas de oro de una onza (30 gramos): pulidos Krugerrands sudafricanos, Maple Leafs canadienses y Britannias británicas que tienen un valor en la región de 1.100 libras (1.200 euros) cada uno. De esta manera, en los últimos seis meses su valor aumentó en un 10%, según los libros de contabilidad de Fahy.
Cuando se anunció el resultado del referéndum sobre el Brexit de 2016, el precio del oro se había disparado al tiempo que la libra se desplomaba a niveles sin precedentes desde 1985.
El resultado fue un aumento histórico de 22% en el valor del oro en términos de divisa británica.
Sin embargo, en diciembre, cuando la primera ministra británica Theresa May decidió aplazar la votación en el parlamento del acuerdo de Brexit, Fahy también registró un «gran aumento» en la demanda. En este sentido, los inversores interpretaron la noticia como la premonición de un Brexit sin acuerdo el 29 de marzo.
El Intransigente