La producción de los autos eléctricos, los artefactos electrónicos recargables, en conclusión, todo aquello que necesita energía eléctrica para consumirla, y que pueda acumularse para repetir ese ciclo, tiene como principal actor a la batería, y las de litio tienen ventajas fruto de los avances e investigaciones actuales.
Podríamos decir que las viejas baterías recargables de niquel-cadmio, o las descartable como las de zinc-carbono, van quedando obsoletas o en desuso o mal vistas por sus componentes contaminantes por las malas prácticas de disposición final de las personas contribuyendo a la alarma mundial por la destrucción del medioambiente, generado por el uso intensivo de los combustibles fósiles que deriva en menos producción agropecuaria tradicional y con más agroquímicos y/o modificados genéticamente justamente para contrarrestar la menor producción natural, u orgánica, y cuyas consecuencias las verán con claridad las siguientes generaciones. Podemos observar la huella del carbono que representa el volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que producen las actividades económicas y cotidianas del ser humano. Esto se traduce en un indicador ambiental que mide tanto las emisiones directas como indirectas de compuestos como el metano (CH4), el óxido de nitrógeno (N2O), los hidrofluorocarburos (HFCs), los perfluororcarburos (PFCs), el hexafluoruro de azufre (SF6) y, sobre todo, del más abundante y que más ha contribuido al calentamiento global desde 1990: el dióxido de carbono (CO2).
Conforme a todo lo mencionado, las mineras han puesto un empeño en cambiar y contribuir en reducir las emisiones de gases pensando en un ambiente sostenible desde el inicio y en miras a futuro.
Cuando las empresas piensan en una energía que es a través de la eólica, solar o biomasa y necesita ser acumularla en alguna parte, indefectiblemente debe acudir al litio, y esto deja por lejos la gran diferencia entre el combustible a partir de la quema, y los gases que produce todo aquello derivado del fósil.
Si observamos toda la normativa vigente en la Argentina y su aplicación en cada provincia, vemos que las normas ambientales están bastantes avanzadas a partir de los organismos y del pedido de los habitantes donde se instalan las mineras. Cada vez hay una relación e intercambio en la comunidad que acerca a las partes y viene a romper el mito de que las mineras solamente contaminan. Pues lo cierto es que a partir del trabajo que se viene realizando, ajustados a las normas ambientales vemos un feed back entre producción y ambiente sustentable.
La producción del litio consume bastante agua
Si bien la extracción y su producción consumo bastante agua, ahora tenemos otros sistemas modernos de producción. Bien nos explica el Sr. Luís Pérez, la obtención de recursos minerales que se extraen por disolución y concentración tienen la desventaja del uso intensivo del agua, que suele ser de procedencias alejadas y potable de consumo humano se confrontan con los costos-beneficios y suelen encontrar hueco legales que perjudican a los pobladores por lo que es necesario legislar al respecto priorizando la salud y bienestar futuro exigiendo a las empresas la implementación de técnicas innovadoras de aprovechamiento eficientes y dejando de lado lo eficaz y económico con que se depredan los recursos escasos que perjudican la economía en el mediano plazo.
Justamente, el Sr. Pérez tiene patentado un sistema innovador para poder llevar soluciones pudiendo reducir críticamente el consumo de agua para la producción de litio. Esto es muy bien visto por los empresarios, los organismo y por el gobierno.
Como corolario de lo antes explicado, el Estado provincial no es ajeno al interés del ambiente sustentable, por lo cual, ha acuñado en Mayo de 2022 el “Digesto Normativo Minero Ambiental de la Provincia de Salta”, el cual se lleva a conocimiento a todas las mineras de la provincia y es objeto de estudio en los cursos de Diplomatura de Minería con orientación en litio, como el que dicta actualmente la Universidad Católica de Salta.
En conclusión podemos decir que las responsabilidades de aplicación de normas ambientales, presupuestos mínimos de protección, son de aplicación de las provincias manteniendo su soberanía e independencia conforme al Art. 121 de la Constitución Nacional, reforzados por los artículos de la nueva generación como el Art. 41 y 124 sobre el cual está basado el Proyecto de ley de protección de Humedales del diputado Leonardo Grosso, por el cual y conforme a lo antes dicho, es inconstitucional de principio a fin.
Dicho esto, cabe destacar que la seguridad jurídica para las mineras sigue en pie y no es plausible de cambiar por cuestiones netamente constitucionales.
Vale decir que la inversiones son y seguirán siendo seguras por lo cual el gobernador, la Cámara de Minería, la Cámara de Comercio, Remsa y las universidades entre otras instituciones podrán seguir haciendo el buen trabajo que hasta la fecha lo vienen haciendo de manera prolífica, donde no existen grietas ni diferencias por cuestiones político-partidarias.
Fuente: El Tribuno
