Los dividendos globales registraron un buen comienzo de año en 2022, ligeramente por encima de nuestras expectativas, gracias a la especial solidez de unas pocas empresas y sectores, especialmente el petróleo y la minería.
Los dividendos globales registraron un buen comienzo de año en 2022, ligeramente por encima de nuestras expectativas, gracias a la especial solidez de unas pocas empresas y sectores, especialmente el petróleo y la minería.
Sin embargo, tal y como esperábamos, el crecimiento de los repartos fue bastante generalizado en los diferentes sectores y zonas geográficas. No modificamos nuestras previsiones para el resto de trimestres del año, aunque la incorporación de las positivas cifras del primer trimestre hace que nuestro pronóstico para el año completo sea un poco más elevado que hace tres meses: un +1,3%.
El favorable efecto de base, que compara el primer trimestre de 2022 con un primer trimestre del año pasado lastrado por la pandemia, desaparecerá a medida que avance el año. Además, la economía mundial se ve acosada por una serie de retos en la actualidad: la guerra de Ucrania, el aumento de las tensiones geopolíticas, los elevados precios de la energía y las materias primas, una inflación rampante y un entorno de tipos de interés al alza.
La consiguiente presión a la baja sobre el crecimiento económico afectará a los beneficios de las empresas en diversos sectores.
Estos retos también traen consigo la probabilidad de una mayor incertidumbre en la toma de decisiones corporativas. Es probable que el impacto en los dividendos se manifieste más allá de 2022, pero es importante recordar que los repartos son mucho menos volátiles que los beneficios.
Estos últimos tienden a fluctuar drásticamente a lo largo del ciclo económico, pero los dividendos suelen ser mucho más estables. De hecho, que los dividendos ya hayan superado los máximos previos a la pandemia forma parte de una tendencia a más largo plazo que pone de manifiesto que los repartos han demostrado ser una fuente fiable de crecimiento de las rentas periódicas a lo largo del tiempo.
Además, este crecimiento hace que los dividendos brinden cierta protección contra la inflación que los ahorros a la vista no pueden ofrecer.
En lo referente a 2022, ahora esperamos que los dividendos mundiales alcancen 1,54 billones de dólares, lo que supone un aumento general del 4,6%, equivalente a un alza del 7,1% en términos subyacentes.
Fuente: Perfil